La 'Junta B' cambiará con un encargo a dedo el suelo de la calle Ancha y las plazas de Botines y la Catedral de León

Plaza de Botines, Calle Ancha y Plaza de Regla (Catedral) tendrán obras cambio total de pavimento.

Carlos J. Domínguez

La llamada Red de Calor para León capital, que en realidad son cuatro polémicas macroplantas energéticas de quema de biomasa, de hidrógeno, biogás y 'bosque' de placas solares en el barrio de Puente Castro, fue anunciada hace dos años y medio mano a mano por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de León.

Aunque esta red, con unos 80 millones de euros de inversión prevista, como mucho se desplegará por el subsuelo de algunas zonas al sur de la capital, y para nada alcanzará el centro de la capital, el acuerdo entre ambas administraciones sí tendrá un curioso efecto en el Casco Histórico leonés.

Ese efecto serán obras de renovación de todos los suelos del eje central de León: conllevará levantar y cambiar todo el pavimento de la calle Ancha y sus dos extremos, la Plaza de Regla de la Catedral de León y todo el espacio frente a Botines de Gaudí y el Palacio de los Guzmanes, junto a la Plaza de San Marcelo.

El proyecto, acariciado desde hace más de un año por el alcalde de León, el socialista José Antonio Diez, que lo desveló sin mucho detalle, completa su nombre formal también como “mejora de la accesibilidad” de estos puntos “de la Ciudad Antigua de León”.

El trabajo tendrá la forma de un encargo a la empresa Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) SA, “como medio propio personificado del Ayuntamiento de León”, y es aprobado este viernes por el equipo de Gobierno en el Consistorio. La compañía depende de la Consejería de Medio Ambiente que dirige el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones (Partido Popular) y que, por su inmenso dinamismo inversor, muy superior a la mayor parte de las consejerías de la Junta, se conoce como la 'Junta B'.

En enero de 2022 el Consistorio aprobó hacerse socio formal de Somacyl, comprando una acción, y a eso se aferra ahora para saltarse una licitación pública que permitiera concurrir a empresas del sector. Aunque votaron a favor, grupos como Ciudadanos o UPL no dudaron en tildar de “chiringuito de la Junta” a Somacyl, a lo que el alcalde Diez explicó que se hacía “para poder utilizarlo como medio propio, en aquellos casos excepcionales que pueda ser necesario, sobre todo para prestar una agilidad y un mejor servicio a los ciudadanos porque si no de otra manera quizás esos proyectos no podrían ser ejecutados”. Somacyl será, de hecho, la misma que va a ejecutar la millonaria inversión anunciada de todas las plantas energéticas de Puente Castro y desplegar la red de calor bajo el subsuelo de decenas de calles de barrios como La Lastra, Armunia o el entorno de Fernández Ladreda o Chantría, entre otros.

Entre los detalles del acuerdo que se sella este viernes para esta obra que pondrá patas arriba todo el pavimento del centro más transitado de la ciudad, el coste cuantificado es de 2,7 millones de euros. No se conoce, sin embargo, cuándo podrían empezar y en qué plazo se ejecutarían. Pero están llamadas a mejorar el suelo de estos espacios, que por la mucha afluencia que reciben y por haber sido urbanizadas con la peatonalización de hace 28 años, tiene partes en mal estado constante.

En 2019, el anterior equipo de Gobierno del PP con Antonio Silván como alcalde, realizó en la Calle Ancha un gasto de 21.500 euros para aplicar un tratamiento antideslizante que minimizara los constantes resbalones y accidentes por caídas provocadas causados por las características del firme, y no sólo con heladas. Las quejas son constantes.

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