'La isla de las tentaciones 8' reencontró a Alba y Gerard con un final dramático y reveló la primera infidelidad de los chicos

Gerard y Alba, en 'La isla de las tentaciones 8'

Paula Hergar

28 de enero de 2025 01:46 h

La nueva entrega de La isla de las tentaciones 8 dio la bienvenida a una nueva pareja - para cubrir el hueco de Fran y Ana-, a la vez que despidió a otra: la formada por Alba y Gerard.

Además, el programa mostró cómo acabó el momento del beso entre Manuel y Anita. Una primera infidelidad que marca el pistoletazo de salida para el resto. La segunda ha sido la protagonizada por Eros y su tentadora.

Todo ello en una noche en la que los espectadores conocieron a Tadeo y Stefhany - aunque los seguidores del Debate ya los vieron-, la nueva pareja que llegó con rencillas del pasado, con una de las tentadoras y hasta con Montoya, ya que son del mismo pueblo.

La hoguera de confrontación de Alba y Gerard: “Te quiero pero me quiero más a mí”

Alba llegó la primera a una hoguera de confrontación que había pedido para pedirle perdón a Gerard y tras escucharle decir que una tentadora le gustaba. La joven se desesperó al ver que no llegaba su novio y pasaban los minutos. Se derrumbó ante Sandra Barneda, pero él acabó llegando.

Gerard entró hecho una furia: “No me mereces, no merezco esta falta de respeto. Vinimos aquí con la intención de que cambiaras tus celos, tus inseguridades, yo necesitaba que nos pusiéramos a prueba. Que aguantáramos hasta el final. Me condicionas, me manipulas, como haces siempre. Tendría que haberme ido sin que me dieras explicaciones. Pero necesito que entiendas que no siempre te puedes salir con la tuya”, soltó.

A lo que Alba respondió entre lamentos: “No sabes lo arrepentida que he estado. Quería pedirte perdón, si tengo que arrodillarme lo haré. Me he pasado las noches llorando abrazada a tu camiseta. No lo estoy pasando bien. Me pediste una segunda oportunidad en Madrid y ahora te la pido yo. Lo siento, me comporté con una imbécil, pero te quiero”.

Gerard continuó indignado: “Quería tentarme para demostrarte que aunque me tentara te amo. Demostrarte que no te iba a ser infiel. Has pedido esta hoguera siendo egoísta, pensando que si me gustaba alguien así no podía seguir conociéndola. Has pensado que si lloras un poco, pides una hoguera, y se acabó todo. No es suficientemente madura, tendría que haber aguantado”.

Mientras Alba seguía sin creérselo: “Yo no vine aquí para que te tentaras. Vine para que viera si podía confiar en ti. Y le estás diciendo a una chica que te gusta. Si me gusta una persona no puede gustarme otra”.

Tras varios minutos de desencuentros, Barneda preguntó a Alba cómo quería abandonar la experiencia: “Con mi novio, con mi chico”, aseguró. Pero al preguntárselo a Gerard, la respuesta fue distinta: “La quiero, la amo como nunca a nadie, pero esto me está costando la felicidad. No veo que haya puesto de su parte, vinimos a arreglar problemas que no se van a arreglar y no puedo más. Me voy solo. Te quiero, pero primero me quiero a mí”.

Él se marchó entre lágrimas, pero seguro de su decisión, dejando a ella hecha un mar de lágrimas y gritando su nombre, sin poder creerse lo que acababa de pasar.

Anita y Montoya, en caminos muy distintos

El programa anterior había acabado con el primer beso de Anita y Manuel, y este continuó con lo que ocurrió tras él. La temperatura del jacuzzi subió tanto que el joven le pidió a ella una toalla para salir del agua.

“Hemos tenido un beso de película”, aseguraba Anita, que al día siguiente repitió cita con Manuel. Tan desencantada estaba de Montoya e ilusionada con Manuel, que acabó quemando el peluche de su novio para desahogarse.

Paralelamente, Montoya se dejó querer por Gabriela, y por el resto de tentadoras que se metieron en su camba bromeando. Por lo que decidió seguir siendo la alegría de la huerta, a pesar de su tristeza por Anita.

Eros y Bayán directos a morder la manzana

Eros y Bayán parecen haberse olvidado el uno del otro. Bayán se mostró cada vez más interesada por Torres, con quien durmió por la noche y le dio una cita.

Mientras Eros aún va más rápido con Érika. Estuvieron toda la noche masajeándose en las hamacas, él le confesó que le gustaba mucho, pero que no quería llevarse el chasco que se había llevado con Bayán. Y cuando ella le aseguró que estaba empezando a sentir por él, se besaron por primera vez.

Después decidieron dormir juntos: “Solo abrazados”. Pero la cosa se calentó un poco más. No tuvieron sexo, pero sí disfrutaron de los preliminares.

Joel y Andrea casi invisible

Por su parte, Joel y Andrea también llevan el mismo ritmo tranquilo, dejándose querer por sus tentadores, pero sin cruzar límites. Así, él se deja acariciar el brazo por una de las solteras, y ella se muestra interesada en Borja. Pero poco más.

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