El Reino Unido anuncia el recorte de la ayuda humanitaria para subir el gasto de defensa

Unas horas antes de volar a Washington para visitar a Donald Trump, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció este martes que recortará la ayuda humanitaria para aumentar el gasto en defensa antes de lo previsto. En una declaración en la Cámara de los Comunes, Starmer adelantó los planes pese a que todavía no se ha aprobado el nuevo presupuesto.
El Gobierno laborista ya tenía el compromiso de llegar al 2,5% del PIB, pero sin fecha, y, dado el pobre estado de las cuentas británicas, había sugerido que no sucedería antes de las próximas elecciones, previstas para 2029. Ahora dice que el gasto militar llegará a ese umbral en 2027, en el mayor despliegue desde la Guerra Fría, y que podría tocar el 3% antes de 2034. Según la última estimación de la OTAN, el gasto militar del Reino Unido en 2024 rondó el 2,3% del PIB.
Para financiar este adelanto de los planes, el gasto en asistencia de emergencia y ayuda al desarrollo pasará del 0,5% al 0,3% del PIB, según dijo Starmer. Antes de las elecciones del año pasado, el compromiso del Partido Laborista era aumentar la ayuda humanitaria hasta el 0,7% “en cuanto lo permitan las circunstancias fiscales”.
“Este no es un anuncio que me alegre hacer. Estoy orgulloso de nuestra trayectoria de ayuda al desarrollo en el mundo, y seguiremos teniendo un papel humanitario clave en Sudán, en Ucrania y en Gaza, luchando contra el cambio climático, colaborando con los esfuerzos multinacionales para la salud global y en retos como la vacunación”, dijo el primer ministro británico. “Pero en momentos como éste, la defensa y la seguridad de los británicos siempre debe ir primero”.
Mientras la extrema derecha de Nigel Farage presumía de que Starmer había “copiado” su propuesta, varios diputados laboristas, verdes, nacionalistas escoces y galeses describieron el anuncio del primer ministro de cortar la ayuda humanitaria como “contraproducente” y “un error estratégico”. Durante el debate parlamentario, Starmer contestó a los críticos que gobernar significaba tomar “decisiones de adultos”.
El anuncio también despertó las críticas de varias organizaciones no gubernamentales de asistencia, especialmente respetadas y embebidas en el tejido social del país.
El recorte de la ayuda “es una traición a los niños más vulnerables del mundo y al interés nacional del Reino Unido”, dijo Save The Children, en un comunicado.
Varias voces expertas relacionaron el movimiento con el desmantelamiento de la agencia de cooperación de Estados Unidos (USAID) de la noche a la mañana. “En un momento en que se está destruyendo USAID y se abandonan proyectos para el desarrollo de uno de los mayores donantes del mundo, el Gobierno británico parece estar sguiendo esto en lugar de oponerse a esta peligrosa tendencia”, se quejó Hannah Bond, consejera delegada de ActionAid UK, una ONG especializada en ayuda a mujeres y niñas pobres.
¿Europa o Estados Unidos?
En su anuncio en el Parlamento, Starmer subrayó que Estados Unidos es su “principal aliado” y que la OTAN es “el cimiento” de la seguridad del Reino Unido, pero dijo querer encontrar “nuevas formas de trabajar” con la Unión Europea.
Las insistentes palabras de apoyo a la OTAN de Starmer contrastan con las del próximo canciller alemán, Friedrich Merz, que sugirió la noche de las elecciones que la Alianza Atlántica ya no es el foro esencial para la protección europea y que puede no existir en la forma actual de aquí a la cumbre prevista en junio. Pese a la evidente divergencia, Starmer dijo que es “una elección falsa” la idea de que el Reino Unido tenga que decidir de qué lado está ante la deriva de Trump.
El Reino Unido, la única potencia nuclear de la Europa democrática junto a Francia, es el segundo país europeo -después de Alemania- que más ayuda militar y humanitaria ha dado a Ucrania, y, aunque está fuera de la UE, sigue siendo esencial para la defensa común.
Varios líderes europeos se reunirán este domingo en Londres para hablar de defensa y la última alianza entre Trump y Putin, según anunció el primer ministro polaco, Donald Tusk. Downing Street no ha confirmado todavía la cita.
Equilibrismo
Starmer se unió a la primera reunión convocada por el presidente francés, Emmanuel Macron, en París la semana pasada para coordinar la respuesta ante la alianza de Estados Unidos y Rusia, y el Gobierno británico insiste en que puede ser “un puente” entre Europa y Trump. Este jueves, Trump recibirá a Starmer en la Casa Blanca, tres días después de sus conversaciones con Macron.
Pese a la ofensiva personal de Elon Musk contra él, Starmer ha hecho equilibrismos en los últimos meses para complacer a Trump y evitar cualquier crítica directa. Así, desde los ataques del presidente de Estados Unidos contra Ucrania, el primer ministro británico ha defendido la legitimidad democrática del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y ha recordado que Rusia es el agresor que invadió Ucrania, pero ha evitado que él o sus ministros desmientan de manera explícita a Trump.
Como otros gobiernos europeos, el Reino Unido se encontró este lunes en el lado contrario de Estados Unidos y Rusia en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU por las resoluciones de condena a la invasión rusa en el tercer aniversario.
La abrumadora mayoría de los británicos apoya a Ucrania, tiene claro que Rusia es culpable de la guerra y cree que las negociaciones de Trump beneficiarán sobre todo a Estados Unidos y Rusia, según los sondeos de los últimos días de las encuestadoras YouGov y More in Common.
8