Trump activa los aranceles a la Unión Europea con la excusa del IVA
![El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una foto de archivo.](https://static.eldiario.es/clip/d8bf061a-e6fd-49ef-91f7-edf9b59b3290_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Nueva escalada en la guerra comercial que Donald Trump ha declarado al resto del mundo. El presidente estadounidense ha firmado una nueva orden ejecutiva para aplicar aranceles “recíprocos” con el resto de países. Se trataba de una medida que ya había anunciado durante el fin de semana, junto con la promesa de los aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio. Los aranceles están aprobados pero aún no están fijados y no entrarán en vigor inmediatamente.
“Queremos un campo de juego nivelado”, ha afirmado Trump este jueves mientras firmaba la orden. El documento —que aún no se ha publicado— ordena a la Administración la elaboración de un plan integral para abordar lo que la Casa Blanca describe como “desequilibrios de larga duración” en la economía global.
El memorándum ordena que se proponga una respuesta a todos los aranceles a productos norteamericanos, incluidos los impuestos que sean “injustos, discriminatorio o extraterritoriales” —donde se incluiría el IVA europeo— aquellos costes sobre negocios, trabajadores y consumidores estadounidenses que operen en otros países y aquellas “políticas y prácticas que hacen que los tipos de cambio se desvíen de su valor de mercado”. Deja la puerta abierta a revisar otras prácticas que los secretarios del Tesoro y Comercio consideren.
En total se da 180 días para presentar las medidas que se crean necesarias para reconducir la situación. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha avanzado que los primeros aranceles podrían llegar el 1 de abril.
La teoría de estos aranceles recíprocos es que Estados Unidos aplicaría los mismos gravámenes a los bienes importados de un determinado país que ese país estuviese aplicando a las importaciones desde EEUU. Pero, en la práctica, este tipo de impuestos pueden ser bastante más complejos de lo que Trump plantea, sobre todo si se piensa en el mercado de la UE.
Trump ha asegurado que en las próximas semanas los asesores de su gobierno se reunirán para decidir qué medidas tomar respecto a coches, productos farmacéuticos, chips y otros bienes. “Se han estado aprovechando de nosotros durante años y años”, ha dicho sobre otros países. “Nos han cobrado y nosotros no les hemos cobrado. Y es hora de ser recíprocos”, ha añadido.
En declaraciones desde el Despacho Oval, Trump ha asegurado que estará más que feliz de tener conversaciones con los otros países sobre rebajar los aranceles si estos hacen lo mismo. El comentario de Trump, junto al hecho de que los gravámenes aún no hayan entrado en vigor, deja claro que piensa volver a usarlos como arma de presión diplomática.
El presidente también ha puesto en el foco la UE, asegurando que no seguirá “tolerando” el IVA europeo, que según él hace que se “tripliquen” los aranceles en las exportaciones estadounidenses. Trump también ha dicho que existen otras medidas en la UE que “dañan” a compañías como “Apple”. El Tribunal de Justicia de la UE dictaminó en su momento que el fabricante del iPhone debía pagar 13.000 millones de euros en concepto de impuestos atrasados a Irlanda.
En anteriores ocasiones, el jefe adjunto de gabinete de Trump, Stephen Miller, había sugerido que la reciprocidad arancelaria con la UE tendría que tener en cuenta también el IVA que se aplica después a los productos importados de Estados Unidos. Miller sostiene que el gravamen que sufren las importaciones estadounidenses no solo es que pagan al entrar dentro del mercado europeo, sino que también se incrementa una vez se les aplica el IVA. Por ejemplo, considera que el impacto de total de aranceles e IVA en las exportaciones estadounidenses de coches a la UE es de aproximadamente un 30%, por lo que sería solo “justo” cobrar, a su vez, otro 30% a las exportaciones europeas a EEUU.
Uno de los mercados europeos que podrían notar rápidamente los efectos de estos aranceles recíprocos es el automovilístico. Mientras que EEUU aplica un arancel del 2,5% a las importaciones de coches tipo sedán y SUV europeos, la UE grava con un 10% los vehículos importados desde Estados Unidos. De aplicar la lógica de la reciprocidad, el gravamen a los coches europeos pasaría del 2,5% al 10%. O bien, si Trump decide seguir el consejo de Miller, el incremento sería del 2,5% al 30%. Por las críticas que ha hecho sobre el IVA, parece que esta última opción va a ser la que elegirá el republicano.
En varias ocasiones, Trump ya había amenazado con imponer aranceles a Europa bajo el pretexto de la reciprocidad. En su intervención en Davos, el presidente lamentó que la Unión Europea “nos trata injustamente y muy mal”.
En medio de la guerra arancelaria, muchas de las tarifas con las que Trump amenazó a otros países no se han llegado a aplicar. Los aranceles del 25% contra México y Canadá quedaron paralizados justo antes de que entraran en vigor gracias a concesiones por parte de ambos países. Los aranceles con los que el republicano amenazó al presidente colombiano Gustavo Petro tampoco llegaron a materializarse.
De momento solo están en marcha los aranceles del 25% para el aluminio y el acero —aunque cabe que el presidente aplique excepciones como ya hizo en su primer mandato— y el impuesto de un 10% adicional sobre las importaciones chinas. El gigante asiático ha respondido a esto con tarifas del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado, y del 10% sobre el crudo, la maquinaria agrícola y algunos vehículos.
La Casa Blanca explicó el miércoles por la mañana que los aranceles recíprocos eran una de las grandes apuestas del presidente. “Es la regla de oro, que todos aprendimos en la escuela: trata a los demás como quieres que te traten a ti. Demasiados países en el mundo han estado estafando a los Estados Unidos de América durante demasiado tiempo, y por eso el presidente cree que esta será una gran política que beneficiará a los trabajadores estadounidenses y mejorará nuestra seguridad nacional”, afirmó la secretaria de prensa Karoline Leavitt.
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