La portada de mañana
Acceder
La 'ley mordaza' cumple diez años sin derogación a la vista tras recaudar mil millones
Los familiares de las víctimas en residencias que plantan cara a Ayuso en la Fiscalía
OPINIÓN | 'La pandemia de los sentimientos', por Enric González

Esta ciudad medieval de Francia tiene uno de los castillos más grandes y mejor conservados de Europa

El castillo medieval de Fougères.

Edu Molina

26 de marzo de 2025 12:18 h

0

La ciudad medieval de Fougères se erige como un testimonio de la historia francesa. Con su castillo, considerado la fortaleza medieval más grande de Europa, esta ciudad invita a los viajeros a sumergirse en un pasado donde la arquitectura y la naturaleza se entrelazan armoniosamente. Sus calles adoquinadas, casas con entramado de madera y paisajes pintorescos ofrecen una gran experiencia para quienes buscan descubrir los encantos ocultos de Francia.

El castillo de Fougères, una joya de la arquitectura medieval, domina el paisaje urbano con su imponente presencia. Situado estratégicamente sobre una elevación rocosa y rodeado por los meandros del río Nançon, esta fortaleza ha sido testigo de más de mil años de historia.

Sus murallas, torres y almenas narran historias de batallas y alianzas que han marcado el devenir de Bretaña y de toda Francia. La cuidadosa conservación de este monumento permite a los visitantes recorrer sus estancias y torres, ofreciendo una visión auténtica de la vida en la Edad Media.

Más allá de su castillo, Fougères es una ciudad que respira historia y cultura en cada rincón. Pasear por el barrio medieval del Bourg Vieil es como viajar en el tiempo; sus calles estrechas y empedradas están flanqueadas por casas de entramado de madera que evocan la prosperidad de épocas pasadas.

La atmósfera se complementa con terrazas de cafés y restaurantes donde se puede degustar la gastronomía local. Además, la ciudad cuenta con jardines y parques que ofrecen vistas panorámicas del castillo y sus alrededores, proporcionando momentos de serenidad y contemplación.

La historia y evolución de la fortaleza

La historia de Fougères está intrínsecamente ligada a su castillo, cuya construcción se remonta al siglo XI. Originalmente concebido como una fortaleza defensiva en las fronteras de Bretaña, el castillo ha sido objeto de múltiples ampliaciones y renovaciones a lo largo de los siglos.

Hoy en día, abarca una superficie de dos hectáreas, consolidándose como uno de los conjuntos medievales más impresionantes de Europa. Su ubicación estratégica, en un espolón rocoso rodeado por el río Nançon, le otorgaba una ventaja defensiva natural, complementada por sus imponentes murallas y torres de vigilancia.

Durante la Edad Media, Fougères desempeñó un papel crucial como bastión defensivo del Ducado de Bretaña frente a las regiones vecinas de Normandía, Anjou y Maine. La fortaleza evolucionó con el tiempo, adaptándose a las necesidades militares y reflejando los avances arquitectónicos de cada época. Las sucesivas ampliaciones y mejoras en sus estructuras defensivas son testimonio de la importancia estratégica que tuvo en la región.

Un recorrido por el castillo

El castillo de Fougères es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura militar medieval. Sus murallas, reforzadas por trece torres, crean una estructura defensiva formidable. Entre las torres más destacadas se encuentran la torre Mélusine y la torre de la Haye-Saint-Hilaire, cada una con su propia historia y características únicas. Los visitantes pueden recorrer el camino de ronda, desde donde se obtienen vistas panorámicas del valle del Nançon y de la ciudad.

El patio de armas, corazón del castillo, alberga diversas edificaciones que servían como viviendas, almacenes y talleres. La combinación de elementos arquitectónicos de diferentes épocas refleja la evolución de las técnicas constructivas y las necesidades cambiantes de sus ocupantes a lo largo de los siglos. La presencia de fosos y puentes levadizos añade autenticidad a la experiencia de explorar esta fortaleza.

El castillo ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva en la vida medieval. A través de un recorrido escenográfico que combina elementos visuales y sonoros, se narran las historias de los personajes que habitaron y defendieron la fortaleza. Este itinerario, distribuido entre el patio de armas y varias de las torres principales, permite comprender la evolución arquitectónica del castillo y los eventos históricos que allí tuvieron lugar.

Fougères no es solo su castillo; la ciudad en sí misma es un tesoro de patrimonio y cultura. El barrio medieval del Bourg Vieil, con sus casas de entramado de madera y calles empedradas, transporta a los visitantes a tiempos pasados. La iglesia de Saint-Sulpice, con su campanario, es otro de los monumentos emblemáticos que merece una visita.

Etiquetas
stats