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CRÓNICA

El PSOE busca la declaración en sede judicial de Feijóo por la información “en tiempo real” que obtuvo de Mazón

Archivo - El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, durante un encuentro empresarial en Valencia
1 de marzo de 2025 22:40 h

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Ni Carlos Mazón es Francisco Camps, ni la tragedia de la DANA se parece al escándalo de la Gürtel. La diferencia la marcan los 227 muertos que se cobraron las inundaciones, si bien hay muchas similitudes en el patrón seguido por el PP nacional para afrontar sendas crisis. 

¿Recuerdan? Corría junio de 2009 y en una plaza de toros de Valencia llena hasta la bandera donde se celebraba el mitin central de las elecciones europeas, Mariano Rajoy proclamaba un apoyo al presidente de la Generalitat sin fisuras. “Creo en ti y en lo que haces; te he visto actuar. La inmensa mayoría de los valencianos y los españoles creen en ti”. Y todavía fue más lejos: “Siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado. Gracias, Paco”. No fue el único. La entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, mantuvo la misma efusividad y gritó: “Paco, te queremos. Que sepan los autores intelectuales y materiales de esta campaña vil y porcina que cada segundo que han hecho sufrir a Paco (Camps) y su familia lo vamos a convertir en miles y miles de votos al PP”.

Dos años después de haber sido imputado en el escándalo de los trajes y tras no acudir al juzgado para asumir su culpabilidad por un delito de tráfico de influencias en concurso con prevaricación como le exigían desde Génova, en julio de 2011 Camps presentó su dimisión. “Un sacrificio político y familiar”, fueron las palabras de alguien que se declaraba completamente inocente de los delitos por los que, años después, sería absuelto.

Entre una fecha y otra, transcurrieron meses de presiones internas y noticias de portada en todos los diarios que alcanzaron de lleno a la dirección nacional, que pasó de un apoyo cerrado a mil tretas para forzar la salida de su entonces barón. Valencia no era -ni es hoy tampoco- cualquier plaza para el PP, sino un territorio clave para conquistar La Moncloa. 

Catorce años después, la historia no se repite, pero se le parece. Y no solo porque Rajoy y Feijóo comparten siglas, sino porque coinciden en hacer del escapismo su manera de transitar por la política. Desde el 29 de octubre pasado, la carrera política de Mazón está acabada y se ha convertido en una losa demasiado pesada para un Feijóo incapaz de hacer frente a una situación que no sabe cómo resolver y que trasciende ya al partido en Valencia.

En estos cuatro meses, Feijóo ha respaldado, con mayor o menor contundencia a Mazón en varias ocasiones, como hizo Rajoy con Camps. Primero, alabó su “admirable resistencia”, después le animó a “seguir por el mismo camino” y en todo este tiempo ha tratado de culpar al Gobierno de Sánchez para eludir la responsabilidad del president del Consell. Viajó a Valencia para arroparle, denunció las supuestas trabas del Gobierno central y presentó al dirigente autonómico como víctima de una situación injusta. Hoy, sin embargo, en Génova lamentan que las palmarias mentiras de Mazón primero sobre su desaparición en las horas críticas de la DANA y, después, sobre su actuación persigan al presidente de la Generalitat y, por extensión a todo el partido en un momento en que el gobierno de Pedro Sánchez “tiene demasiados frentes abiertos”. 

El empeño en situar el caso Koldo/Ábalos/Aldama en el foco con ayuda de sus terminales mediáticas habituales no es suficiente para frenar el desgaste y, sobre todo, pone a Feijóo frente al espejo de su debilidad interna. Mientras Sánchez expulsó del partido a su exministro de Transportes el mismo día que se conocieron las detenciones de algunos miembros de la trama corrupta, el líder del PP se muestra incapaz de dar un golpe de autoridad que acabe con Mazón. Y esto a pesar de que las alarmas de la calle Génova suenan de forma estruendosa desde que a sus dirigentes les llegan señales demoscópicas sobre la caída en picado del PP valenciano y el efecto que la debacle puede tener sobre el partido en todo el territorio. El presidente de la Generalitat tiene por delante 19 días de Fallas en los que si sigue la pauta de este sábado en la primera mascletá de las fiestas, evitará la exposición pública.

“La situación -afirman fuentes del PP- es insostenible. Y, aunque Feijóo no preveía inicialmente un relevo rápido en Valencia, cada día que pasa es una agonía. Por los cambios de versión, por el rechazo social, por los gritos diarios de dimisión y por la investigación judicial que no ha hecho más que empezar”. 

Es precisamente en la investigación judicial donde el PSOE quiere centrarse a partir de ahora, y no solo para que la instrucción estreche el cerco sobre Mazón, sino para que Feijóo tenga también que declarar ante el juzgado como testigo. El motivo: unas declaraciones del líder del PP tres días después de la DANA en las que afirmó que el president de la Generalitat le había informado “en tiempo real” de la evolución de las inundaciones. Unas palabras que han quedado en entredicho después de que el propio Mazón revelase esta semana en un desayuno en Madrid lo que no quiso hacer en Valencia, un listado de las llamadas que mantuvo la tarde del 29 de octubre y en el que no aparece ninguna al líder de su partido.

“Si Mazón mantenía a Feijóo informado en tiempo real, debió ser por WhatsApp o SMS, pero este extremo no ha sido confirmado por ninguno de los dos implicados. Hay otro escenario, y es que Feijóo mintiera en esa declaración a los medios de comunicación”, sentencian desde la sede socialista. El PSOE se ha personado en la causa que instruye el juzgado de instrucción número 3 de Catarroja y todo indica que pedirá más pronto que tarde a la jueza que cite al presidente del PP para que aclare lo que sabía sobre la actuación de Mazón en las horas críticas.

La presión de los barones no surte efecto

“Si Feijóo y Mazón hablaron esa tarde, hay algunas preguntas que ambos deberían responder: ”¿Participó Feijóo de alguna de las decisiones que tomó el presidente de la Generalitat durante esas horas? ¿Le recomendó que permaneciera escondido y sin asistir al Cecopi? ¿Hablaron sobre el envío de la alerta a los móviles de los ciudadanos? Alguien que dijo estar informado “en tiempo real” de todo lo que ocurría, quizás tenga a bien ilustrar a la jueza que se encarga de buscar las responsabilidades de la tragedia. Si Feijóo sabe algo, es el momento de contarlo“, se preguntan los mismos interlocutores.

La presión de algunos barones sobre Feijóo para que mueva ficha y evite más desgaste del ya acumulado en estos meses no ha surtido, de momento, efecto. Es más, esta semana el presidente del PP reconoció implícitamente que mantiene por ahora su apoyo a Mazón por mero cálculo político. Lo hizo en El programa de Ana Rosa, en Telecinco donde la periodista le preguntó si el valenciano era un lastre para el partido y respondió que “el PP tomará la decisión más oportuna porque nos interesa gobernar Valencia”.

Génova reaccionó de hecho con un desmentido inmediato cuando el jueves La Vanguardia anunció que exploraba la posibilidad de nombrar una gestora para el partido en Valencia con el objetivo de preparar la transición para llevar a María José Catalá, alcaldesa de València y diputada autonómica, a la presidencia de la Generalitat. Tampoco le dieron crédito a la información algunos de los barones más influyentes. “No creo que se haga así. Tiene que ser Mazón quien dé un paso al lado”, afirmaba rotundo un dirigente del PP a este diario, que admite la gravedad de la situación.

Los populares atribuyen la información a la guerra interna que ya se libra en el PP valenciano, donde ven peligrar el poder institucional y donde aumenta la presión para que Mazón dimita ante la inacción de Feijóo. La renuncia no es una opción que el presidente de la Generalitat haya contemplado en ningún momento. En estos días, de hecho, ha cambiado de nuevo su versión para eludir su responsabilidad en el envío de la alerta que se remitió a los valencianos pensando más en su futuro judicial que en el político, después de que la jueza haya puesto el foco en la reunión del Cecopi y el envío del SMS a la población. Solo así se explica que el martes informase a la instructora de Catarroja que no estaba en el Cecopi cuando se envió la alerta masiva (20:11); el miércoles desvelara que llegó a las 20:28 -una versión distinta a la que dio el 8 de noviembre cuando afirmó que había entrado “pasadas las 19:00”, y el jueves difundiera la imagen de su entrada en el recinto de emergencias para acallar a quienes sostienen que estaba antes.

Morant y cómo dar voz a las víctimas

Y, mientras Mazón trata de blindarse con la vista puesta en el proceso penal y Feijóo sigue en silencio y trata de contener los daños para las siglas, crece la alarma en un partido que teme que “las decisiones inevitables lleguen demasiado tarde”. Quien así habla invoca tanto la falta de apoyo de Vox para promover el relevo de Mazón como que su renuncia dé la razón al PSOE sobre la responsabilidad en la gestión de la DANA para justificar que Feijóo, como antaño Rajoy, deje crecer la hierba y crea que en política «a veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión», tal y como dijo el expresidente para justificar su decisión de no pedir un rescate financiero a la UE durante la crisis financiera.

La estrategia del PSOE, como ya se ha dicho, pasa por centrar sus esfuerzos en la investigación judicial, pese a que su secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia, Diana Morant, avanzase el viernes que si el PP no movía ficha lo harían los socialistas abriendo así la puerta a una moción de censura. “No es descartable, pero no es inminente”, aclararon desde Ferraz para rebajar esa hipótesis. “Ni tenemos los votos necesarios ni tenemos prisa. Antes de eso, Feijóo quizá tiene mucho que aclarar en el proceso judicial, ya que a tenor de sus propias palabras fue durante las horas críticas de la DANA un espectador de lujo”.

Lo cierto es que Morant nunca habló explícitamente de moción de censura, sino que en respuesta a una pregunta de los periodistas sobre si descartaba esa opción dijo que no descartaba ninguna. “No nos cerramos a esa opción porque nuestro objetivo es dar voz a una cosa noble que es la que representan las víctimas”, afirmó en conversación con elDiario.es

La secretaria general del PSPV y ministra de Ciencia sostiene también que la DANA y sus consecuencias siguen muy presentes en la “conversación nacional” y que, por mucho que Mazón se esconda para evitar la protesta y los abucheos, el asunto afecta de lleno a la dirección de Feijóo. Sin ir más lejos, este sábado Estaban González Pons y Borja Sémper, que sí acudieron al balcón del Ayuntamiento para la primera mascletá de las Fallas, evitaron hacer declaraciones a la prensa. Y, de momento, nadie ha confirmado la presencia de Feijóo durante las Fallas como ha hecho desde que sucedió a Pablo Casado en la presidencia nacional.

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