Este es el mito griego que explica el origen de la primavera y el cambio de estación

En la antigua Grecia, la mitología era el medio que se utilizaba para explicar el entorno, sobre todo algunos fenómenos naturales que tenían lugar y para los que no se tenía comprensión. Esto creó una extensa colección de historias y relatos, así como diferentes personajes, entre dioses y héroes, y que dieron lugar a rituales, templos y otros monumentos que han llegado hasta nuestros días formando parte de la literatura y la cultura popular.
Uno de los mitos griegos más conocidos es el del rapto de Perséfone, que ofrecía una de las explicaciones principales, la del cambio de estación y las diferentes épocas de cosecha y floración, al estar relacionado directamente con la diosa de la agricultura, Deméter.
Deméter y Perséfone en la mitología griega
Deméter es una de las diosas que formaba parte de los Olímpicos, los dioses del Monte Olimpo, al ser una de las hijas de Cronos y Rea. Era considerada la diosa de la agricultura, ciclo de la vida y la muerte, relacionada sobre todo con la tierra y la fertilidad de esta.
Junto a Zeus, su hermano, engendró a Perséfone, que como hija de Deméter tenía atribuciones ligadas a la agricultura, en este caso era la responsable de la germinación de semillas, del florecimiento, del crecimiento de cosechas, y por tanto era una extensión de su madre en cuanto a la fertilidad.
La belleza de Perséfone la hizo ser objeto de deseo por varios dioses olímpicos, pero su protectora madre rechazó a varios pretendientes, entre los que se situaban Apolo, Hermes o Hefesto.

Deméter, sin embargo, no pudo proteger a su hija de Hades, dios griego del Inframundo, que se enamoró de Perséfone, e ideó un plan para secuestrarla, mientras esta recogía flores junto a las ninfas. Así, cuando estuvo sola, abrió una grieta en el suelo que la atrajo al mundo subterráneo y quedó allí atrapada.
El rapto de Hades y el origen de la primavera y el cambio estacional
Al no saber del paradero de su hija, Deméter se sumió en la tristeza y el desespero, lo que llevó a una tierra estéril y marchita por el colapso de la fertilidad. El dios Helios fue el que descubrió que Perséfone estaba en el Inframundo con Hades, y ante esta noticia, Zeus tuvo que actuar para solucionar la situación de la tierra y cosechas.
Así fue como Hermes fue enviado como mensajero al Inframundo para negociar con Hades para que Perséfone regresara junto a su madre. Este, sin embargo, no sería sencillo, pues había urdido un plan y por eso dijo que como condición la devolvía si ella no había comido nada en su territorio. Sin embargo, Hades no había dicho nada a Perséfone sobre esto, y le ofreció unas semillas de granada que evitaron que pudiera cumplir con la promesa de regresar al Olimpo. Esto daría como resultado que su vuelta junto a Deméter era temporal, dando pie a dos ciclos de seis meses.
Este fue el origen directo del cambio de las estaciones: otoño e invierno simbolizan los meses que Perséfone pasaba en el inframundo, sin flores ni cosechas abundantes, mientras primavera y verano representaban el momento en el que ella se encontraba en el Olimpo.
La primavera pasó a tener especial relevancia, al ser la estación en la que se producía el cambio del inframundo al Olimpo de Perséfone, con lo que daba resultado a la época de mayor fertilidad y floración. Un mito que ha perdurado en la cultura popular y que los romanos adaptaron bajo el nombre de Proserpina y algunos detalles modificados, pero mismo significado.
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