Amigos de la Tierra La Rioja denuncia un nuevo caso de vertido incontrolado en el municipio de Pradejón. Esta vez se trata de restos de compost procedentes del cultivo de champiñones y setas, gestionados, aseguran desde el colectivo, “de forma imprudente en dos parcelas de esta localidad que están causando un impacto significativo en el medio ambiente local”.
Y es que, la asociación ecologista recalca que “a tan solo un kilómetro de las parcelas afectadas se encuentra una planta de reciclaje habilitada para tratar este tipo de residuos agrarios, lo que refleja un grado de desinterés importante por parte de los responsables”. Una “mala gestión de los residuos”, dicen, que “está provocando un aumento de los nitratos en el suelo que puede derivar en la contaminación de acuíferos o masas de agua cercanas, como la Yasa Majillonda, alterando el equilibrio de los ecosistemas fluviales y comprometiendo el abastecimiento humano.”
Y además, Amigos de la Tierra La Rioja adiverten de que “las parcelas convertidas en vertederos se ubican en una zona esteparia y esta acumulación de residuos no solo impide el desarrollo de los ecosistemas propios de la zona, sino que también representan un obstáculo para la biodiversidad que caracteriza este tipo de entornos”. Por todo ello exigen a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y al Ayuntamiento de Pradejón que tomen cartas en el asunto de “forma inmediata”. Y en concreto piden que se retiren los residuos “de manera urgente” y que se garantice que “los restos de compost sean trasladados a la planta de reciclaje correspondiente”.
Asimismo, desde la asociación ecologistas instan a fomentar la educación medioambiental en el sector agrícola. “Es prioritario concienciar a los agricultores sobre la importancia de una gestión adecuada de sus residuos así como exigir responasabilidades a los productores, los agricultores deben asumir la gestión de sus residuos y no trasladar esta carga al erario público”. Y además consideran necesario foralecer la vigilancia y las sanciones así como implementar controles más estrictos y penalizar a quienes realicen los vertidos ilegales. Y es que, concluyen, “el futuro de nuestro entorno más inmediato depende de las decisiones y responsabilidades que tomemos hoy por lo que instamos a las autoridades y a la comunidad agrícola a actuar con responsabilidad y compromiso para garantizar la sostenibilidad de nuestro entorno”.