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Sobre este blog

El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon. 

Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.

Sombras

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Vivimos tiempos de sombras. Tiempos que transcurren entre la polarización y la objetividad. Navegamos, como Ulises, entre Escila y Caribdis. Pero polarización y objetividad tienen algo de mentira. Nos engaña la polarización cuando comprobamos que somos personas civilizadas que todavía podemos tomar una cerveza con gente que piensa en casi todo de un modo opuesto al nuestro. Siempre me pareció sorprendente aquello que se decía hace unos años de que los diputados, después de enfrentarse en el hemiciclo, se reunían amigablemente en la cafetería del Congreso. Me parecía sorprendente porque se decía como crítica, como si la discusión política tuviera que culminar siempre –para no ser tildada de tibia– con el asesinato de César. Eso que muchos censuraban es algo que hoy probablemente echarán de menos, porque es verdad que cada vez es más infrecuente.

También nos engaña, sin embargo, la pretendida objetividad. Puesto que no somos objetos, toda aspiración a ella estará condenada al fracaso. Una cosa es no falsear, no calumniar. Y otra querer que los sujetos no sean subjetivos. Nada es más mentiroso que un dato. La supuesta asepsia de un dato puede ser esgrimida con más facilidad que un puñal. Fact-checkers sí, robots no.

De nuevo, como en casi todo –ya perdonarán el aburrimiento–, quizás la clave esté en el punto medio. En no dejarse arrastrar por la tormenta mientras procuramos que la información o la desinformación no terminen por sepultar del todo nuestra visión del mundo. 

Pensé en esto viendo algunas de las fotografías de la pintora Gabriele Münter que aún se expondrán unos días en el Museo Thyssen de Madrid. Frente a todas las reglas técnicas, en muchas de las instantáneas podemos ver proyectada su sombra. Esto, que en su día fue considerado un error, nos permite no obstante saber que hubo una persona al otro lado. No una cualquiera, sino una concreta. Con nombre y apellido. La sombra de Münter sobre el pavimento del tiempo detenido en una vieja calle de Misuri es también la sombra de la verdad del modo en el que esta puede ser percibida. Sosegadamente. Subjetivamente. 

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