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Lanzamisiles en la plaza Salamero

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Se hundía el techo del parking subterráneo y hubo que rehacerla toda. La mejora, evidente, no ha dado una plaza vivible ni un rincón viral. Pero está ok, todo se puede reformar.

Ahora que hay rearme forzoso se ve que los artefactos metálicos pueden servir de chasis para plataformas lanzamisiles, que además se camuflarán con vegetación, aunque hay algunas que dejan los hierros desnudos.

De manera que la reforma de la castiza plaza “del Carbón”, donde se trapicheaba con relojes y otros subproductos de dudoso origen, encubría en realidad un hub de defensa camuflado.

Si la chapa de hormigón del nuevo parking es bastante sólida (lo cual es lógico ya que se hundió la anterior) la instalación se complementaría con un cómodo búnker o refugio subte de fácil acceso de pago.

Eso explica la curiosa reforma de originalísimo diseño tubular que en su día fue interpretado como algo esotérico o como una estación para atraer o repeler naves extraterrestres.

La foto muestra otras novedades del mes: un trozo del enorme cartelón del colegio de Escolapias en un azul que es imposible no verlo incluso en sueños; un trozo de la iglesia de la Mantería, que se restaurará y reabrirá pasado el milenio, aunque no se sepa cuál, y que conserva –suponemos– las pinturas invisibles de Claudio Coello. (Cierto que se abrió para el funeral del gran y añorado poeta Rosendo Tello y algunos leales pudieron atisbar algo, o, pero en general la iglesia está cerrada y en obras eternas, aunque no tanto como las de las autovías que asedian y colapsan Huesca).

También se ve un trozo del pequeño y maravilloso rascacielos de La Adriática y la torre del reloj del Banco Santander que lleva varios años enfundada cual émula de las obras de Christo y por fin se ha empezado a restaurar.

Completa el diorama del lanzamisiles salameriense la rueda de bocinas que en tiempos bélicos anunciaban que había que echarse al refugio. Al menos ahora está allí mismo: cae más a mano.

Se hundía el techo del parking subterráneo y hubo que rehacerla toda. La mejora, evidente, no ha dado una plaza vivible ni un rincón viral. Pero está ok, todo se puede reformar.

Ahora que hay rearme forzoso se ve que los artefactos metálicos pueden servir de chasis para plataformas lanzamisiles, que además se camuflarán con vegetación, aunque hay algunas que dejan los hierros desnudos.