Un profesor de judo de Oviedo pacta con la Fiscalía seis años de cárcel por agredir sexualmente a tres alumnas de 15 años

Un profesor de judo, que impartía clases en tres colegios públicos de Oviedo, entró este miércoles en la Audiencia Provincial de Asturias acusado de tres delitos continuados de agresión sexual a tres alumnas de 15 años en 2023. Se enfrentaba a una petición de pena de la Fiscalía de 16 años y cuatro meses de cárcel.

Sin embargo, su abogado defensor Luis Tuero ha logrado un acuerdo con el Ministerio Fiscal y el acusado ha abandonado la sede judicial con una condena de seis años y medio de cárcel y su inhabilitación para trabajar con menores durante 15 años.

El reconocimiento explícito de su conducta ha sido clave para obtener una sensible rebaja en la petición de pena inicial de la Fiscalía. Pero no ha sido la única circunstancia atenuante que ha jugado a su favor. Su abogado defensor ha acreditado el depósito de dinero en la cuenta judicial como reparación del daño a las víctimas y ha alegado que su representado presenta un problema psíquico.

El acusado además tendrá vigente una medida de libertad vigilada durante siete años, cuyo contenido se determinará a la vista de la propuesta que se eleve en su día y será inhabilitado para el ejercicio de los derechos de patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento durante ocho años, según el acuerdo alcanzado.

El acercamiento a las menores

Las agresiones sexuales del monitor, de 39 años, fueron denunciadas por las familias de las tres menores en 2023 a raíz de que las víctimas decidieran dejar los entrenamientos ante los comportamientos del acusado.

Según el relato de la Fiscalía, el profesor aprovechaba su condición de entrenador para acercarse a las menores y crear un vínculo cercano y distinto al que tenía con los demás alumnos.

La confianza se tradujo en un trato personal en las redes sociales, al añadir a las tres menores a un grupo de WhatsApp a través del que organizaba actividades lúdicas fuera de lo estrictamente deportivo, como rutas en bicicleta o salidas a la playa que realizaban en la furgoneta del acusado.

Unas conductas “totalmente inapropiadas”

Sin embargo, una vez que ya se había ganado su confianza, el acusado comenzó a desviar habitualmente las conversaciones que mantenía con las tres adolescentes a temas sexuales que, según el Ministerio Fiscal, eran “totalmente inapropiados y alejados de cualquier fin educativo o didáctico”.

“En ese ambiente de relajación, confianza y camaradería, valiéndose de su condición de monitor y de la diferencia de edad, además de dirigirles expresiones de clara significación sexual, les prodigaba abundantes gestos de afecto, como besos y abrazos, fuera de los límites socialmente admisibles”, señala la Fiscalía en su escrito de calificación de los hechos.

Las menores acudían a los entrenamientos y participaban en las actividades de ocio programadas por el profesor. Las primeras salidas fuera del entorno escolar ocurrieron durante los primeros días de enero de 2023, cuando el acusado llevó en su furgoneta a Gijón a las tres alumnas.

Las agresiones

“Durante el trayecto, con ánimo libidinoso, el acusado realizó tocamientos a una de ellas, y a su regreso a Oviedo, llevó a ésta y a otra de las menores a su domicilio”, señala la Fiscalía.

Una vez en el interior de la vivienda, según la acusación, el acusado enseñó objetos sexuales y tuvo con las dos menores “conductas inapropiadas”.

Unos días después, volvió a llevar a su casa a una de las víctimas con pretextos relacionados con el judo y volvió a repetir su conducta con la misma joven después de dar clases en un colegio de Oviedo.

Las menores abandonaron los entrenamientos

En marzo, las tres menores decidieron dejar los entrenamientos. Cuando sus familiares tuvieron conocimiento de lo que ocurría con el monitor decidieron denunciarle. Las denuncias se presentaron los días 15, 16 y 17 de marzo.

Tras aceptar los hechos, la sentencia se ha pronunciado 'in voce', por lo que el acusado ha sido condenado por tres delitos continuados de agresión sexual con las atenuantes de reparación del daño y anomalía psíquica. Además, tendrá vigente órdenes de alejamiento de las tres menores.

Órdenes de alejamiento

En el caso de la primera menor, el acusado tendrá vigente una orden de alejamiento durante 10 años y no podrá acercarse a ella a menos de 300 metros. La indemnización fijada asciende a 15.000 euros por el daño moral sufrido y será responsable civil subsidiario el club de deportes al que pertenecía el acusado y su compañía de seguros, solidariamente con éste.

En el caso de las otras dos menores, la orden de alejamiento a menos de 300 metros se ha establecido en ambos casos por un período de ocho años y el acusado abonará sendas indemnizaciones de 8.000 euros.