La apuesta del equipo de Almeida por la gestión privada de los Centros Deportivos Muncipales está acumulando problemas. La apertura del primer polideportivo público-privado al que dio luz verde en su primer mandato, hace unos días en Cuatro Caminos, ha dejado una riada de críticas ciudadanas por problemas con las tarifas cobradas o zonas todavía no disponibles por las obras.
“Con la cuota de 48 euros no accedes a la mitad de las clases ni a la zona termal”, lamenta una de sus usuarias en redes sociales, entre las decenas de comentarios negativos con los que ha sido recibido este lugar, el CDM Cuatro Caminos. El polideportivo abrió sin la piscina operativa y con la sorpresa para muchos de que buena parte de sus actividades dirigidas conllevan un pago extra, algo permitido en los pliegos con los que el Ayuntamiento privatizó su gestión a la empresa Sportrade. “Muy mala gestion y muy mal que se haya privatizado, tengo dos hijas, no me sobra el dinero y las apunté para la piscina que de momento no ha llegado”, lamenta otra usuaria.
Este centro deportivo abrió con un retraso de más de cuatro años con respecto a lo inicialmente previsto: su construcción, que había sido licitada en 2019 por el Gobierno de Manuela Carmena, fue anulada de forma fulminante por el área de Obras nada más llegar Almeida a Cibeles, con el objetivo de ahorrar su coste de construcción a las arcas públicas a cambio de 24 años de gestión privada. En la apertura, sin embargo, el alcalde no hizo referencia a estos retrasos y halagó a la empresa adjudicataria por el nuevo edificio que se ponía en marcha.
A la apertura de Cuatro Caminos le seguirá la del CDM Ricardo Damas, adjudicado por el consistorio a la empresa Forus. También va con retraso, ya que el Ayuntamiento llegó a asegurar que estaría listo para el año 2023. La misma publicación municipal que anunciaba la fecha aseguraba que allí habrá disponibles abonos mensuales pero también “entradas de uso diario, con acceso a todos los servicios del centro: sala de fitness, actividad dirigida y nado libre. En este caso, el coste sería de 1,50 euros para los mayores y cinco euros para los adultos”. Aunque en las últimas privatizaciones no ha sido así.
Aunque las citadas son las tarifas habituales en los polideportivos gestionados de forma directa por el Ayuntamiento, en algunos de los privados se ha vetado la venta de entradas diarias. Al CDM Cuatro Caminos, por ejemplo, solo se puede acceder con abono mensual, al igual que en otras dotaciones similares de gestión privada, como la cercana de Vallehermoso. Allí, su solicitadísima piscina de verano solo es accesible para los abonados. Y se producen otras quejas, como las de los mayores que no consiguen acceder a las instalaciones al precio fijado por el consistorio para jubilados, sensiblemente inferior al normal (14,25 euros mensuales frente a los 47,45 habituales).
Seis concursos desiertos y seis en duda
Otro de los problemas con los que se está encontrando el equipo de Almeida es la falta de empresas que quieran apostar por su modelo público-privado. El alcalde prometió más de una decena de nuevos polideportivos al final de su segundo mandato y la vicealcaldesa reconocía hace unos días que tienen que echar mano de las privatizaciones “porque si no no podríamos construir las infraestructuras que esta ciudad necesita de una manera rápida y adecuada”.
Inmaculada Sanz reconocía que “sería materialmente imposible que todos los nuevos espacios se construyeran a la vez, tardaríamos muchos años desde la administración pública en construir esos nuevos equipamientos”, aseguraba en respuesta a una pregunta sobre las quejas registradas en Cuatro Caminos.
Pero esta apuesta por las cesiones a empresas privadas durante décadas se está encontrando con muchas negativas al convocar los concursos municipales de gestión. De todos los licitados solo ha llegado a adjudicar tres: los dos citados y otro más en el Paseo de la Dirección de Tetuán, del que todavía no se conoce proyecto y los vecinos empiezan a dudar de que se lleve a cabo. El resto han quedado desiertos (hasta en seis ocasiones) y otros seis están a la espera de que el Ayuntamiento encuentre una fórmula que permita su construcción.
“Es cierto que hay licitaciones que han quedado sin adjudicación, tenemos que reflexionar porque desde luego nuestra finalidad es seguir implementando centros deportivos municipales allí donde sean necesarios”, admitía el propio alcalde hace unos días a preguntas de este periódico. “Hacerlos en régimen de colaboración público privada a nosotros nos parece que es una solución razonable, tanto para el Ayuntamiento como para también el conjunto de la sociedad pero es cierto que tenemos que aceptar esa realidad”, añadió sobre las licitaciones desiertas.
De momento, el equipo de Almeida ha reculado en un caso: el proyecto para el CDM Las Rosas, en San Blas, cambió de piscina y gimnasio a pabellón deportivo, después de un primer concurso desierto sin ofertas de empresas interesadas en su construcción y gestión. El Ayuntamiento se ha comprometido a levantarlo y hace unos meses puso la primera piedra.
“Iremos alternando diferentes modelos en función de las capacidades presupuestarias que tenga el Ayuntamiento de Madrid”, admitía la semana pasada la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, sobre los casos en los que estudian asumir directamente las obras.
¿Cuáles serán esos polideportivos? De momento el dato es una incógnita, aunque revisando en las obras licitadas por el consistorio, recientemente ha contratado el apoyo a la redacción del proyecto para la obra de un pabellón deportivo en calles Oña y Ana de Austria, Sanchinarro. Y también otro pabellón deportivo en Butarque (Villaverde). Quizás ambos sigan el mismo camino que el CDM Las Rosas y en breve veamos más actos de primeras piedras en ellos.