El PSOE reclama la creación de la Agencia Cántabra de Transporte Sanitario para recuperar la gestión pública de las ambulancias
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Los mecanismos de control del servicio de ambulancias de Cantabria no funcionan y, ante ello, la reacción del PSOE es acabar con la privatización y gestionarlo a través de una Agencia Cántabra de Transporte Sanitario. Esa es la propuesta de los socialistas después de la accidentada trayectoria de Diavida desde que asumiera el transporte programado y los pocos visos de solución que tiene.
En contestación a una pregunta del Grupo Parlamentario Socialista, el Gobierno de Cantabria que preside María José Sáenz de Buruaga (PP) ha informado que actualmente “no existen expedientes sancionadores abiertos a las empresas prestadoras de servicios sanitarios desde el inicio de la XI Legislatura”.
Según el diputado socialista, Raúl Pesquera, consejero de Sanidad durante la pasada legislatura, el transporte en ambulancia es un servicio incluido en la cartera básica del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y que, por lo tanto, puede ser devuelto a lo público. Una de las consecuencias de ello sería la creación de una Agencia Cántabra de Transporte Sanitario que lo gestione; y otra, evitar la dificultad de sancionar a empresas privadas por incumplimiento de las condiciones de contrato.
En consecuencia, propone resolver ya el contrato con la empresa Diavida e iniciar los trámites para la internalización del servicio de ambulancias, primero del trasporte programado y luego del urgente. La internalización del servicio de ambulancia es un proceso que ya se está desarrollando en otras autonomías como Baleares y La Rioja. En otra, como Asturias, se encuentra dentro de lo público, y en otra, como Navarra, se va a iniciar el proceso de recuperación.
Negativa en el Parlamento
Recientemente, el Pleno del Parlamento de Cantabria rechazó, con los votos de PP y Vox, acabar con la privatización de las ambulancias programadas que ahora están en manos de Diavida, mientras que el PRC se abstuvo. La proposición no de ley socialista se enmarcaba en los continuos incumplimientos de la empresa Diavida, que, aunque lleva poco tiempo siendo la empresa adjudicataria, prácticamente desde el primer momento ha estado en tela de juicio.
Ante esta tesitura, los socialistas consideran que, de las alternativas posibles, la internalización es la mejor. “Estamos en un supuesto de servicio de cartera básica cuya competencia es del SCS -ha justificado el exconsejero de Sanidad, Raúl Pesquera-; que es de interés general para la ciudadanía, ya que es un servicio esencial. El SCS directamente puede asumir el servicio subrogando a los trabajadores y asumiendo los medios materiales para el desarrollo de la actividad”, ha defendido.
Pesquera ha responsabilizado a la Consejería de Salud, que dirige César Pascual (PP), del mal servicio que se presta en el transporte de ambulancia, tanto por parte de Diavida como de Autransa, la otra empresa adjudicataria. “Los regímenes de penalizaciones en servicios básicos son difíciles de gestionar y por eso no se debe externalizar servicios de cartera básica, porque se utiliza de rehenes a los pacientes y a los trabajadores, como es el caso”, ha agregado Pesquera.
Se desconoce por el momento si la Consejería de Salud ha aplicado descuentos por las penalizaciones en que pudiera haber incurrido Diavida, pero también Autransa, que ejecuta el contrato del transporte urgente, a pesar de las continuas quejas de los pacientes y de las críticas públicas que ha hecho César Pascual sobre el servicio que prestan.
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