“El novio de América”: por qué el fenómeno fan en torno a Luigi Mangione podría influir en su juicio por asesinato

Desde que la policía estadounidense detuvo en un McDonald's a Luigi Mangione, el joven acusado de matar a Brian Thompson, CEO de la compañía de seguros de salud UnitedHealthcare, Internet se ha entregado a un seguimiento casi obsesivo de su figura. Su corte de pelo, el modelo de sus zapatos, sus fotos antiguas… cada detalle de su vida y cada gesto de su fisionomía es escrupulosamente escrutado por miles de usuarios, en un fenómeno que si bien no es nuevo —la adoración a criminales es muy antigua— no tiene precedentes en la comunidad digital y puede, incluso, influir sobre el futuro de Mangione, que podría tener que enfrentarse a una petición de pena de muerte.
El fenómeno fan ha llegado hasta las mismas puertas del tribunal donde el pasado 21 de febrero se celebró una de las audiencias previas al juicio, que dirimirá su culpabilidad ante un jurado popular. “Hay tanta gente aquí que nadie puede decir dónde está el final de la cola. Llega gente nueva, pregunta si hay cola, se arrastra entre una masa de cuerpos que esperan a que alguien les dé instrucciones”, contaba en una crónica para The Verge la periodista Mia Sato. “Calculo que hay entre 100 y 150 personas esperando a que den las 14:15, con la expectación en aumento. No es un club con un portero estricto, aunque lo parezca. Es la audiencia de Luigi Mangione”.
Tanto es así que hasta la artista que ilustraba la pieza (en muchos juicios de EEUU está prohibida la grabación de imágenes, como en este caso) ha puesto a la venta algunos de sus dibujos del juicio y destinará parte de lo recaudado a pacientes con cáncer. En pocos días ya se ha agotado el más caro, con un precio de 350 dólares. Su título es 'El novio de América' (America's Sweetheart).
El efecto 'halo'
“La atracción por los criminales es una parafilia que se conoce como hibristofilia, y que tiene que ver con el gusto por lo prohibido y con una imagen de transgresión, de fortaleza o de carisma que se pueden llegar a despertar en algunas personas”, explica Sara Montajano, psicóloga general sanitaria y directora de Psicoglobal. “Pero en este caso creo que además del atractivo es porque se ha convertido en una especie de Robin Hood moderno: ha hecho algo que algunos entienden como defender al vulnerable, a las personas que no tienen coberturas por el seguro de salud en EEUU”.
El propio Mangione alimentó esta narrativa de luchador contra las injusticias, con un texto de tres páginas que encontró la policía entre sus pertenencias y donde tildaba a personas como el asesinado de “parásitos” que “simplemente se lo buscaron”. “[Estados Unidos] tiene el sistema de salud más caro del mundo, pero estamos aproximadamente en el puesto 42 en esperanza de vida. United es la empresa más grande de los EEUU por capitalización de mercado, solo detrás de Apple, Google y Walmart. Ha crecido y crecido, pero, ¿y nuestra esperanza de vida?”, decía de la empresa que dirigía Thompson.
Mangione es un lobo solitario, hasta donde se sabe, sin ningún grupo detrás. Es de cierta clase social, blanco, con estudios y con problemas de salud que, según se especula, podría ser la motivación detrás del supuesto asesinato. Es decir, ingredientes y sesgos suficientes para que mucha gente pueda empatizar con él. “Es lo que llamamos efecto 'halo', si tiene una serie de condicionantes, tú ya consideras que es buena persona. Uno de ellos es si es guapo, porque asociamos la belleza a la bondad. Es algo que pasó ya con el asesino en serie Ted Bundy: que fue considerado un buen ciudadano, un valor para la sociedad… O más recientemente en España con Daniel Sancho. Pero es algo que ha pasado siempre, desde Jack el Destripador”.
Se demuestra de forma sistemática que ser atractivo para los jurados da lugar a una mayor probabilidad de obtener un veredicto de no culpable, así como a sentencias más cortas y menos indulgentes
El problema es que los jurados populares también son presas de ese halo de belleza y misterio, que en el caso de Mangione, Internet no ha dejado de magnificar. “En las últimas décadas, se ha realizado una gran cantidad de investigaciones que analizan la toma de decisiones del jurado en relación con el atractivo o no de los acusados, ya sea con jurados simulados o reales”, explica Craig Jackson, catedrático de Psicología en la Universidad de la Ciudad de Birmingham, a elDiario.es. “Y se demuestra de forma sistemática que ser atractivo para los jurados da lugar a una mayor probabilidad de obtener un veredicto de no culpable, así como a sentencias más cortas y menos indulgentes que alguien que puede parecer poco atractivo. Incluso las características físicas, como el peso, las circunstancias sociales, la etnia e incluso los problemas de movilidad física, influyen”.

“Es algo que los propios criminales también utilizan: van al juicio más arreglados, con traje, bien peinados… La belleza puede ser un atenuante, llevándolo al vocabulario jurídico”, apunta Montejano.
Jurados sin Internet
En EEUU, los miembros de un jurado popular tienen prohibido hacer búsquedas o publicaciones en Internet sobre el caso que tienen que juzgar. Y, de hecho, si se demuestra que esa búsqueda ha podido contaminar su veredicto, este puede incluso declararse nulo y repetirse. Se calcula que, en los primeros años de la expansión de Internet, ocurrió al menos 90 veces por esta causa (entre 1990 y 2011, concretamente).
Desde entonces, las recomendaciones y la formación a los jurados antes del juicio se ha extendido por todo el país, en un intento por mitigar el impacto de la red y las ansias de saber. Pero a veces, como en este caso, es difícil que lleguen a la audiencia con una mente limpia de interferencias mediáticas y que, como marca la ley, dicten sentencia teniendo en cuenta únicamente las pruebas y evidencias presentadas durante el proceso.
“En un caso de gran repercusión mediática, a menudo se requieren varios días para encontrar suficientes jurados que, a juicio del juez, puedan ser imparciales”, explica por correo Paul D. Wilson, presidente de la Comisión sobre el Jurado Americano de la Asociación Americana de Abogados. “En el proceso de selección del jurado, el juez y/o los abogados les preguntarán si han formado alguna opinión, y las respuestas serán que algunos sí han formado una opinión y otros no. El juez y/o los abogados indagarán sobre la capacidad de los posibles jurados para ser imparciales a pesar de lo que hayan escuchado”.

Aunque considera que muchos posibles jurados “habrán oído hablar del evento”, Wilson añade que es imposible saber lo que va a pasar en el caso de Mangione: “En los últimos años, casos que recibieron más publicidad que este se han juzgado con éxito en las comunidades donde se cometieron los crímenes. Un buen ejemplo es el caso del terrorista del maratón de Boston”. El abogado se refiere al atentado ocurrido en 2013 en el que dos bombas caseras mataron a cuatro personas e hirieron a otras 282 justo antes de la línea de meta. “El juez de primera instancia y los abogados interrogaron cuidadosamente a los jurados potenciales, muchos de los cuales habían oído hablar de los hechos relevantes, para determinar si podrían ser justos con ambas partes si eran seleccionados como jurados. El acusado fue condenado y apeló, y el tribunal federal de apelaciones confirmó su condena (pero no la imposición de la pena de muerte, que fue devuelta al tribunal de primera instancia para un nuevo juicio)”, añade.
La posibilidad de un juicio nulo
Otra posibilidad factible para algunos expertos si el jurado comparte la opinión positiva hacia Mangione es que el juicio desemboque en la nulidad porque se niegue a imponer una condena, aunque las pruebas de su culpabilidad sean abrumadoras. Es lo que se conoce como “nulidad del jurado”, que se remonta a la Carta Magna y se ha dado en el pasado con leyes como las que perseguían a los esclavos fugitivos o la lucha contra las drogas. La defensa, eso sí, no puede apelar a esta posibilidad en el juicio. “No solo es su derecho, sino también su deber, dictar el veredicto de acuerdo con su mejor entendimiento, juicio y conciencia, aunque sea en oposición directa a la dirección del tribunal”, escribió el presidente John Adams en 1771.
“El trabajo de la fiscalía para presentar un caso suficiente para convencer a un jurado potencialmente parcial será increíblemente difícil”, considera Jackson. “Es complicado que, en términos de selección de jurado, no hayan sido influenciados por toda la cobertura de los medios sobre Mangione antes de su juicio, y esto incluye memes de Internet, documentales que ya se han emitido e incluso sketches cómicos en programas como Saturday Night Live, que tienen una gran influencia en los ciudadanos”.

Jackson se refiere al documental que la HBO ya ha estrenado sobre el caso, en el que participan hasta el jefe de Policía y el alcalde de Nueva York hablando de las pruebas que aparecerán en los tribunales. Esto ha llevado a la abogada de Mangione a quejarse por lo que considera que es una intromisión a la posibilidad de un juicio justo. Lo ha hecho además desde una web que ha lanzado su equipo legal donde informan día a día de todas las novedades del caso, e incluso publican palabras del detenido a sus seguidores: “Me siento abrumado y agradecido por todas las personas que me han escrito para compartir sus historias y expresar su apoyo. Este apoyo ha trascendido poderosamente las divisiones políticas, raciales e incluso de clase, ya que el correo ha inundado el MDC [Metropolitan Detention Center, donde está detenido] desde todo el país y el mundo”. También desde esa web puede donarse dinero para su acusado, en un crowdfunding que ya lleva recaudados más de 652.000 dólares (unos 602.000 euros).
“En la era previa a Internet, los ciudadanos habrían escuchado muy poco sobre un caso como este, a menos que los medios de comunicación tradicionales lo publicaran oficialmente. No existía la cultura actual de podcast, teorías conspirativas y análisis forenses por parte del público antes de que el juicio siquiera comenzara”, reflexiona Jackson. “Ahora hay más documentales, podcasts y películas sobre crímenes reales que nunca, que no pueden evitar, de alguna manera, glorificar las actividades delictivas y a quienes las cometen”.
En la era previa a Internet, los ciudadanos habrían escuchado muy poco sobre un caso como este (...) No existía la cultura actual de podcast, teorías conspirativas y análisis forenses por parte del público antes de que el juicio siquiera comenzara
En otras ocasiones, la repercusión mediática ha hecho que los juicios se repitan. Es lo que está ocurriendo con el caso de los hermanos Menéndez, condenados a condena perpetua en 1996 por el asesinato de sus padres. La nueva conciencia social sobre los abusos a hombres (supuestamente una de las motivaciones de los crímenes) y la vuelta del tema a la agenda por un documental y una serie sobre el caso, ha provocado que se convoque una audiencia que evalúe la repetición del juicio este año.
“Si la defensa de Mangione se basa en la idea de corregir una injusticia social cometida por las compañías de seguros y el sistema de salud, esto podría sesgar e influir en futuros jurados y en las sentencias”, añade Jackson. “El crimen seguirá siendo un crimen, pero las decisiones del jurado y las sentencias podrían verse afectadas por una cobertura mediática que genere simpatía hacia el acusado”.
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