La actividad de las fábricas españolas se contrajo por primera vez desde enero de 2024 ante la amenaza de aranceles de Trump
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La actividad de las fábricas españolas registró el pasado mes de febrero un “deterioro marginal” de las condiciones operativas, según señala el índice PMI manufacturero, que retrocedió hasta los 49,7 puntos, frente a los 50,9 de enero, entrando así por primera vez desde enero de 2024 en contracción en un contexto marcado por la incertidumbre sobre los aranceles a la UE anunciados por Donald Trump.
“A diferencia de muchos de sus homólogos europeos, el sector manufacturero español logró evitar un declive en los últimos doce meses (...) No obstante, esa tendencia positiva ahora se ha detenido”, indicó Jonas Feldhusen, economista junior de Hamburg Commercial Bank, para quien este primer deterioro en más de un año se atribuye tanto al estancamiento de la producción como a la caída de los pedidos.
De hecho, La economía del sector manufacturero de la zona euro se mantuvo en territorio de contracción en febrero, aunque el índice PMI registró su máxima de dos años lo que se traduce en una desaceleración industrial menos acentuada que a principios de 2023. Los recortes de personal en las fábricas se intensificaron, y el empleo cayó a su ritmo más rápido en cuatro años y medio. La inflación de los costes de los insumos también subió hasta su máxima de seis meses, aunque los resultados de la última encuesta señalaron cierta dificultad entre las empresas a la hora de intentar repercutir el incremento de los costes, ya que los precios cobrados disminuyeron marginalmente. Sin embargo, las reducciones de los nuevos pedidos, tanto en total como del exterior, fueron las más débiles en casi tres años. Las empresas se mostraron menos agresivas al reducir los stocks de materias primas y recortar las compras, mientras que las expectativas de crecimiento de la industria manufacturera estuvieron entre las más optimistas desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia a principios de 2022.
Volviendo a España, “la situación de los pedidos es particularmente preocupante”, advirtió el experto, ya que las incertidumbres geopolíticas están ensombreciendo la actividad comercial, llevando a la cancelación o al aplazamiento de las inversiones en el sector industrial y a una reducción de la actividad productiva.
“La debilidad de los principales socios comerciales de la zona euro agrava este problema”, añadió en referencia a la perspectiva de aranceles estadounidenses, que probablemente no tengan tanto impacto en España como en socios como Alemania e Italia, generando “un nivel adicional de incertidumbre” que afecta las decisiones comerciales.
En ese sentido, Cyrus de la Rubia, Economsta Jefe del Hamburg Commercial Bank, destaca que “España sigue mostrando un crecimiento en la producción, pero su índice PMI manufacturero, que ha tenido un resultado bastante bueno durante los últimos tres años, cayó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50.0 debido a un declive de los nuevos pedidos” por la mala situación económica de sus socios europeos.
Por otro lado, en contraste, la evolución de los precios “es alentadora”, puesto que, después de meses de una presión creciente en el coste de los insumos, en febrero se observó una ligera relajación. “Algunas empresas han repercutido estos aumentos de costes a los clientes, pero la presión de los precios en general se mantiene dentro de un rango normal y no es demasiado preocupante”, señaló Feldhusen.
En cuanto al empleo, después de cinco meses de crecimiento, los niveles de contratación disminuyeron ligeramente en febrero, ya que en general las empresas no reemplazaron al personal que dejó sus plantas, reflejando en parte la caída de nuevos pedidos, aunque muchas empresas prevén que la demanda y las condiciones económicas en general mejorarán durante los próximos doce meses.
“Si bien es poco probable que los trabajadores españoles sufran despidos a gran escala, el índice de empleo ha vuelto a caer en territorio de contracción, por primera vez en seis meses. A pesar de estos desafíos, las perspectivas entre los fabricantes siguen siendo cautelosamente optimistas”, apostilló Feldhusen.
Mejor tono en el conjunto de Europa
“Todavía es demasiado pronto para hablar de recuperación, pero el índice PMI sugiere que el sector manufacturero podría estar encontrando su equilibrio. Los nuevos pedidos están cayendo al ritmo más lento desde mayo de 2022 y la producción se está acercando a la estabilización. Por lo tanto, después de casi tres años de recesión, podríamos ver un poco de crecimiento en los próximos meses. Una rápida formación de un gobierno en Alemania, estabilidad política en Francia y un acuerdo con los Estados Unidos sobre temas arancelarios clave definitivamente ayudarían”. explica Cyrus de la Rubia, Economsta Jefe del Hamburg Commercial Bank.
“La mayoría de las empresas se mantienen optimistas sobre el futuro”, añade de la Rubia. Según el Economsta Jefe del Hamburg Commercial Bank “esto es sorprendente teniendo en cuenta las amenazas arancelarias de Estados Unidos, pero las empresas saben que una recesión suele ir seguida de una recuperación. También hay indicios de que la guerra de Rusia contra Ucrania podría terminar este año, y la esperada estabilización política en Alemania es sin duda también un elemento positivo”.
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