Por qué subir el umbral exento del IRPF afecta a todas las rentas y otras claves del impuesto sobre el salario mínimo
![María Jesús Montero y Yolanda Díaz conversan en una sesión de control en el Congreso](https://static.eldiario.es/clip/88fffd97-422b-4a01-b016-144228020c18_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
El Ministerio de Hacienda ha decidido no elevar el umbral de renta exento de pagar IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) y, por tanto, no adaptarlo a la nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) —un aumento de 50 euros al mes hasta los 1.184 euros (en 14 pagas al año)—. Es decir, algunos perceptores del salario mínimo pagarán IRPF por primera vez, y perderán una parte de la subida.
Hasta ahora, Hacienda había ido adaptando el mínimo exento para que “este suelo de ingresos digno” se librara de contribuir a los ingresos públicos. El coste de esta política lo asumía el conjunto del Estado, todos los contribuyentes. Hay que comprender que el umbral exento es el mínimo de renta de las personas físicas desde el que empiezan a pagar IRPF. En otras palabras, afecta a todas las personas que tienen que hacer la declaración de la Renta.
El paso que ha dado este 2025 el Ministerio que lidera María Jesús Montero ha levantado un intenso debate político y social sobre “pedagogía fiscal”: si todos debemos pagar IRPF o no, si el umbral de ingresos exento debe estar ligado al SMI, si es justo que pague el salario mínimo mientras hay agujeros de recaudación en las rentas del capital (dividendos, alquileres...), en Sociedades (beneficios de las empresas) o en Patrimonio...
Quién paga y cuánto
Este 2025, el 20% de los perceptores del salario mínimo (alrededor de 16.500 euros brutos al año) pagará IRPF. Son cerca medio millón de personas de los 2,5 millones de trabajadores que cobran el SMI en España. Muchas de ellas, jóvenes, en sus primeros empleos. En la hostelería y la agricultura, principalmente.
El 80% restante sigue libre de hacer la declaración de la renta, porque su mínimo exento aumenta un poco más por las deducciones por cuidar a otras personas, y tenerlas a cargo.
Las personas solteras sin descendientes o ascendientes deducibles a efectos del cálculo de las retenciones pagarán 300,05 euros al año (21,4 euros/mes, supuestas 14 pagas). Para ellas, el tipo de retención del IRPF sería de cerca de un 2%, según cálculos de Hacienda.
Por su parte, un contribuyente con pareja y que tiene un hijo mayor de tres años tendrá una retención de 99 euros al año. Su tipo de retención no llega al 1%. Sin embargo, un contribuyente con pareja y que tiene un hijo menor de tres años tampoco sufrirá ninguna retención en el IRPF, según los mismos cálculos.
El coste para las arcas públicas
Si Hacienda hubiera decidido volver a adaptar el umbral exento del IRPF a la nueva subida del SMI, el coste para las arcas públicas en 2024 hubiera ascendido a 1.500 millones de euros. Se trataría de una merma de ingresos de una décima del PIB (Producto interior bruto) porque todos los contribuyentes empezarían a pagar el impuesto sobre su renta del trabajo desde un nivel más elevado. Es decir, la Agencia Tributaria perdería recaudación de todos las personas que paguen el IRPF. De hecho, la mayor parte de los 1.500 millones de coste sería por el ahorro de sueldos medios y altos.
Qué es el IRPF
Antes de continuar con las claves técnicas de este debate, es importante volver a la definición del IRPF. El impuesto que pagan las personas físicas por sus ingresos anuales —por trabajar (salarios), pero también por los rendimientos del capital o de actividades económicas (autónomos )—. Es “el eje central de la imposición en España, tanto por razones jurídicas como económicas”, según recuerda el grupo de expertos que publicó 'el libro blanco' para una reforma fiscal en 2022, a petición del primer Gobierno de coalición.
Es el tributo con mayor recaudación [más de 100.000 millones de euros cada año, por delante del IVA y de Sociedades] “y el que permite dar cumplimiento al mandato constitucional de progresividad del sistema tributario”. Es decir, que quienes más ganan, más deben contribuir. Por último, dos apuntes: el 80% de todo lo que recauda es de las rentas del trabajo y las rentas del capital pagan menos, sobre todo las de los más ricos, según se explica en esta información.
SMI y mínimo exento
Otra clave de este debate es si el umbral de renta exento de tributar el impuesto de la renta debe estar ligado al SMI o no. El salario mínimo “nunca estuvo exento de IRPF”, recuerda el economista Daniel Fuentes. “Otra cosa es que el SMI estuviera por debajo del mínimo exento y, por lo tanto, las personas sin más ingresos que el SMI no tributasen. El debate es otro: dónde situar el mínimo exento del IRPF y sobre la escala de progresividad”, continúa.
“Puede que haya buenas razones para que el salario mínimo interprofesional y el mínimo exento de IRPF sean iguales, pero ambas cosas cumplen funciones diferentes y será difícil encontrar alguna con una mínima justificación económica o social”, añade, por su parte, Juan F. Jimeno, experto ligado al Banco de España y presidente de nuevo Consejo Nacional de Productividad.
El salario mínimo ha subido mucho y muy rápido
El salario mínimo rebasó el umbral de ingresos exento del impuesto de la Renta por primera vez en 2022. Fue la primera vez que Hacienda lo adaptó. Algo que ocurrió porque antes el SMI era muy bajo y desde entonces el Gobierno lo ha subido mucho y muy rápido. Exactamente, un 61% hasta este 2025, acercándolo mucho al salario más frecuente.
De esta manera, otra clave de la decisión de Hacienda es que, en 2018, el salario mínimo era “marginal”. Apenas cubría a “unos pocos cientos de miles” de trabajadores y trabajadoras que no estaban bajo el manto de algún convenio colectivo.
Tras las sucesivas subidas del Gobierno de coalición progresista, el salario mínimo ha ido englobando cada vez a más y más gente. En un país de bajos salarios, el objetivo de tener un SMI que sea el 60% del salario medio neto ha ido superando las remuneraciones más reducidas de muchos convenios colectivos, hasta alcanzar a alrededor de 2,5 millones de personas trabajadoras, según los cálculos del Ministerio de Trabajo. Se trata casi del 13% del total de asalariados.
Distintos expertos consultados por elDiario.es lamentan que “si el SMI sigue acercándose al salario más frecuente, mucha gente deja de pagar IRPF. Esto es un problema económico, que muestra que los salarios en nuestro país son muy bajos, y eso es lo que hace que el salario medio esté muy encima del salario más frecuente”. La última derivada de este “problema” es que los salarios en general no han aumentado tanto como el SMI por la pérdida de fuerza de los sindicatos y exigua movilización de los trabajadores.
La Constitución
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, la vicepresidenta Yolanda Díaz leyó el artículo 31 de la Constitución: “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.
La ministra de Trabajo quería subrayar el mandato de “progresividad”, pero obvió la parte que se refiere a la universalidad. La Constitución recoge que la redistribución de la riqueza que hace el sistema tributario en un estado de bienestar no es solo vertical, es también porque es universal.
“El sistema tributario consigue que la sanidad te dé el mejor tratamiento posible, sea lo caro que sea, porque los más ricos pagan más y porque paga todo el mundo. No es solo progresividad, es universalidad”, explican a elDiario.es funcionarios de la Agencia Tributaria. “Lo contrario significa que cada vez se crean más espacios sin tributación”, rematan. En otras palabras, más agujeros en nuestro sistema fiscal, como los que ya tiene el IRPF en la tributación de las rentas del capital, o el impuesto de Sociedades cuando grava las ganancias de las multinacionales o los sectores oligopolísticos como el energético.
El 'error de salto' y otros problemas económicos
En el gráfico de esta información, con datos de la Agencia Tributaria de 2023, se observa que las empresas retienen entre un 2% y un 3% del IRPF de los salarios (rentas del trabajo) más bajos, aunque estén exentos de pagarlo. Y también se ve el escalón a partir del salario mínimo. En esta ocasión, Hacienda no va a volver a mover este escalón.
¿Cuánto le retienen a cada sueldo en el IRPF?
Tipo de retención media a los salarios de los españoles en el IRPF según el importe bruto cobrado en 2023
Fuente: Agencia Tributaria
El economista Miguel Almunia, que en una entrada del blog ‘Nada es gratis’ explica cómo funciona técnicamente el IRPF y lo que él denomina las ‘jorobas’ del impuesto, advierte de que este escalón es “un desincentivo” para que la persona que percibe el SMI quiera trabajar más horas (o declarar más renta), e incluso para que la empresa decida subirle el salario. Técnicamente, se conoce como error de salto.
“En definitiva, como suele ocurrir con las políticas tributarias, cada vez que se introduce una medida para solucionar un problema, se generan otros efectos no deseados. Los decisores políticos tienen que sopesar el equilibrio entre sus metas de redistribución y la generación de incentivos favorables a la actividad económica”, concluye este experto.
Un buen número de expertos defiende, además, que el IRPF se debe reforzar como “instrumento de control y gestión, en el que todo el mundo esté dentro”, para, por ejemplo, favorecer la concesión de ayudas o el diseño de políticas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o las prestaciones, según señala Luis Zarapuz, del gabinete económico de Comisiones Obreras.
“Pedagogía fiscal”
Las vicepresidentas y ministras de Hacienda y Trabajo, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, coinciden en que hace falta “pedagogía fiscal”, pero la segunda insiste en que hay que mirar a los más ricos. Prácticamente, existe consenso entre los expertos en que España necesita una profunda reforma fiscal para que se tapen los agujeros en el impuesto de Sociedades —los beneficios de las grandes empresas han crecido mucho más de lo que lo ha hecho su contribución fiscal—, o para que se iguale la tributación del capital (dividendos, alquileres...) a la del trabajo.
Pero el Gobierno apenas puede abordarla por su debilidad parlamentaria. En las últimas semanas, ha sido incapaz de sacar adelante el gravamen a las ganancias oligopolísticas del sector energético, con el que pretendía aumentar la recaudación en 1.000 millones. Mientras, ha anunciado rebajas fiscales a los propietarios que ingresan rentas por alquilar sus viviendas, a la que hizo referencia la propia Yolanda Díaz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Por otra parte, los argumentos del Ministerio de María Jesús Montero inciden que los informes de la OCDE reflejan que, en España, las rentas bajas y medias soportan un IRPF inferior a la media europea. Además, el salario mínimo tributa en el IRPF en países como Alemania, Francia, Países Bajos o Polonia.
El PP ha entrado en el debate con su receta económica que utiliza en todas ocasiones: la bajada de impuestos. “Reclamamos que deje de expoliar a los españoles y establezca la exención del IRPF hasta el salario mínimo interprofesional”, señaló el portavoz del Partido Popular, Borja Sémper. Además de insistir en que en España se sufre un “infierno fiscal”, Sémper apuntó que “Sánchez y Montero son los únicos que ganan: no ponen nada y lo recaudan todo”.
Las posiciones de los sindicatos mayoritarios
En los sindicatos mayoritarios, hay distintas posiciones. El líder de CCOO, Unai Sordo, ha explicado que el sindicato se centrará en exigir “que cualquier perceptor del SMI tenga garantizado que su salario neto sea al menos el 60% de la media salarial” y que esto se fije por ley. Sordo ya se había pronunciado en estos términos, sin rechazar la tributación en el IRPF, pero insistiendo en que el dinero que llegue al bolsillo de los trabajadores sea el 60% del salario medio
Por su lado, UGT ha lamentado que “no se haya mantenido la exención del IRPF para las personas que perciben el Salario Mínimo Interprofesional” y ha pedido al Ministerio de Hacienda “abrir un proceso de negociación que permita abordar en profundidad esta cuestión y garantizar que la fiscalidad en España sea verdaderamente progresiva y equitativa”.
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