La estrella de Hollywood que sobrevivió a un complot de asesinato ordenado por Stalin

El 5 de marzo de 1953 moría Josef Stalin a consecuencia de una hemorragia cerebral, según la documentación oficial, aunque su fallecimiento ha ido acompañado de numerosas conjeturas y misterios que a día de hoy siguen sigue dando que hablar. Su largo mandato al frente de la Unión Soviética dio lugar a numerosos acontecimientos, pero uno de los episodios más desconocidos se encuentra uno que estaría a caballo entre la ficción y la realidad y que lo vincula directamente con una de las estrellas del Hollywood más clásico.

Stalin y la idea de asesinar a John Wayne por su anticomunismo

Si hablamos de cine western, el nombre y la cara que viene a la mente es la del actor John Wayne, una figura icónica del Hollywood clásico que dedicó su vida a contribuir al americanismo a través de su trabajo en el cine, al no haber podido demostrarlo uniéndose al ejército estadounidense, al que intentó alistarse sin suerte, debido a su edad, pero también posiblemente por la presión de los estudios, que no querían perder a una de sus estrellas.

El conocido actor, protagonista de películas clásicas del cine western como son El hombre que mató a Liberty Balance, Centauros del desierto o Río Bravo, de hecho, se erigió como una de las principales voces anticomunistas del cine, al frente de la Asociación para la preservación de los ideales americanos.

Eso fue lo que llevaría a Josef Stalin a idear un plan de asesinato a John Wayne, siendo además un gran aficionado al cine y era habitual que se quedase hasta altas horas viendo, disfrutando de algún largometraje, por lo que no podía soportar al que consideraba casi como un enemigo, por todo lo que significaba.

El intento de asesinato que cortaron John Wayne y el FBI

Así, son varias las crónicas y las fuentes que aseguran que es cierto que Stalin tenía un plan para el asesinato de John Wayne debido a su anticomunismo, y una de ellas es el autor de la biografía del actor, Michael Munn, que relató una historia que le había llegado de la propia voz del especialista Yakima Canutt, doble del protagonista del cine del oeste, que le salvó la vida.

Canutt contaba que en 1949 la FBI descubrió un complot soviético para asesinar a la estrella de Hollywood y fue directo a Los Ángeles a informarlo, con lo que allí planearon una ejecución falsa en una playa que acabó con el secuestro de los agentes de la KGB, que acabarían convertidos en colaboradores americanos. Una historia que parece sacada de una película, pero que corroboró el mismo Orson Welles, que lo había escuchado por parte del cineasta Sergei Gerasimov, que formaría parte de la información a la URSS.

Un intento de asesinato que no sería el único que sufriría John Wayne, sino que en 1953 mientras rodaba Hondo en México sería víctima de un altercado por un grupo de comunistas locales, algo que no habría sido orden directa de Stalin. Además, también habría sido objeto de ataque por parte de otro líder comunista Mao Zedong, en la década de los 60.

El plan de Josef Stalin de asesinar a Wayne acabaría cuando el sucesor en el poder de la URSS, Krushev, reconoció que había sido el que había anulado la orden que había dado el propio mandatario, con lo que indirectamente habría confirmado las sospechas de la veracidad de la historia.