'La vida breve': comedia, ranas y guiños al presente en la irónica serie sobre el reinado más corto de nuestra historia

Los cuatro protagonistas de 'La vida breve', la nueva serie de Movistar Plus+

Pedro Zárate

Entre los múltiples cambios que ha sufrido la industria española por la irrupción del streaming hay uno que afecta directamente al género histórico. Centrándonos en el siglo XXI, antes de la llegada de las plataformas teníamos una serie troncal, Cuéntame cómo pasó, que repasaba los acontecimientos más importantes ocurridos en España desde los años 60 en adelante, y junto a ella, varias series satélite que miraban al pasado para contar historias más o menos universales. Había excepciones como Isabel, que sí se circunscribía a los hechos de personajes reales de nuestra historia, pero lo habitual era que las series de época utilizaran su ambientación histórica como una mera excusa para hablar de amor (Velvet), espionaje (El tiempo entre costuras) o aventuras (Águila Roja).

El Ministerio del Tiempo, estrenada solo unos meses antes de que Netflix aterrizara en nuestro país (octubre de 2015), concentraba todo lo anterior en sí misma. Tenía romances, espías y aventuras, pero además repasaba nuestro pasado más reciente, igual que Cuéntame, al mismo tiempo que podía echar la vista atrás a cualquier etapa conocida de nuestra historia. Durante años, los 'ministéricos' y los Alcántara convivieron en la parrilla de La 1 mientras la producción de series españolas empezaba a crecer en paralelo a golpe de streaming. Ahora, ni una ni otra están en emisión, pero el crecimiento que se produjo a su alrededor ha derivado en una oleada de series centradas en recordar momentos muy concretos y figuras muy específicas de la historia de España.

Solo en los últimos cinco años hemos tenido producciones sobre la vida de personajes tan dispares como El Cid (El Cid), La Veneno (Veneno), Balenciaga (Cristóbal Balenciaga), Miguel Bosé (Bosé), Ángel Cristo y Bárbara Rey (Cristo y Rey), Nacho Vidal (Nacho) e, incluso, el líder de Los Miami (El Inmortal). Además, también se han contado acontecimientos tan precisos como el primer asesinato de ETA (La línea invisible), el asalto al Banco Central (Asalto al Banco Central), la vida en La ruta del bakalao (La ruta) o la llegada a España del musical Jesucristo Superstar (Camilo Superstar). Todo esto, sin obviar algunos de los capítulos más mediáticos de nuestra crónica negra (El cuerpo en llamas, El caso Asunta, El Marqués).

La serie sobre el reinado más corto de España

La tendencia seguirá en 2025 con una serie sobre la victoria de Massiel en Eurovisión (La canción), otra sobre la vida de la reina Victoria Eugenia (Ena) y otra sobre la cantante Yurena (Superestar), por citar algunos ejemplos, aunque la más inmediata es La vida breve, la nueva ficción original de Movistar Plus+, cuya existencia también se explica en el marco de esta corriente.

La serie, que se estrena este jueves 13 de febrero, cuenta la vida en palacio de Luis I (Carlos Scholz), el rey más efímero de todos los que ha tenido España. El hijo de Felipe V y María Luisa de Saboya, el primer rey borbón nacido en suelo español, solo ocupó el trono durante seis meses, de ahí que únicamente figure en los libros de historia como una nota a pie de página.

La vida breve lo rescata del olvido para contar al gran público su historia y las de su padre, Felipe V (Javier Gutiérrez), su madrastra, Isabel de Farnesio (Leonor Watling) y su esposa, Luisa de Orleans (Alicia Armenteros), que se reparten con él el protagonismo de los seis capítulos (35 minutos de duración cada uno). Cristóbal Garrido y Adolfo Valor firman todos tras haber hecho lo propio con los seis episodios de Reyes de la noche, su anterior trabajo para Movistar Plus+, que ya exploraba un momento muy concreto de nuestro pasado (la rivalidad radiofónica entre José María García y José Ramón de la Morena), aunque con personajes simplemente inspirados en los reales.

Aquí, en cambio, Luis I es Luis I. O lo que es lo mismo, un joven príncipe que asume precipitadamente el trono por la abdicación de su padre, que por aquel entonces sufría serios problemas de salud mental. De hecho, la Historia suele recordar a Felipe V como “el rey que salió rana” porque tenía alucinaciones con ranas (también se creía una, aunque esto lo obvia la ficción), de ahí que el paso de los siglos lo haya dibujado como un personaje que se presta a la mofa. Esto, unido a la brevedad del reinado de su hijo y la vocación humorística de los creadores de la serie, justifica que La vida breve sea generalmente una comedia. Y por ello, también una rareza, pues la comedia histórica es un género apenas explorado en nuestra televisión. Probablemente por una cuestión de presupuesto, como explicó hace unos días Javier Gutiérrez durante su entrevista con verTele.

Guiños a nuestro presente y el tragicómico Felipe V

Reyes de la noche sería el ejemplo más cercano si la contamos como comedia histórica, aunque la etiqueta “histórica” suele asociarse a las series ambientadas, más o menos, un siglo antes de su emisión en televisión. Aquí encaja mejor El Ministerio del Tiempo, que al margen de lo ya dicho, también destacaba por sus golpes de comedia. La vida breve 'hereda' su espíritu humorístico al establecer ingeniosas conexiones entre la época en la que se ambienta (el año 1724) y nuestro presente. La mítica escena de Julián (Rodolfo Sancho) recitando la letra de Maneras de vivir ante Lope de Vega, vista en la primera temporada de la serie de los hermanos Olivares, tiene aquí su equivalente con temas como la ruptura de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar o la mismísima Constitución, cuya irónica mención al derecho a la vivienda da pie a una de las escenas más divertidas de La vida breve.

De hecho, los momentos más cómicos de la nueva apuesta de Movistar Plus+ se producen justo así, cuando guiña el ojo al espectador con referencias actuales y cuando ironiza al máximo con nuestro pasado y nuestro presente (sobre todo el de los borbones). Ambos recursos se intercalan con un humor absurdo de resultado dispar, ya que origina momentos disparatados y otros, los que más, que no lo son tanto, lo que desluce el balance general de la serie en el apartado cómico.

Afortunadamente, La vida breve no es solo una comedia. Como toda historia palaciega, también tiene su trama de conspiración, aunque lo más destacable es el retrato tragicómico que ofrece de Felipe V a través de Javier Gutiérrez, que una vez más se mueve como nadie entre la comedia y el drama. Su monarca causa risa por sus alucinaciones anfíbicas y su insaciable apetito sexual, pero son la melancolía y la tristeza que inundan su rostro (originadas por su llegada, de rebote, al trono de una España decadente desde su Francia natal) las que dejan más huella. Sobre todo a partir de la segunda mitad, que es cuando La vida breve hace gala de un tono más serio.

En este sentido, la serie se puede dividir en dos mitades bien diferenciadas. En la primera, más cómica, Luis I es tan sobrado como pringado y Luisa de Orleans, muy alocada para su época. Y en la segunda, Isabel de Farnesio maniobra en la sombra mientras Felipe V está cada vez más inestable. En ambas partes, La vida breve luce como lo que es: una comedia con presupuesto de drama, como bien reflejan sus pomposos trajes y sus monárquicas localizaciones (entre ellas, el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso), que consiguen transportarnos fielmente a la España del siglo XVIII. Quizá este sea su principal valor, su reivindicación de que las series de comedia también merecen tener altos niveles de producción. Porque cuando se trata de hacer ficción, no debería haber géneros de primera y de segunda, sino solo géneros, a secas, con los que contar historias que merezcan la pena.

Etiquetas
stats