Absuelto el acusado de quedarse con 135.000 euros de una mujer con demencia

La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha absuelto a un procesado por apropiación indebida y administración desleal al que se le acusaba de haberse quedado con 135.000 euros de una cuenta común que tenía con una mujer de 86 años, aprovechándose de que la mujer sufría demencia, según los denunciantes.
En contra de lo sostenido por familiares y la Fiscalía, el fallo concluye que no hay prueba alguna de que antes de entrar en un centro sanitario y un geriátrico a finales de 2017 la mujer sufriera un deterioro cognitivo relevante, “y más bien parece haberse demostrado lo contrario”.
Según la sentencia la mujer conservaba en esos meses “la capacidad necesaria para gestionar y administrar su patrimonio, incluso cuando estuvo ingresada y en consecuencia pudo tomar decisiones sobre esta cuestión, ”que en realidad había tomado ya con anterioridad“.
El fallo recuerda que entre la fallecida y el acusado existía una relación que algunos de los testigos llegaron a calificar de madre e hijo, dado que la primera era soltera, no había tenido descendencia y durante años trabajó como empleada de la madre del procesado en un establecimiento situado junto al Casino de Santa Cruz.
La herencia debería haber recaído en su hermana, fallecida poco antes, por lo que cuando murió su tía, los familiares accedieron a las cuentas y pidieron al acusado explicaciones sobre la transferencia de 135.000 euros, la mitad del dinero que había en el banco, momento en el que éste les facilitó un permiso firmado por la mujer.
La Audiencia no dio credibilidad al testimonio de algunos médicos quienes aseguraron que cuando fue ingresada tenía trastornos mentales que se habían agudizado y que no estaba en condiciones de tomar este tipo de decisiones porque permanecía sedada e incluso intentaba escapar del centro sanitario.
Por el contrario sí se fiaron del testimonio de la directora de la sucursal donde el acusado y la mujer tenían la cuenta bancaria común, a la que ambos acudían juntos de vez en cuando y a quien llamaba todos los días porque siempre estaba atenta a su patrimonio.
El sobrino mantuvo que en su momento observaron unos extractos bancarios con una transferencia por valor de 80.000 euros y otra de 15.000 y que al pedirle explicaciones la mujer mostró, como siempre, una actitud hermética a la hora de hablar sobre su economía.
Por el contrario, tenía confianza absoluta con el acusado en estos asuntos y prueba de ello es que le había comprado un coche, regalos de boda y cada cierto tiempo le entregaba dinero en efectivo de hasta 15.000 euros.
A finales de 2017 fue ingresada de forma sucesiva en un hospital y un centro geriátrico dado el empeoramiento de su salud, período en el que el procesado realizó determinadas operaciones en la cuenta de la que era cotitular con la anciana, a la par que había firmado un documento dejando en sus manos la gestión de su patrimonio.
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