Un perro se fuga del refugio donde vive para ser acariciado y todo queda grabado por las cámaras de seguridad

Alguien que te recibe siempre con alegría, que se emociona con cada vuelta a casa y que hace cualquier cosa por no separarse de ti: así son los perros. Estos animales no solo son compañeros leales, sino que también pueden llegar a sorprender con su inteligencia y capacidad para demostrar cuánto necesitan estar cerca de las personas. La historia de Tiki, un perro de nueve años, es un ejemplo de lo lejos que puede llegar un animal para encontrar esa compañía que tanto anhela.

Tiki, como cuenta el portal The Dodo, fue encontrado como perro callejero en Michigan el pasado 4 de julio. Sin dueño conocido, el refugio Humane Society of Huron Valley lo acogió para cuidarlo.

Siempre encontraba la manera de escaparse para buscar personas

Desde el primer momento, su energía y afecto conquistaron al personal, como explicó Wendy Welch, directora de marketing del refugio, no estaba traumatizado por si situación, sino que únicamente quería recibir mimos: “Llegó moviendo la cola, feliz de ser acariciado y amado por el equipo. No quería estar solo”.

Debido a la falta de espacio en el refugio, Tiki tuvo que quedarse en una oficina administrativa, pero su espíritu inquieto no tardó en hacerse notar. En una de esas noches, el perro logró escapar de su jaula, abrir la puerta de la oficina y caminar tranquilamente por el refugio en busca de alguien que pudiera acariciarlo. Su excursión le hizo llegar hasta llegar a la salida principal.

Allí se encontró con una veterinaria que, sorprendida por su hazaña, lo devolvió a su cubículo para que su aventura se quedara dentro de los límites de las instalaciones. Este no fue un incidente aislado: días después, volvió a repetir su fuga, demostrando una habilidad excepcional para escaparse.

Las cámaras de seguridad del refugio captaron a Tiki recorriendo los pasillos, aparentemente consciente de hacia dónde debía ir para salir. Según Welch, lo más sorprendente fue que el perro logró encontrar la entrada principal, que no es fácil de ubicar: “No es evidente dónde están las puertas principales. Tiki tuvo que atravesar varios pasillos y puertas para encontrarlas, lo cual es increíble”. Las imágenes mostraban cómo, al llegar a las puertas automáticas, simplemente esperó a que se abrieran desde dentro.

En una de sus escapadas, Tiki terminó en el jardín botánico Matthei, donde el personal del lugar lo identificó rápidamente y lo devolvió al refugio sano y salvo. Sin embargo, su necesidad constante de estar acompañado ha sido un problema.

Tiki no encajó con su primera familia adoptante

Aunque fue adoptado poco después de su rescate, fue devuelto debido a su ansiedad por separación. A pesar de ello, su suerte cambió meses después, cuando otra familia decidió darle una oportunidad definitiva.

Hoy, Tiki vive felizmente con sus nuevos dueños, quienes parecen haber encontrado la forma de satisfacer su necesidad de atención y cariño. El refugio confirmó la buena noticia en una actualización reciente: “Unos meses después, fue adoptado nuevamente, y parece que es un amor para siempre”. Así, esta historia demuestra que, para los perros como Tiki, el mayor premio no es la libertad, sino el calor de un hogar lleno de afecto.