Rumanía, flanco oriental de la UE, frontera con Ucrania y país clave de la OTAN —parte del escudo antimisiles está ubicado en Rumanía—, sufre una crisis política desde el pasado 24 de noviembre en el que un candidato de extrema derecha y prorruso ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales y cuya victoria fue posteriormente anulada en los tribunales en una decisión inédita en la UE en los últimos años.
Una historia con mercenarios, espías, la sombra de la injerencia rusa, organizaciones de extrema derecha y amenazas de una insurrección armada. Estas son las claves para entender lo que está ocurriendo en Rumanía.
Qué ha pasado
El pasado 24 de noviembre Rumanía celebró elecciones presidenciales. Un candidato que no superaba el 5% de apoyo hasta unas semanas antes, CÄlin Georgescu, había experimentado un crecimiento meteórico en las encuestas y, finalmente, ganó las elecciones con un 22,9% de los votos, abocando el país a una segunda vuelta presidencial (que nunca llegó a celebrarse).
48 horas antes de la celebración de la segunda vuelta, el Tribunal Constitucional, en una decisión sin precedentes en la UE, anuló los resultados electorales y ordenó repetir todo el proceso citando su papel para “velar por el cumplimiento del proceso”. Georgescu, condenó la decisión y apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que no admitió a trámite su caso. Incluso su rival en la hipotética segunda vuelta, Elena Lasconi, presidenta de un partido liberal proeuropeo, criticó la medida como un “pisoteo de la democracia”.
El domingo, en un nuevo capítulo, la autoridad central electoral prohibió a Georgescu presentarse como candidato en la repetición electoral. El organismo explicó que los candidatos deben respetar la legislación electoral y la decisión del Tribunal Constitucional demostraba que Georgescu no lo había hecho. Sus seguidores provocaron disturbios en Bucarest en manifestaciones contra su veto. “Europa es ahora una dictadura. Rumanía está bajo una tiranía”, publicó en redes sociales. Este martes, el Constitucional ha confirmado el veto a Georgescu.
Quién es Georgescu
CÄlin Georgescu, ingeniero agrónomo, ha ocupado en el pasado diferentes cargos públicos en el Ministerio de Medio Ambiente de Rumanía e incluso fue nombrado relator especial de la ONU sobre las consecuencias para los derechos humanos de la gestión y eliminación de las sustancias y desechos peligrosos. Fue miembro del partido de extrema derecha Alianza por la Unidad de los Rumanos, pero dejó la formación en 2022 tras disputas internas.
El político mantiene posiciones de extrema derecha y ha alabado públicamente a figuras fascistas y ultranacionalistas de Rumanía de los años 30 y 40. Ha descrito a Vladímir Putin como “un hombre que ama a su país” y a Ucrania como “un país inventado”. Georgescu apuesta por detener toda la ayuda a Kiev y ha definido en el pasado el escudo antimisiles de la OTAN como “una vergüenza de la diplomacia”.
La Fiscalía de Rumanía está investigando y acusa a Georgescu de varios cargos, entre ellos formar una organización antisemita, enaltecimiento de criminales de guerra y organizaciones fascistas y difundir información falsa.
Un líder mercenario detenido
Tras la cancelación de las elecciones, Georgescu estuvo en una finca con caballos a las afueras de Bucarest con varias personas que posteriormente fueron detenidas por posesión de armas y acusadas de planear disturbios en la capital como respuesta a la decisión del Constitucional, según informó Financial Times.
El líder del grupo era HoraÅ£iu Potra, un líder mercenario que dirige centenares de combatientes en los recientes enfrentamientos en República Democrática del Congo contra la milicia M23. Muchos de ellos huyeron a Ruanda y se rindieron a finales de enero ante el avance de la guerrilla. Georgescu negó conocer a Potra, pero pronto emergieron fotos de los dos juntos.
Potra y un grupo de 20 personas fueron detenidas el pasado 8 de diciembre camino de Bucarest. La policía encontró en sus vehículos pistolas, machetes, hachas, cuchillos, dinero e incluso un dron. “Los acusados, junto con otras personas, viajaron a Bucarest, llevando consigo armas blancas, armas de fuego, así como grandes sumas de dinero, ordenadores portátiles, soportes de almacenamiento y un dron”, declaró la fiscal jefe de Rumanía, Maria Florentina Ilioiu. “Supuestamente para utilizarlos para instigar a la gente a cometer crímenes en reuniones públicas no autorizadas y recompensarlos”, añadió.
Los agentes encontraron 2 millones de euros en efectivo en casa de Potra en distintas monedas. Antes de crear la compañía de mercenarios, Potra, a menudo calificado como el Yevgeny Prigozhin rumano por su parecido físico con el fallecido líder ruso de Wagner, sirvió como guardaespaldas del emir de Qatar y de otros empresarios y cargos públicos por todo el mundo antes de crear su compañía de mercenarios. Potra ha asistido y ha sido fotografiado en varias ocasiones en la embajada rusa en Bucarest.
Tras el veto a Georgescu en la repetición electoral, Potra envió esta semana varios mensajes de voz en un grupo de WhatsApp a sus seguidores llamando a una rebelión armada, según ha publicado el canal Digi24. En su mensaje, Potra apela a civiles, militares y a sus hombres que han combatido en República Democrática del Congo par luchar contra “el golpe de Estado de las élites globalistas”. “Salid ya con vuestras armas y arrestad a los que llevaron a cabo el golpe”.
Qué dicen los servicios secretos de Rumanía
Tan solo dos días antes de anunciar la suspensión de los resultados electorales, el presidente, Klaus Iohannis, que dimitió el lunes en medio de la crisis política, decidió desclasificar varios documentos de inteligencia sobre la victoria y la campaña de Georgescu.
Los informes desclasificados concluyen que Georgescu se benefició de una campaña de TikTok similar a las operaciones de influencia dirigidas por el Kremlin en países como Ucrania y Moldavia. Aunque no acusa directamente a Rusia, apunta que, por su alcance, podría estar “coordinado por un actor estatal”.
Los documentos explican cómo influencers pagados, así como miembros de grupos extremistas y personas vinculadas al crimen organizado promocionaron la candidatura de Georgescu. El Servicio de Inteligencia Rumano (SRI) cuenta que la campaña del líder ultraderechista explotó en TikTok solo dos semanas antes gracias a una red de 25.000 cuentas coordinadas a través de Telegram para sortear las normas de verificación de la red social. Las agencias de inteligencia también identificaron más de 85.000 ciberataques contra el sistema electoral rumano y llegaron desde 33 países.
“Rusia influyó en los resultados, pero, dicho esto, no podemos dejar de lado otro factor importante que explica la buena puntuación de Georgescu y Lasconi durante la primera vuelta: una ola de descontento popular contra los partidos políticos tradicionales”, señala a elDiario.es Romain Le Quiniou, director del think tank Euro Crèative, especializdo en Europa del Este y Europa Central. “El rechazo de las élites tradicionales explica el éxito de esta injerencia rusa”.
Los servicios secretos rusos intervienen en favor de Georgescu
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) ha acusado a la UE de forzar a Rumanía a suspender la victoria de Georgescu. “Según información disponible, la burocracia europea ha declarado la guerra a los ‘líderes fuera del sistema’ que apoyan abiertamente al presidente estadounidense Donald Trump y se niegan a seguir las instrucciones de las élites gobernantes liberales de la UE”, señalaba el SVR en un comunicado.
El servicio de inteligencia ruso sostiene que a Bruselas le preocupa “que el nuevo líder estadounidense pueda debilitar la superestructura globalista europea” y que se apoye para ello en “líderes conservadores de orientación nacional como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, el eslovaco, Robert Fico, y el candidato presidencial rumano Georgescu”. El comunicado, publicado días antes de que la autoridad electoral vetará a Georgescu para la repetición de los comicios, decía que Ursula von der Leyen había pedido directamente a Bucarest que cancelase su candidatura.
“Tras el ataque a Georgescu, es muy probable que la corriente dominante liberal europea haga nuevos intentos de reprimir la disidencia en la UE. Su principal objetivo será Hungría, como 'bastión del conservadurismo europeo', y un buen pretexto serán las próximas elecciones parlamentarias en este país el año que viene”, añadía el servicio secreto ruso.
Le Quiniou sostiene que “Rusia tiene a Rumanía en su punto de mira porque se trata de un país estratégico situado en el flanco oriental”. “Desestabilizar este país podría ser perjudicial para la seguridad del Sudeste de Europa y para toda Europa. Además, Rumanía es un gran país que desempeña un importante papel regional en torno a la región del Mar Negro (con muchas fuerzas de la OTAN desplegadas allí)”.
“El éxito de esta operación exterior rusa parece ser enorme, ya que Rumanía está experimentando problemas internos (protestas continuas en las últimas semanas), un aumento de las fuerzas políticas de extrema derecha (como se vio durante las elecciones parlamentarias con AUR y SoS) y, finalmente, un golpe a su credibilidad entre los socios, ya que Rumanía parece menos estable y resistente de lo esperado. Además, Rumanía es ahora objetivo de parte de la nueva administración estadounidense, que interfiere abiertamente en las decisiones judiciales rumanas”, añade el analista.
El protavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, dijo el martes que unas elecciones sin Georgescu “no tendrán legitimidad”. Por su parte, el Ministerio de Exteriores rumano respondió con un comunicado denunciando “el esfuerzo sistemático de Rusia para manipular e interferir en los procesos democráticos de Rumanía”. “Rusia no ha tenido unas elecciones libres durante casi 20 años”, añade el comunicado.
Rumanía expulsa a dos diplomáticos rusos
La semana pasada, las autoridades rumanas detuvieron a seis personas, entre ellas un general retirado negacionista del holocausto de 101 años, por cargos de organización criminal y traición y por supuestamente planear un golpe de Estado apoyado por Rusia.
“Los miembros del grupo criminal contactaron en repetidas ocasiones con agentes de una potencia extranjera ubicados tanto en el territorio de Rumanía como en la Federación Rusa”, afirmó en un comunicado la Dirección para la Investigación de Crimen Organizado y Terrorismo. El grupo pretendía suspender partidos políticos, sacar a Rumanía de la OTAN e incluso cambiar el nombre del país, la bandera y el himno. “Dos de los acusados viajaron en enero a Moscú, donde entraron en contacto con gente dispuesta a apoyar al grupo”, sostiene el comunicado.
Un día antes de las detenciones, Rumanía expulsó a dos diplomáticos rusos —el agregado militar y su número dos— bajo la sospecha de haberse reunido con los miembros del grupo criminal, según informó el servicio de inteligencia rumano. “Los dos diplomáticos rusos llevaron a cabo actividades de recopilación de inteligencia en áreas de interés estratégico y tomaron medidas para apoyar los esfuerzos inconstitucionales del grupo”, sostiene la agencia.
Según fuentes citadas por Euronews, el nombre de uno de los dos diplomáticos rusos expulsados aparece también en los archivos de la investigación contra Georgescu.
“Todos los países europeos pueden convertirse en puerta de entrada para la injerencia, ya que nuestras poblaciones no son lo suficientemente resistentes frente a la influencia rusa y de otros países en nuestros procesos electorales”, sostiene Le Quiniou. “Algunos países y algunas poblaciones son más resistentes que otros, pero debemos trabajar colectivamente en el fortalecimiento de nuestros procesos electorales y en la resistencia de nuestras sociedades”.