Cómo evitar lesiones en los ojos cuando hacemos deporte

Con la llegada del buen tiempo y las borrascas un poco alejadas, son muchos los que deciden hacer o retomar el deporte, preferentemente al aire libre, aprovechando las buenas condiciones del clima, el cambio de hora y el verano que se acerca, una fecha para la que muchos quieren llegar en plena forma.
El problema es que muchos de esos aficionados al deporte adolecen de alguna enfermedad en la vista o, simplemente, tienen ojos sensibles a casi cualquier inclemencia, como el sudor, los rayos del sol o un balonazo tras una desafortunada jugada.
Es por ello que no está de más recordar los consejos que más repiten oftalmólogos, ópticos y optometristas para esta época del año, que buscan conseguir una buena vista que nos permita una actividad física saludable y en la que se pueda ofrecer el máximo rendimiento.
Visita a un profesional
A veces puede dar pereza pedir cita y acudir a un profesional, pero es tan necesario como imprescindible. Si tenemos los ojos a punto, será más difícil caer en lesiones inoportunas.
No quitarse las gafas
Después de muchas horas frente a un ordenador, la tentación de hacer deporte sin gafas existe. Pero de esa manera, precisamente, ponemos en riesgo nuestra salud visual. Y quitarnos las gafas para salir a correr, por ejemplo, podría ser la perdición, ya que no protegeríamos nuestros ojos de radiaciones nocivas, golpes, salpicaduras o balonazos.
Mar o piscina
Si queremos practicar ya deportes acuáticos, hay que tener en cuenta que el cloro es muy dañino para los ojos, por lo que es igualmente recomendable usar gafas específicas, que también pueden ser graduadas. Si preferimos deportes en alta mar, surf, buceo o piragüismo, mejor usar gafas que nos protejan de la sal y de la radiación solar.
También en la montaña
Cuidado también los amantes de la montaña, ya que la radiación ultravioleta aumenta un 10% por cada 1.000 metros de altura.
Ojo a los deportes de contacto
Si hemos decidido apostar por disciplinas como el baloncesto, el fútbol o cualquier otro deporte de raqueta, hay que tener en cuenta que son deportes que provocan una buena parte de las lesiones oculares por impacto, sobre todo en niños y adolescentes, así que hay que tomar precauciones para evitar traumatismos, fracturas, desprendimientos de retina o cortes.
Demasiado sol
Si exponemos los ojos a los rayos UV nos exponemos a dañar los tejidos de la superficie ocular, la córnea y el cristalino. Pero podría ser más grave, ya que también habría riesgo de padecer enfermedades como cataratas, fotoqueratitis, quemaduras o pterigium, que es un crecimiento anómalo de tejido carnoso que puede cubrir parte de la córnea, afectando a la visión.
Gafas deportivas
Hace un tiempo nos podía parecer algo exótico, pero el uso de gafas deportivas cada vez está más extendido y, lo que es más importante, protege nuestros ojos como el casco a un motorista. Si son resistentes, ergonómicas y de amplia protección solar, mucho mejor.
Lentillas, otra opción
También los hay que, ante el temor de un golpe o un sudor molesto, se decantan por las lentillas a la hora de hacer deporte. No se moverán, no se empañarán, no se mojarán ni se ensuciarán.
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