Pedro Sánchez ha reconocido que el Gobierno hará una revisión a la baja del PIB –como ha asegurado que ocurrirá a nivel europeo y mundial–, pero se ha mostrado confiado en que no sea una cuestión estructural. “Todas las previsiones de los organismos internacionales plantean una inflación elevada, pero no así en 2023. Esperemos que sea un alza suficientemente coyuntural para que no veamos en los próximo años una inflación relevante”, ha explicado en una entrevista en Espejo Público (Antena 3). De hecho, ha llegado a decir que entre 2022 y 2023 se puede producir una “bajada abrupta” del 2%.
Aunque ha señalado que no pone “paños calientes” a la situación económica producida por la inflación, que atribuye en un 70% a la guerra en Ucrania por el incremento de los precios de la energía y de los bienes no elaborados, ha asegurado que España va a “seguir creciendo a buen ritmo” así como “creando empleo”. Respecto a la revalorización de las pensiones, ha dicho que se producirá conforme al IPC como se estableció por ley tumbando la reforma que acometió hace años el PP, pero los sueldos de los funcionarios los ha dejado en manos del “pacto de rentas” que negocian patronal y sindicatos y que está por ahora congelado por la distancia entre las partes.
Sánchez no ha querido dar detalles sobre la marcha de la negociación con la Comisión Europea sobre el tope de 30 euros al precio del gas para la electricidad que plantearon los gobiernos de España y Portugal, pero ha defendido las reformas legislativas encaminadas a acabar con los beneficios caídos del cielo de las eléctricas. “Si produces a precio de energía renovables y cobras al precio del gas es evidente que algún beneficio te estás llevando”, ha resumido el presidente, que ha insistido en que hay que reformar el mercado: “Estamos pagando la electricidad a un precio de oro que es el del gas y eso no tiene ninguna lógica, tenemos que toparlo”.
Informa Irene Castro.