El primer pueblo de España que apareció en nuestra literatura

Castillejo de Robledo, cruz

Adrián Roque

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En un recodo de la provincia de Soria, entre los límites de Burgos y Segovia, Castillejo de Robledo se alza como uno de esos lugares donde la historia y la literatura se funden en un mismo suspiro.

A pesar de que no aparece en los mapas turísticos más populares, esta pequeña localidad castellana forma parte esencial de nuestro imaginario colectivo: es el primer pueblo español mencionado en la literatura, inmortalizado en el Cantar del Mío Cid, en el episodio de la Afrenta de Corpes.

Aquella escena, brutal y decisiva, dejó una huella literaria que todavía se respira entre las piedras y senderos de este pueblo mágico que invita a mirar el pasado desde la calma del presente.

Desde 1974 está reconocido como Bien de Interés Cultural y hoy forma parte de la Ruta del Cid, un recorrido que une memoria, patrimonio y paisaje.

Un castillo templario con vistas a la historia

El elemento más reconocible de Castillejo de Robledo es su castillo templario, hoy en ruinas, pero con una silueta aún majestuosa sobre una peña caliza.

Sus torres, murallas y aljibe hablan de tiempos de cruzadas, órdenes militares y luchas de frontera. Fue construido en el siglo XII y, tras la disolución de la Orden del Temple, pasó a la Orden de San Juan y, más tarde, a los vecinos tras la Desamortización de Mendizábal.

Desde lo alto del promontorio se contempla el paisaje de sabinas, viñedos y cerros que rodea el pueblo, y que da forma a un entorno natural protegido. Un enclave estratégico entonces y hoy un lugar perfecto para escuchar el silencio.

Iglesias, ermitas y la fuerza del románico rural

La iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción es otro de los grandes atractivos. Conserva su ábside semicircular, sus arquivoltas decoradas y varios restos de pintura mural que recuerdan la sobriedad y belleza del románico castellano.

No muy lejos, se encuentra la ermita rupestre de la Virgen del Monte, excavada directamente en la roca, un refugio de espiritualidad popular con siglos de historia.

A ello se suman otras construcciones como la ermita de los Santos Mártires Vidal y Marcelino, y un antiguo museo escolar que conserva libros, pupitres y objetos que nos transportan a la infancia de varias generaciones.

Entre lagares, vino y senderos entre sabinas

Además del legado literario y templario, Castillejo de Robledo presume de su vínculo con el vino. Las bodegas subterráneas, los lagares excavados en la piedra y las tradiciones en torno a la vendimia forman parte del alma del pueblo, que pertenece a la comarca de la Ribera del Duero.

Los amantes del turismo de naturaleza pueden recorrer senderos entre sabinas y fuentes naturales, como la de la Salud, o perderse por caminos que discurren entre antiguos bancales, muros de piedra y pinares donde todo parece haberse detenido.

Un destino literario, cultural y mágico

Visitar Castillejo de Robledo es viajar en el tiempo y reencontrarse con las raíces de nuestra historia. Es un pueblo que, a pesar de su tamaño, guarda en su interior un relato épico que ha sobrevivido al paso de los siglos. Un lugar que no solo aparece en los libros, sino que se vive con los cinco sentidos.

Y sí: puede que sea pequeño, pero en sus calles se respira la grandeza de haber sido el primer pueblo de España en entrar en la literatura. Y eso, como el propio Cid Campeador, no se olvida.

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