Vox se ha quedado solo defendiendo la teoría de la conspiración sobre los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004 cuando acaban de cumplirse 21 años de la masacre en la que fueron asesinadas 192 personas y resultaron heridas más de 2.000. En 2007, la Audiencia Nacional confirmó la autoría islamista del ataque que hizo estallar múltiples bombas en varias estaciones del tren de cercanías de Madrid, condenó a 22 personas y descartó cualquier participación de ETA. Fue el Gobierno de José María Aznar el que mantuvo la autoría etarra durante los días siguientes del ataque y dirigentes del PP así como medios de la derecha trataron de mantener viva esa teoría durante años, únicamente con el fin de atacar al PSOE y a la izquierda. Pero en el 21 aniversario solo Vox ha tratado de desacreditar la verdad juzgada.
La formación de extrema derecha que preside Santiago Abascal volvía este martes a la carga con una campaña en redes sociales alimentando la duda y exigiendo “saber toda la verdad”, pese a que hace 18 años quedara acreditado judicialmente que fue obra de comandos yihadistas de Al Qaeda. “Como todos los años, estamos del lado de las víctimas que piden saber toda la verdad sobre el peor atentado terrorista de nuestra Historia. Memoria, dignidad y justicia para todas las víctimas del terrorismo”, exigían en X los dirigentes de Vox. La encargada de recalcar esas dudas fue la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, que en una comparecencia en el Congreso lamentaba que los “delitos hayan prescrito” y que “las principales pruebas, como los vagones, estén destruidas”. “Por desgracia, 21 años después, todavía no se conoce quién fue el autor intelectual de esos atentados”, sostuvo Millán.
Pero Millán no se quedó ahí y dirigió sus dardos contra el expresidente del Gobierno y dirigente del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, asegurando que su victoria, “propiciada”, según Vox, “gracias al atentado”, después “fulminó la reconciliación entre españoles, amparó las alas que se le dieron al separatismo golpista e incluyó a ETA en las instituciones para humillación de las víctimas del terrorismo”. Tras “solidarizarse” con las familias de las víctimas, Millán sentencio: “No hay mayor traición que no hacerles justicia y nosotros desde aquí queremos saber todo lo que ocurrió ese 11 de marzo”.
A esa misma teoría se apuntaba también en X el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith. “Las víctimas y sus familias merecen respuestas y el reconocimiento que nunca debe faltar. España merece saber la verdad, de una vez por todas”, afirmaba.
Los actos conmemorativos del atentado celebrados este martes reflejaron también la división que persiste entre los partidos, el Gobierno central, y las propias asociaciones de víctimas. Como viene siendo habitual, en Madrid hubo tres actos presididos por Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que acudió a todos: el que organizaba la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, en el que no hubo discursos; un segundo en la estación Atocha-Cercanías in memoriam de las víctimas en el que se realizó una ofrenda floral, organizado por la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo y las organizaciones sindicales UGT y CCOO; y un tercero en el Bosque del Recuerdo, del parque del Retiro, para conmemorar el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, organizado por la AVT.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, que la víspera no había recibido una convocatoria formal por parte del Gobierno de Ayuso para asistir al acto de la Puerta del Sol, se presentó por su cuenta. Martín aseguró a los periodistas que una decisión de “exclusión como esa, de división, se retrata sola”, pero evitó entrar de lleno en la polémica. “Hoy nos hemos reunido todos en la Puerta del Sol, digo todos. Hemos venido a la Puerta del Sol para rendir respeto, rendir respeto y acompañar a las víctimas de la mayor tragedia que ha sufrido nuestra región”, afirmó. El alcalde de Madrid, sin embargo, lanzó su pulla y justificó su exclusión asegurando que el Delegado del Gobierno de Sánchez ha sido declarado 'persona non grata' en las instituciones madrileñas porque “insulta y ofende gravemente” a la región y a la capital. “No rompe relaciones institucionales el que quiere mantenerlas, sino el que insulta”. “No cabe confundir la Delegación del Gobierno con una persona que ataca sistemáticamente a Madrid”, aclaró luego.
Mientras Vox se mantiene en sus trece de que no se conoce “la verdad” del 11M, el PP, capitaneado ahora por Alberto Núñez Feijóo, ha terminado asumiendo el lamentable error que cometió el Gobierno de José María Aznar cuando sucedieron los hechos. Aquel Ejecutivo sostuvo que detrás de la masacre estaba ETA, pese a que pocas horas después del atentado las numerosas pruebas recogidas por la Policía Nacional y el propio Ministerio del Interior –dirigido entonces por Ángel Acebes– ya apuntaban en la dirección de comandos yihadistas. Finalmente, la sentencia de la Audiencia Nacional descartó en todo momento cualquier vinculación del ataque con la banda terrorista vasca.
Pese a ello la Fundación FAES, que preside Aznar, seguía insistiendo el año pasado en un comunicado que “nunca jamás llegó a manos del Gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista”. “Ni callamos hechos ciertos, ni aceptamos mentiras reiteradas”, sentenciaba el texto. La dirección del PP se apresuró entonces a cerrar filas con Aznar y a atacar al PSOE, que criticó el comunicado. La secretaria general del partido, Cuca Gamarra, aseguró que no era “el día” para “atacar a quien en aquel momento estaba al frente del Gobierno de España”, ni “a todos aquellos que tuvieron que afrontar esos días”.
Ahora, el partido de Alberto Núñez Feijóo, pese a haber admitido la realidad de los hechos, sigue resistiéndose a decir públicamente que los atentados del 11M fueron perpetrados por terroristas yihadistas. Tanto Ayuso como Almeida se limitan a calificar el 11M como “el mayor atentado de la historia de España”, mientras lanzan sentidos reconocimientos a las víctimas, sus familiares, los servicios de emergencias, el personal sanitario y a todos los ciudadanos que las auxiliaron de una forma u otra. Así lo hicieron el año pasado en sus discursos durante los homenajes por el anterior aniversario. Este año, en el acto en la Puerta del Sol ninguno de ellos tomó la palabra.