El TSJ de Castilla y León ratifica los 19 meses de cárcel para el acusado de encadenar a una mujer en Burgos

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha confirmado la pena de un año y siete meses de prisión por intento de detención ilegal para un hombre acusado de retener en una casa okupada en Miranda de Ebro (Burgos) a una mujer, a la que encadenó y golpeó en noviembre de 2023.
La Sala de lo Civil y Penal ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por el condenado contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos, del 19 de noviembre de 2024, por la que se le condenó por detención ilegal en grado de tentativa, con agravante de reincidencia, y lesiones leves.
En la sentencia, ratificada ahora por el TSJCyL se absolvía al hombre del delito de agresión sexual, al no que dar probado que besara a la mujer en contra de su voluntad, y se le condenaba a una multa de 10 euros al día durante tres meses, más pago de una indemnización de 200 euros, por las lesiones a la víctima.
La Audiencia Provincial consideró creíble objetiva y subjetivamente la declaración realizada por la víctima, pese a las contradicciones que presentaba, y que vincula a su condición de consumidora de sustancias -en concreto metadona-, frente a la declaración del acusado, que negó durante el juicio los hechos.
La versión de la víctima cuenta además con los atestados de los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que la atendieron, así como informes médicos y psicológicos derivados de la atención que recibió cuando llegó al hospital con golpes en la cara y una cadena con un candado en torno al cuello.
Retenida, golpeada y encadenada
Como hechos probados la sentencia recoge que la víctima estuvo en casa del condenado el 19 de noviembre de 2023, donde coincidió con un amigo de él y de dónde se llevó prendas de ropa de la expareja.
Al día siguiente, 20 de noviembre, el hombre se encontró con la mujer a la salida del Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro y se ofreció a bajarla en coche a la ciudad, a lo que la víctima accedió; también accedió a pasar antes por casa del acusado cuando este le dijo que necesitaba recoger una cosa.
En la vivienda, una casa okupada, el hombre la acusó de haberle robado a su amigo el teléfono móvil y, cuando ella negó los hechos, la golpeó en la cara; a continuación le ató en torno al cuello una cadena de aproximadamente un metro y medio de largo, con un candado, si bien no la sujetó a ningún elemento.
La mujer pudo salir de la vivienda, algo que vieron el acusado y otras dos personas que estaban con él, y pasó en primer lugar por el cuartel de la Guardia Civil, donde solo denunció que un hombre, sin decir quién, la había agredido, sin dar mayores explicaciones.
Los agentes vieron que presentaba un ojo amoratado pero no las cadenas pues la mujer llevaba un gran abrigo que las tapaba; tiempo después la víctima se acercó al hospital, donde agentes de la Policía Nacional alertados por los sanitarios le retiraron la cadena y comprobaron las lesiones que presentaba. Contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León cabe recurso de casación.
0