Navallana, camino de volver a desembalsar agua 12 años después

Hace justo 12 años que San Rafael de Navallana desembalsó por última vez. En marzo de 2013, tras otro temporal de lluvia, el embalse rebosó tanto por su aliviadero como por las compuertas. Y el enorme caudal que aportó al río Guadalquivir provocó la última inundación en el entorno del Aeropuerto de Córdoba. El Ayuntamiento, de manera preventiva, desalojó a los vecinos de la zona de la Altea y Guadalvalle. Habían pasado apenas tres años de las inundaciones de 2010, aquellas que sepultaron bajo las aguas a centenares de viviendas en Córdoba tras la crecida del Guadalquivir.

La situación actual es muy diferente. Pero por primera vez en 12 años San Rafael de Navallana está cerca de volver a desembalsar agua en el río Guadalquivir. Este pantano está situado aguas abajo del Guadalmellato y forma parte de un sistema construido para garantizar el suministro a la ciudad de Córdoba y el regadío a miles de hectáreas del Valle del Guadalquivir durante el verano. Los ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) suelen calcular para aportar excendentes desde el Guadalmellato para evitar problemas en el primero y garantizar el suministro para riego en verano en el segundo.

El tren de borrascas ha disparado la reserva de agua en una zona que a diferencia del resto de la provincia estaba bastante bien. Tanto que el Guadalmellato ha tenido que abrir compuertas para evitar riesgos, tras superar el 94% de su capacidad (lo ideal es siempre manejarlo sobre el 90%). Ese agua baja directamente hasta San Rafael de Navallana, que hace apenas una semana estaba al 50%. Pero está lloviendo tanto en la cuenca del Guadalmellato que el agua entre los dos embalses fluye sin parar.

De esta manera, San Rafael de Navallana está ganando, de media, nueve hectómetros cúbicos de agua cada día. Su capacidad es de 156,5 hectómetros cúbicos. A las 19:00 de este lunes estaba ya en 106,5 hectómetros cúbicos. Es decir, a menos de 40 hectómetros de llenarse. Si cada día recibe una aportación de nueve hectómetros, Navallana se llenará el próximo viernes, siempre y cuando siga lloviendo. Será entonces, o incluso antes, cuando vuelva a abrir compuertas o a rebosar por el aliviadero superior que tiene.

Este embalse es fundamental para el cauce del Guadalquivir a su paso por Córdoba capital. Está construido a apenas dos kilómetros de la desembocadura del río grande de Andalucía y a unos 12 kilómetros de Córdoba capital. En 2010, su desembalse extraordinario unido a lo que llovió en la provincia de Jaén hizo que el caudal del río se disparara y se acabara saliendo por varios puntos.

De momento, la situación es muy diferente a 2010 aunque empieza a parecerse, aunque de lejos, a la de 2013. Un desembalse en Navallana hará que el río suba de manera notable en Córdoba. Pero no significa que se vaya a desbordar. Para eso, se necesitará un caudal desde Navallana de más de 500 metros cúbicos por segundo, algo que de momento se considera inimaginable. Durante el fin de semana, por ejemplo, el Guadalmellato, de manera controlada, ha desembalsado a un ritmo de 124 metros cúbicos por segundo.