Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Branded Content

Cómo empezar a entrenar sin gastar una fortuna en equipamiento

Dos jóvenes a pie de un campo de fútbol.

Cordópolis Brand

0

Hace un tiempo, un amigo mío, llamémosle Luis, decidió que ya estaba bien de excusas.

Tenía treinta y pico, una barriga que no había invitado pero que llegó para quedarse y la capacidad cardiovascular de un caracol asmático. Lo típico: jornadas de oficina eternas, cenas rápidas, pocas ganas de moverse y un sinfín de promesas de “el lunes empiezo”.

Pero un día se miró en el espejo y algo hizo clic.

Así que hizo lo que hace mucha gente cuando decide empezar a entrenar: se volvió loco comprando equipamiento.

Se gastó más de 500 euros en ropa deportiva de última generación. Zapatillas con tecnología “Air-Turbo-Super-Max” (o algo así), mallas de compresión que prometían activar la circulación, camisetas con tejidos transpirables de nivel olímpico… hasta una pulsera de actividad con GPS, pulsómetro y, probablemente, conexión con la NASA.

También se apuntó al gimnasio más caro de la ciudad. Porque claro, si iba a hacer las cosas, las iba a hacer bien.

El primer día llegó al gym con su equipamiento de alto rendimiento, listo para cambiar su vida.

Duró dos semanas.

Después, vinieron las excusas: “hoy llueve”, “mañana voy seguro”, “me duele un poco la rodilla”, “es que el gym siempre está lleno” … y, antes de que se diera cuenta, el equipo de lujo estaba cogiendo polvo en un rincón de su casa.

Y Luis… bueno, Luis volvió a su sofá.

El error que comete la mayoría de la gente

Luis no es el único.

Esto le pasa a muchísima gente cuando decide empezar a entrenar. Confunden la motivación con la compra compulsiva. Creen que gastarse un dineral en ropa y accesorios los hará más disciplinados, pero la realidad es que el 80% de ese equipo no les hará ni correr más rápido ni levantar más peso.

El problema no es el equipamiento.

El problema es que creemos que necesitamos tenerlo todo perfecto para empezar.

Pero aquí va una verdad incómoda: no necesitas la mejor ropa, las zapatillas más caras ni la tecnología más avanzada para entrenar.

Lo que necesitas es empezar.

Y para eso, te voy a contar cómo hacerlo sin arruinarte.

Regla de oro: Empieza con lo que tienes

Antes de abrir Amazon o entrar en cualquier tienda deportiva con la tarjeta lista para el desastre, haz esto: revisa tu armario.

¿Tienes unas zapatillas que no sean de vestir? Perfecto.

¿Tienes un pantalón corto y una camiseta vieja? También vale.

No necesitas nada más para empezar.

Si crees que necesitas “ropa especial” para moverte, ve a YouTube y busca vídeos de niños en África jugando al fútbol descalzos con una pelota hecha de bolsas de plástico. O de corredores en Kenia entrenando con ropa que tú probablemente usarías para estar en casa.

Ellos no esperan a tener el equipo perfecto. Simplemente corren.

Y ahí está la clave.

Si luego te gusta el deporte y decides seguir, ya irás invirtiendo en equipamiento poco a poco. Pero, para empezar, no necesitas nada de otro mundo.

¿Dónde sí merece la pena invertir?

Ahora bien, hay una cosa en la que SÍ recomiendo gastar dinero: las zapatillas.

Si vas a correr o a hacer entrenamientos de impacto, tener un buen calzado te ahorrará lesiones y dolores innecesarios. Pero “buen calzado” no significa el modelo más caro del mercado.

Hay zapatillas de calidad sin que tengas que vender un riñón. Busca opciones asequibles, pero con buena amortiguación y soporte.

Por ejemplo, en Atmósfera Sport tienes zapatillas de marcas reconocidas a precios razonables (y aquí es donde, sin que se note mucho, te recomiendo que eches un ojo).

El resto de cosas (camisetas técnicas, pantalones especiales, mallas de compresión, gadgets…) pueden esperar.

El mito de la ropa deportiva cara

Vamos a desmontar una mentira: no necesitas ropa deportiva de 100 euros para rendir bien.

Las camisetas transpirables de marca te prometen tecnología avanzada, pero al final del día, todas cumplen la misma función: absorber el sudor.

Si tienes una camiseta de algodón vieja, también puedes usarla para entrenar.

No te dejes engañar por la publicidad. Que una prenda tenga el logo de una gran marca no significa que vayas a hacer más dominadas.

¡Por supuesto! Aquí tienes el artículo con el enlace a Atmósfera Sport introducido antes, de manera natural y sin que parezca forzado.

¿Y si quiero entrenar en casa?

Otra excusa común: “No puedo entrenar porque no tengo material.”

Mentira.

Para hacer flexiones, sentadillas, planchas o burpees no necesitas absolutamente nada.

Para hacer peso muerto, puedes usar mochilas llenas de libros.

Para hacer curls de bíceps, botellas de agua.

Para hacer cardio, saltar.

No es el material lo que te impide entrenar. Es la pereza.

Si te hace ilusión comprar algo, un par de mancuernas ajustables son una buena inversión. Pero en serio, puedes empezar sin gastar un solo euro.

Trucos para encontrar equipamiento barato

Si después de todo esto sigues queriendo comprar material, al menos hazlo con cabeza.

Aquí van algunos trucos:

  1. Busca en outlets y tiendas online con descuentos
  2. En tiendas como Atmósfera Sport, hay ofertas en ropa y zapatillas sin necesidad de pagar el precio completo.
  3. Compra en rebajas
  4. Black Friday, enero, agosto… Hay momentos en los que los precios bajan, así que, si puedes esperar, hazlo.
  5. Segunda mano
  6. Hay gente que compra equipamiento, lo usa una vez y lo vende casi nuevo. Puedes encontrar chollos en apps de segunda mano.
  7. No te obsesiones con las marcas
  8. Hay marcas menos conocidas que ofrecen productos de calidad sin inflar el precio. No siempre es necesario pagar por el logo.

La clave no está en el equipamiento. Está en ti.

Si después de leer todo esto sigues creyendo que necesitas un outfit perfecto para empezar a entrenar, te estás poniendo excusas.

El equipamiento no te hace más disciplinado. La acción sí.

Luis, el amigo del principio, gastó 500 euros en ropa y material. ¿Sabes cuánto tiempo entrenó? Dos semanas.

Yo, cuando empecé, usé unas zapatillas viejas y una camiseta normal. ¿Sabes cuánto tiempo llevo entrenando? Años.

La diferencia no está en el dinero que gastas. Está en lo que haces.

Así que, si quieres empezar a entrenar, empieza hoy.

Con lo que tienes. Sin excusas. Sin gastar una fortuna.

Y cuando de verdad sientas que esto es parte de tu vida, entonces sí, invierte en lo que realmente te ayude a mejorar.

Pero primero, muévete.

Tu yo del futuro te lo agradecerá.

Etiquetas
stats