El comité de empresa de la factoría Guardian de la localidad alavesa de Llodio ha asegurado que “no va a haber ningún inversor ni continuidad de su actividad” y han dado por hecho que la multinacional estadounidense “despedirá a sus 171 trabajadores el próximo 14 de abril”. Tres representantes del comité de Guardian Llodio han comparecido en la comisión de Desarrollo Económico y Sostenibilidad de las Juntas Generales de Álava, a petición de EH Bildu, para explicar la situación generada por el cierre anunciado por la empresa. Jon Ander Mesonero, Jesús la Laguna y Luis Mari Peña han denunciado “la falta de transparencia con la que la dirección ha gestionado esta situación, sin valorar alternativas que puedan evitar el cese de la actividad y la destrucción de empleo”. Para los trabajadores “la avería del horno es una excusa, ya que la empresa no tiene interés en la planta de Llodio y, por lo tanto, la cierra”.
“No va a entrar ningún inversor en los próximos 30 días y no va a haber continuidad en la actividad que Guardian Llodio tiene a día de hoy. Y eso es una certeza, ha zanjado Mesonero, para comentar que ”los escenarios sobre posibles inversores que se están explorando no van a dar solución al problema“.
El comité de empresa ha recriminado que “Guardian se va a ir de rositas” y ha mostrado su convencimiento de que “no va a haber un inversor, por mucho que lo diga el Gobierno vasco y el diputado general”. “El Gobierno vasco no habla para nada de parar el ERE, solo habla de posibles inversores. El 2 de mayo ya no existirá la palabra Guardian en boca del Gobierno vasco”, ha pronosticado.
“Guardian ha dicho que si viene un inversor no va a obligarle a coger a trabajadores. Esa es la buena fe que tiene Guardian. Nosotros entendemos que el 14 de abril nos vemos en la calle. Si tienes un inversor o hay posibilidad, quita el ERE. La posibilidad de quitar el ERE está ahí. Si hay inversores, quita el ERE y nadie, ni las instituciones han salido a decir que hay que quitar el ERE”, ha manifestado.
El comité de empresa ha reiterado varias veces que “no hay inversores” y ha acusado al Gobierno vasco de “hacer mirar para otro lado a la sociedad y que nadie hable de que el ERE no se retira”. Los trabajadores han copado buena parte de su intervención en cuestionar la manera en que se realizó el apagado del horno, ya que limita las posibilidades de entrada de un hipotético inversor, así como el mantenimiento de la actividad de la planta.
En este sentido, han afirmado que “el horno está inservible y para tirar”, debido a “la forma en la que se llevó a cabo su parada”. Al respecto, han relatado que fueron “dos horas de trabajo”, para “quitar gas, materia prima y cortar”. “Dejaron el horno con todo el vidrio, el baño de estaño y todas las máquinas llenas. Eso no es controlado. Ese horno, ahora mismo, está inservible, por lo que no hay inversor que pueda meter mano a ese horno. A día de hoy, no vemos posible que alguien venga y que vaya a poner un dinero para hacer uno nuevo y que nosotros sigamos”, han razonado, para cuantificar en “más de 70 millones de euros” lo que supondría su coste.
Para el comité, el horno se ha parado “cómo y cuándo Guardian ha querido, con un grupo de trabajadores externos que llegan de madrugada y a escondidas”, para “llegar y, como se pone un botón, quitar la luz, el gas, el eléctrico y marcharse”.
“El horno mide seis metros por catorce de largo y está hecho de una piedra de vidrio, material refractario que ha perdido sus propiedades. Está parado y, si viene un inversor, va a estar parado igual un año, dos o tres. Que nadie se piense que un inversor tiene un plan de viabilidad hecho en dos meses”, ha indicado La Laguna.
El representante sindical ha criticado el proceder tanto del Gobierno vasco como Osalan durante la parada del horno, al aducir que “no hicieron nada, ni preguntas técnicas, ni mediciones, ni bajaron a ver la pared del horno”.
“Guardian puso como excusa que hay un peligro inminente de caída de una pared del horno. Si hay un peligro inminente de caída, Osalan no ha hecho ni un informe diciendo que se puede caer. Ni Osalan ni el juzgado han elaborado un informe de cómo está esa pared. No existe un informe que diga que esa pared se va a caer”, ha agregado, para desdeñar que “Guardian no ha acreditado nada para paralizar el horno”, mientras que “Osalan se pone de perfil y únicamente da voz a la empresa”.
Los trabajadores han explicado que la factoría tenía aprobado reparar la boca de carga del horno en caliente para finales de este año, lo que hubiera supuesto entre 1 y 4 millones de euros, pero, a su juicio, “la decisión de parar el horno estaba tomada”. “El horno podía estar en marcha ahora mismo y podía durar unos años más”, han lamentado.
Por último, han denunciado que “la fábrica alavesa ha tenido entre 7 y 12 millones de euros cada año de beneficios desde 2014 hasta ahora”, por lo que “nunca ha estado en pérdidas”. A pesar de ello, han enumerado “las numerosas deslocalizaciones” que ha realizado Guardian a lo largo de los últimos años.