ENTREVISTA

Ferran Torrent, novelista afectado por la DANA: “Mazón es un irresponsable y creo que lo pagará por la vía penal”

Lucas Marco

València —
22 de febrero de 2025 22:20 h

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El escritor Ferran Torrent (Sedaví, 1951) presenta su última novela apenas tres meses después de que la DANA del pasado 29 de octubre arrasara su pueblo. El jo que no mor (editada en valenciano por Columna y en castellano por Destino) narra las andanzas del falsificador Regino con un agente del Mossad, con jerarcas franquistas y con otros delincuentes comunes de la València de 1966.

En esta entrevista con elDiario.es —celebrada en el restaurante Birlibirloque, a tiro de piedra del Ventorro, dos establecimientos que Ferran Torrent conoce al dedillo— el novelista cuenta cómo vivió la inundación de su casa y resume la actitud del president Carlos Mazón: “Yo creo que la palabra es frivolidad”.

¿Qué te interesa de València como escenario en el franquismo para tus novelas?

Casi todas mis novelas están ambientadas en València, pero desde hace un tiempo me gusta mucho ambientarlas, porque ya parecen novelas históricas, en los años 60. La última novela era el 68, esta es el 66. Me parece que es una época interesante, en el sentido de que entra mucho turismo. Para mí (no soy historiador, evidentemente) ahí ya empieza un poco la Transición. Es decir, los militares ya no están en los ministerios, vienen los tecnócratas, vienen los turistas, necesitan las divisas, pero, al mismo tiempo, los turistas traen otro tipo de mentalidad y de costumbres. Después está el marco de la Guerra Fría, que para mí es muy interesante. He leído muchas novelas sobre la Guerra Fría pero es inacabable. Puedes hacer infinitas novelas sobre la Guerra Fría porque hay tantos ángulos para jugar con eso, ese contexto para mí es fabuloso.

El contexto de la Guerra Fría para mí es fabuloso

¿Qué te atrae del espionaje?

Me gusta mucho la novela de espionaje bien hecha, no hablamos de Ian Fleming y James Bond, que eso como espectáculo está bien, pero la novela que me interesa es una novela que me explique la geopolítica y, también, la condición humana de los espías, eso también es importante. Hay espías que han cambiado rumbos de la historia, como Richard Sorge, al que Stalin no le hizo caso, pero fue un espía muy importante. Ese tipo de espionaje; por ejemplo, el jefe del espionaje de la Alemania Oriental, Markus Wolf, ese tipo de espías me gusta mucho porque acaban definiendo el rumbo de una sociedad, con su inteligencia y osadía.

¿Cómo era València para ti desde Sedaví?

Nosotros, como vivíamos en Sedaví, teníamos un alma dual. Por un lado, teníamos la mentalidad rural, pero València era el espacio de impunidad. Si fumabas en el pueblo y te veía el cura o pasaba el municipal o el alcalde o quien fuera, te denunciaba. Pero tú venías aquí e ibas fumando por la calle de la Paz y nadie te conocía. Para nosotros era un espacio de impunidad muy importante, teníamos también un alma urbana. A pie a València era una hora. En una hora entrabas en otro espacio.

Como vivíamos en Sedaví, teníamos un alma dual, pero València era el espacio de impunidad

¿Con qué elementos te documentas para escribir tus novelas?

Las películas que se hacían, actores de la época, canciones, que a lo mejor puedes usar o no, pero el marco es muy importante. Si te pillan, ya no se creen la historia. Que se la crean o no, da igual, lo importante es que entres en la historia, que te la creas, porque es evidente que València no pintaba nada en la Guerra Fría. Pero el marco sí, ser un poco riguroso con eso. Le das un marco real, al margen de que el argumento sea el que tú quieres elegir.

Aun así, de vez en cuando, pasan cosas importantes en la ciudad.

València fue importante porque fue capital de la República un tiempo, pero creo que en la posguerra empezó la decadencia, porque se folklorizó. Y, con la llegada de la democracia, siempre se ha dicho que hemos sido la tercera capital del Estado, pero ahora somos la segunda comunidad peor financiada. Ahí hay una responsabilidad de todos los partidos políticos, fundamentalmente de los llamados valencianistas. No pintamos nada y se ha visto ahora en la DANA. Eso pasa en Madrid, en Euskadi o en Catalunya y no están cuatro meses que aún vas por mi pueblo y ves coches abandonados o polígonos que no funcionan. Eso manifiesta un fracaso de la clase política valenciana, lamento decirlo pero es verdad. Si no creas problemas políticos, te pierden el respeto, es evidente.

No pintamos nada y se ha visto ahora en la DANA

¿Cómo está Sedaví hoy en día?

La apariencia del pueblo es mejor, aún quedan muchas plantas bajas que se fue la puerta y están destrozadas, el [centro comercial] MN4 aún queda muchísimo, era un polo comercial de puestos de trabajo y negocios muy importante. Pero ves a la gente mayor que les ha cambiado el aspecto. En cuatro años han tenido una pandemia y una DANA brutal. La terminología correcta es DANA, riada o barrancada, pero el efecto es de tsunami. En vez de venir del mar viene del interior, pero eso es un tsunami. En Europa debe ser de las dos o tres mayores tragedias que han pasado.

¿Qué recuerdas del día de la DANA?

Tuve mucha suerte porque el día anterior, lunes, había tenido una comida que acabó a las 18.30 o a las 19.00. Si me llega a pasar el martes, habría tenido un gran problema porque, como no llovía, hubiera querido llegar a mi casa en coche y me hubiera encontrado con lo que me encontré, con lo que fue. Ese martes invité a cuatro o cinco amigos míos a una paella y como hacía tan mal tiempo, había dejado el coche en el aparcamiento de la plaza y ya no lo volví a ver. Me fui a casa sobre las 17.30 y, a las 19.00 o 19.30, me llama un amigo y, hablando con él, veo que empieza a entrar agua por debajo de la puerta. ¿Qué está pasando, si no llueve? Abro la puerta y ya me cuesta cerrarla. Me voy al corral y salía el agua por el desagüe, por el váter como una fuente, no me lo podía explicar. Le llamo al alcalde y el pobre, con una voz de desánimo, me dice: “Ferran, está el pueblo inundado”.

¿Qué hiciste?

Empecé a coger lo que necesitaba para irme arriba: la tablet, el ordenador, alimentos, lo que pude salvar de ropa, que fue poca. Fue muy rápido, en media hora se puso en medio metro de agua. Bajaba, tenía unas botas de agua que no había usado en la vida y, cuando el agua se metía en la bota, ya no bajé. Estaba en el balcón, como toda la gente, mirando como la calle iba con medio metro de agua. Empezó a bajar y, cuando bajó más bajo de lo que era la entrada de casa, abrimos las puertas para que saliera el agua y quedó el fango. Eso ya forma parte de mi carácter, cuando una cosa la veo perdida, ya no me preocupo. Está en tu instinto salvar, pero llegó un momento que dije: no hay nada salvable. Con un palmo de fango, se ha perdido todo.

¿Perdiste material literario?

La novela estaba entregada y corregida. Imagínate que me falta un tercio de la novela, no la habría podido acabar. Habría dejado pasar todo y, cuando tuviera toda la casa arreglada, me hubiera puesto a trabajar. Es imposible trabajar en ese estado de ánimo físico y mental. Estás desolado de ver que la casa la tienes perdida.

Cuando me enteré de todo, pensé: he tenido suerte

¿Y qué pasó cuando bajó el agua?

Me pasa una cosa muy cómica, porque el agua se había llevado las trampillas de las alcantarillas: meto la pierna y me raspo toda la pierna, lo que me faltaba. No haces caso de eso. Veo los coches en la plaza amontonados, me voy allí, veo la calle Gómez Ferrer aquella icónica con todos los coches, me dicen ha muerto Fulano, y digo: he tenido suerte. Ni me acordaba de mi coche. Después empiezo a acordarme de la nave que tengo a las afueras con mi hermana. Me voy hacia allí, no podía llegar por el fango. Cuando me enteré de todo, pensé: he tenido suerte.

¿Qué pensaste cuando supiste que Mazón alargaba su comida del día de autos?

Pensé en la mediocridad tan enorme que había en el Gobierno autonómico. No solo la mediocridad, sino la irresponsabilidad Cuando me entero de que ha estado en una comida, que después de la comida, aún hay una hora y media que no se sabe nada, eso es una irresponsabilidad tremenda porque la Aemet ya dijo las alarmas. La alerta, cuando llega, ya tenemos agua dentro de las casas. Y esa es la alerta de la Generalitat. ¿Cuál es el órgano que manda? La Generalitat. La que manda es la Generalitat. Lo primero que pienso es: si caen mil litros de agua en Sedaví, yo no tengo nada que decir. Si no llueve y viene un desastre del interior, ahí hay una mala gestión, segurísimo. Por lo que decía de los valencianos que mandamos muy poco, supongo que ahora harán obras por, si viene lo mismo, poder evitarlo. Resulta que hace 20 años que las deberían haber hecho esas obras y no se hicieron.

La alerta, cuando llega, ya tenemos agua dentro de las casas y esa es la alerta de la Generalitat

¿Qué opinas de la actitud de Mazón?

Éticamente, la actitud de Mazón no hay por dónde cogerla. Después hay errores del Estado, de la Generalitat. El que ha tenido familiares muertos, dice: es que este tío estaba comiendo. Yo he perdido la casa, el tío estaba comiendo, y me cabreo. Pero hay gente que ha perdido dos miembros de la familia y si se avisa con tiempo (subid todos) se salvan muchas vidas.

En mi pueblo hay un caso extraordinario de un tío que se agarra a un árbol y otro que se agarra a un árbol enfrente. Estuvo cuatro o cinco horas cogida al árbol, el de enfrente se lo lleva el agua, que además lo conocía. La mujer mirando y diciéndole aguanta, aguanta. Lo conozco, pero no quiero hablar con él porque supongo que estará supertraumatizado. ¿Esa persona qué puede pensar de Mazón? Es terrible, de verdad.

Éticamente, la actitud de Mazón no hay por dónde cogerla

Eres autor de una famosa trilogía que refleja, entre muchas otras cosas, el poso del zaplanismo en la sociedad valenciana. ¿Cómo ves al hijo político de Eduardo Zaplana?

Yo creo que son iguales. Solo piensan en el negocio. Las noticias que tengo yo es que cuando le llama al alcalde de Cullera, le habla del 'proyecto Manhattan'. Imagínate un tío hablando del 'proyecto Manhattan' cuando ya hay muertos en ese momento. No me puedo creer que le dicen que ya hay muertos y no hace caso. Eso es increíble, no me lo puedo creer. Debería haber una jurisprudencia de que alguien que haga eso, fuera ya. En un caso así, debería haber una institución, absolutamente justa, evidentemente, y que no dure ni un minuto. Es muy bestia. Respecto a la forma de gobernar, es igual. Pueden hacer una gestión desastrosa y no les pasa nada nunca. 

¿Ves elementos literarios en la comida del Ventorro?

Conozco al dueño y a un camarero, que es de mi pueblo. Veo más una película que una novela. Una película, además, con mucho ritmo, y si puede ser con presupuesto hollywoodiense en el sentido de recrear toda la barrancada, imagínate los contrastes: un tío que está comiendo ahí, que está preguntando por el 'proyecto Manhattan'.

¿Te sorprendió?

Claro que me sorprendió. Es inimaginable eso. Realmente ¿qué pasó?, ¿que nadie le llamó? Pregunto. ¿Cómo es posible eso?

El CNI sabe todo, nos controla a todos

¿Qué opinas de la opacidad que ha mantenido la Generalitat?

No lo entiendo. Aquí debería haber una institución que le obligara a decir dónde estaba. ¿Tú crees que el CNI eso no lo sabe? El CNI sabe todo, nos controla a todos.

¿Por qué crees que actuó así Mazón?

Yo creo que la palabra es frivolidad. No puedo entender de ninguna de las maneras que en el momento en que hay muertos, no solo él, sino que nadie sepa nada, es imposible eso. No puedo entenderlo. ¿Nadie le avisa? ¿Y si no le avisan, no hace caso o no le da importancia? Es peor aún si estás avisado y no haces nada, es mucho peor. Sería un irresponsable total. Han dado diferentes versiones y ninguna encajará. La única versión posible es que es un irresponsable y creo que lo pagará por la vía penal. Hay abogados de los afectados, igual me apunto ahí.

No puedo entenderlo. ¿Nadie le avisa? ¿Y si no le avisan, no hace caso o no le da importancia? Es peor aún si estás avisado y no haces nada

¿Cuándo crees que podrás volver a una cierta normalidad para seguir escribiendo?

Siendo optimista, a finales de abril. Todas las puertas interiores de casa que me tienen que poner y los muebles, imagina la cola que hay. Ahora tengo la cocina. Hoy me ha dicho el electricista que esta noche ya me funciona la nevera. Ya puedo comprar yogures.

¿Cómo has vivido hasta ahora?

Comiendo fuera, desayunando fuera y, para cenar, bocatas de jamón, que no necesita nevera. Viví en casa de Ferran Montesa y en casa de otro amigo. Fui refugiado climático.