La única cueva de origen marino visitable de Europa está en este municipio de Málaga

El municipio malagueño de Rincón de la Victoria goza de un patrimonio geológico que compite con cualquier ciudad europea e incluso internacional. No se trata de  paisajes geológicos sobresalientes, como los que podemos encontrar en los Lagos de Covadonga (Asturias), el Peñón de Ifach (Alicante) o el Valle de Ordesa (Huesca), sino que bajo tierra encontramos la Cueva del Tesoro, una cavidad que hace honor a su nombre por toda la historia que alberga.

La Cueva del Tesoro, también conocida como Cueva del Higuerón, impresiona por la forma que han adquirido sus paredes, erosionadas por la acción del mar. También lo hace por el agua que recorre muchos de sus rincones. Y eso es lo que precisamente la distingue de muchas otras: está considerada como la única cueva de origen marino de Europa y una de las tres únicas que hay en el mundo. Las otras dos están en Asia y América Central. 

Según explican desde el consistorio, se trata de un gran complejo subterráneo formado por una serie de recorridos y galerías típicos de cuevas submarinas, con gargantas y columnas que son la base de la cueva actual. Además, las filtraciones de agua dulce también han favorecido la formación de estalactitas y estalagmitas.

En total, la Cueva del Tesoro está formada por varios kilómetros de galerías a las que difícilmente se puede dejar de admirar durante el recorrido, por la curiosa y singular estampa que conforman. 

La cueva de los mil tesoros

Este rincón malagueño ha sido refugio de diversas épocas y civilizaciones, como prueban los restos del Paleolítico y de la Edad de Bronce hallados en su interior, así como muestras de Arte Rupestre. También fueron encontradas cerámicas del Neolítico, una punta de flecha del Solutrense, puntas de sílex, lascas, cuchillos pulimentados, pulseras, punzones y arpones óseos, entre otras herramientas. 

Además, los investigadores que han trabajado allí han informado de restos fenicios y árabes. Y quizás estos últimos sean los más importantes, porque todos no se han llegado a localizar. Precisamente ese reto es el que se le plantea a los visitantes: encontrar el famoso tesoro escondido en el siglo XII por árabes que llegaron huyendo de las revueltas de su tierra. 

La Cueva del Tesoro queda a unos veinte minutos de la ciudad de Málaga y es apta para toda la familia, porque la mayoría de las zonas de la cueva son de dificultad baja. También se ha habilitado un acceso para personas minusválidas, aunque solo podrán contemplar la Sala de la Virgen. Se puede visitar de lunes a viernes mediante reserva previa y hasta completar aforo. Otra opción para recorrer sus galerías es la visita teatralizada que se lleva a cabo el último domingo de mes, informa el ayuntamiento de este municipio andaluz.