Un paseo con paisajes preciosos en España que es perfecto para senderistas: recorre estrechos y ríos

Estrechos del Ebron

Sofía Alcahud

0

Entre la Sierra de Javalambre y los Montes Universales, en la provincia de Teruel, encontramos uno de los senderos más bonitos de España: la senda de los Estrechos del Río Ebrón. Un sendero que recorre el curso de este río, afluente del Turia, y que conecta las poblaciones de Tormón y El Cuervo, a unos 40 minutos en coche de Teruel. A lo largo de sus 8 kilómetros (solo de ida) podremos contemplar un paisaje dominado por salvajes cañones excavados en las rocas, profundas gargantas y estrechos, una abundante y variada vegetación y las aguas cristalinas del río, pero también pasarelas metálicas, puentes y una cascada.

Para comenzar el itinerario —para el que necesitaremos entre 5 y 6 horas de caminata— tenemos que partir desde la localidad turolense de El Cuervo. Antes de empezar la ruta, merece la pena dedicar un tiempo a conocer su patrimonio con monumentos como la Ermita de San Pedro y la de San Roque, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVII, o las capillas de la Virgen del Carmen y del Pilar. En la Plazuela del Horno se puede visitar un olmo de más de 300 años de antigüedad y 4 metros de alto que podría tener su origen en la época de Carlos III.

Para iniciar nuestra ruta, y aunque se puede llegar en coche hasta el punto de partida, lo más recomendable es aparcar en el merendero de Los Chorros y caminar unos 45 minutos hasta el inicio del sendero. Una vez nos encontramos en el Pozo de la Olla, punto de partida del recorrido, seguiremos el camino que marca las indicaciones hacia Alobrás y Tormón, rodeados ambos de montañas y con unos paisajes espectaculares.

La senda de los Estrechos se divide en dos tramos diferenciados. El primero transcurre sobre el río, entre puentes y pasarelas y en el que no encontramos prácticamente desnivel; mientras que el segundo sí que recorre el desfiladero en dirección a la cascada de Calicanto.

En el primer tramo pasamos por una acequia, subimos una colina por unas escaleras y cruzamos por una barandilla de cables metálicos. A continuación, el sendero transcurre hasta llegar a una pasarela de madera que nos ayudará a cruzar el cauce del río.

El camino, rodeado de vegetación como chopos y álamos, nos conduce a unas pozas de aguas cristalinas. En este lugar es habitual encontrarse bañistas en verano, por lo que si es un día caluroso, no dudes en darte un chapuzón.

Más tarde, las paredes del cañón se van estrechando poco a poco hasta llegar a los Estrechos del Cañamar. Este tramo del sendero es uno de los más impresionantes porque las paredes de roca se cierran hasta formar pasadizos naturales. En esta zona, el camino se eleva entre pasarelas y escaleras sujetas a las rocas ofreciendo unas vistas únicas al paisaje.

Más adelante, el sendero se agranda mientras coge altura en un pequeño paso con escalones y cables de seguridad. Esta parte del recorrido nos lleva hasta el Puente Natural de la Fonseca. Se trata de una formación geológica en forma de arco de roca realizada por la erosión del río y que se puede contemplar tanto desde la cima como desde la base. A través de este puente se puede cruzar el cañón. Si seguimos ascendiendo por el sendero, llegamos a una cornisa protegida por barandillas donde podremos admirar las vistas panorámicas del cañón. Desde el Puente Natural de la Fonseca, cruce de caminos, podemos hacer que la ruta sea semicircular.

Al poco tiempo, el itinerario comienza a descender hacia el río pasando por construcciones en ruinas y cruzando una pasarela que nos lleva a la Cascada de Calicanto, una majestuosa caída de agua de al menos 20 metros de altura cubierta por un peñasco y rodeada de musgo y vegetación. Es un lugar perfecto para hacer una parada y disfrutar del paraje.

Para finalizar, el camino vuelve a ascender levemente hasta conectar de nuevo con la carretera hasta alcanzar el pueblo de Tormón, punto final de esta impresionante ruta. Al no ser circular, o bien tienes algún vehículo esperándote en Tormón, o bien tienes que desandar todo el camino y recorrer de nuevo los 8 kilómetros.

Independientemente de la opción que hayas escogido, si te apetece dar una vuelta por Tormón no puedes perderte las ruinas que encierra este enclave y que son testigo de muchos de sus edificios más históricos, como el castillo, sus pozos y lavaderos, los molinos de harina, el horno de pan o sus antiguas minas de hierro. También puedes visitar sus pinturas rupestres, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).

Recomendaciones y precauciones

Antes de lanzarte a la aventura para realizar la ruta del río Ebrón es importante tener en cuenta algunas recomendaciones y precauciones que pueden ser de gran ayuda:

  • Es muy importante utilizar un calzado adecuado. Este sendero tiene un terreno muy rocoso y resbaladizo, por eso es esencial llevar unas botas o zapatillas cómodas y con buen agarre.
  • La caminata es bastante larga (de 16 kilómetros si hacemos ida y vuelta a pie) y puede durar varias horas dependiendo de las paradas y el ritmo, por lo que es primordial llevar abundante agua y algún tentempié para reponer energía.
  • Durante el itinerario es importante respetar la fauna y la vegetación. Se trata de un espacio natural con diversas especies.
  • El recorrido transcurre por un cañón. Es aconsejable posponer la expedición si hay previsión de lluvias, ya que puede ser peligroso.
  • Algunos tramos son muy estrechos y empinados y cuentan con pendientes muy pronunciadas, de modo que si sufres de algún tipo de miedo a las alturas o a los espacios pequeños esta ruta no es para ti.
Etiquetas
stats