Así van 'Socialité' y 'D Corazón' en audiencias un año después de reiniciarse: malos tiempos para la crónica social

Enero es sinónimo de estrenos y regresos en el calendario televisivo, pero también un mes propicio para que los programas que más necesitan una reformulación la materialicen en pantallas. Ya lo dice el refrán: “año nuevo, vida”. Y precisamente eso, empezar una nueva vida, fue lo que hicieron Socialité y D Corazón hace ahora doce meses.

El formato de Telecinco arrancó 2024 con la llegada de María Verdoy como presentadora en detrimento de María Patiño, siendo este el primero de los muchos cambios que experimentó durante de la pasada temporada. Tantos, que el actual Socialité poco tiene que ver con el que presentaba en su día la ex de Sálvame. Aunque para cambio radical, el de Corazón. Por cambiar, el espacio de La 1 ha cambiado hasta su denominación, que hace un año pasó a tener una 'D' delante. A esta novedad le siguieron varias más alrededor de Anne Igartiburu, que continúa al frente, pero en un entorno muy diferente al que tenía en la etapa clásica del programa.

Un año después de sus respectivas reformulaciones, los dos formatos de crónica social siguen adelante con el mismo deseo que tenían entonces: encontrar la fórmula para ganar público y hacerse fuertes en el mediodía de los fines de semana. La búsqueda continúa, y no parece que vaya a terminar pronto, pues hoy por hoy, ambas ofertas están muy lejos de encontrarla. Así lo dicen sus discretas audiencias, que pasamos a analizar a continuación.

Las audiencias de 'Socialité'

La presente etapa de Socialité dio comienzo el 6 de enero de 2024. Fue en dicha fecha, un día de Reyes, cuando María Verdoy hizo su debut como presentadora del programa. La hasta entonces colaboradora de Fiesta cogió el relevo de María Patiño como parte de la nueva era de Telecinco, que meses antes había decicido prescindir de Sálvame, de la mayoría de sus rostros y de su productora, la ya extinta La fábrica de la tele, que por aquel entonces también producía Socialité. Una decisión que provocó que Patiño saliera del programa en diciembre de 2023 y que, tres meses después, Fénix Media, la compañía de Christian Gálvez, pasara a producir el formato.

Los cambios no terminaron aquí. Tres meses más tarde, en junio de 2024, el programa inició otra etapa dentro de la empezada con Verdoy al estrenar una versión diaria de escasa duración (Socialité Club, que fue cancelada a los tres meses en Divinity), un nuevo plató, una nueva línea gráfica y un nuevo presentador, Antonio Santana, que desde entonces acompaña a María en la conducción del programa. Para entonces, Socialité ya había perdido a varios miembros de su equipo, siendo la marcha más destacada la de su director los últimos siete años, Javier de Hoyos, que poco después fichó por D Corazón y por Ni que fuéramos Shhh, reencontrándose en este último magacín con María Patiño.

Ahora, Socialité es un formato menos “de autora”, como así lo definió Christian Gálvez hace unos meses en alusión a Patiño, que además de dar paso a los temas, opinaba sobre todos ellos y tenía mucho peso en cada emisión. Su fuerte personalidad ha sido sustituida por el tono más moderado que transmiten Verdoy y Santana, si bien el programa sigue haciendo gala del 'gamberrismo' que tenía en su anterior etapa.

Lo que sí ha perdido Socialité es audiencia, aunque es difícil determinar si el bajón en su rendimiento se debe a todos estos cambios o a que el programa, como muchos otros de Telecinco, se ha contagiado de la crisis que sufre actualmente el canal. Independientemente del motivo, las cifras están ahí y dicen que el 'nuevo' Socialité apenas ha promediado un 9.1% de cuota y 588.000 espectadores en las 106 entregas que ha completado entre sábados y domingos en su primer año de vida.

Lo peor no es la cifra en sí, sino que no tiene visos de que vaya a mejorar a corto plazo. Sin ir más lejos, el programa firmó su peor cuota hace una semana, el pasado 11 de enero, con un 7.2%. Más tiempo hace de su mínimo espectadores (440.000 el 17 de agosto), y más todavía de sus picos de audiencia (12.8% de share el 6 de abril; 845.000 televidentes el 14 de enero de 2024). Por ahora, su mejor mes es febrero de 2024 con una media del 10.2% de cuota y 703.000 espectadores, mientras los peores son precisamente los últimos: noviembre (8.1%) y diciembre (516.000). Enero 'amenaza' con empeorar a ambos y marcar el nuevo suelo del programa, que ahora mismo promedia un 7.1% de cuota y 477.000 espectadores contando sus emisiones hasta el día 12.

Audiencias mensuales de 'Socialité' en el último año:

Por tanto, se puede decir que Socialité está ahora mismo en su momento más bajo de audiencias. María Patiño lanzó un dardo al respecto hace unas semanas -“y yo me quejaba con un 11.7%”, escribió en su perfil de X-, hurgando así en la herida de un formato que ahora mismo está por debajo de la media de Telecinco, con todo lo que ello supone para la cadena y para el propio formato.

Diferencia de Socialité con la media de Telecinco en el último año:

Las audiencias de 'D Corazón'

El veteranísimo Corazón sufrió la mayor reformulación de su historia el 20 de enero de 2024, cuando además de cambiar su plató, su nombre y sus grafismos, dejó de ser un sencillo y breve programa de crónica social presentado por Anne Igartiburu para convertirse en una tertulia moderada por la presentadora vasca junto a Jordi González, al que TVE encontró aquí acomodo (al margen de la conducción de Lazos de sangre) tras el fallido resultado de La Plaza.

En su primera entrega, el ahora conocido como D Corazón contó como tertulianos con Carmen Lomana, Euprepio Padula, Alba Carrillo y Omar Suárez, aunque desde aquel día han sido muchos los colaboradores que han pasado por el programa. De todos ellos, probablemente ninguno ha dado tanto de qué hablar como Terelu Campos, que dejó TVE -no sin cierto revuelo- para volver a Telecinco y fichar por De Viernes, donde continúa en la actualidad.

El cambio de tertulianos no ha venido acompañado de un cambio significativo en las audiencias del espacio, que en todo este año han sido muy discretas, empezando por el día de su debut (6.1% y 409.000). Dos semanas después, TVE recortó 30 minutos la duración del programa, señal inequívoca de que el inicio no había sido bueno.

Un año después, el programa sigue en cifras similares después de 94 emisiones, en las que ha promediado un 6.9% de cuota y 493.000 espectadores (hasta el 12 de enero). Su pico lo alcanzó el 12 de octubre (13% y 822.000) gracias al arraste de desfile de la Fiesta Nacional (38.4% y 1.875.000), aunque si quitamos este registro dado el contexto excepcional en el que fue logrado, su mejor dato lo encontramos al día siguiente (8.9% y 636.000). Y el peor, el 18 de agosto (4.2% y 268.000).

Audiencias mensuales de 'D Corazón' en el último año:

Mientras Socialité ha ido de más a menos en los últimos meses, D Corazón ha mantenido una mayor regularidad que le ha ayudado a acercarse a su rival de Telecinco. Aun así, sus cifras llevan un año siendo difícilmente sostenibles para su franja y para la cadena, y su media se ha quedado varios puntos por debajo todos estos meses.

Diferencia de 'D Corazón' con la media de La 1 en el último año:

'Socialité' y 'D Corazón', una aportación negativa para Telecinco y La 1

Así pues, la conclusión es que ni Socialité es un activo en audiencias para Telecinco, ni D Corazón lo es para La 1. El pobre desempeño de ambos programas se enmarca en el difícil momento que parecen atravesar los programas de corazón, que también se aprecia en los discretos datos que marcan diariamente Y ahora Sonsoles, TardeAR y el segundo tramo de Vamos a ver.

La tertulia de Joaquín Prat compite de lunes a viernes contra las nuevas entregas de La ruleta de la suerte, el mismo concurso que cada fin semana eclipsa a Socialité y D Corazón a base de reposiciones en la franja de mediodía. El programa de Antena 3 suele estar entre lo más visto los sábados y los domingos con cifras que duplican, e incluso triplican, a las de Socialité y D Corazón. Por tanto, es irreal pensar que la batalla de ambos formatos pasa, ahora mismo, por ganar a La ruleta. Ni siquiera por plantarle cara. Su meta, al menos a corto plazo, debe ser dar con la tecla y crecer lo suficiente para empezar a justificar en audiencias, aunque sea con un año de retraso, los cambios que experimentaron a comienzos de 2024.