La Memoria Histórica rinde homenaje póstumo a “una mujer valiente”: Aralda Rodríguez

La Casa Salazar acogió este sábado un emotivo acto en homenaje a Aralda Rodríguez, presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma hasta su fallecimiento por covid en el año 2000, organizado por esta entidad, que preside en la actualidad Félix González, y por el Centro para la Investigación y la Divulgación de la Memoria Histórica y Democrática de Canarias. Contó con la participación del delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana; la consejera de Presidencia, Administraciones, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto, y el presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez, junto a un miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma, Marisa Warcevitzky, y familiares de Aralda, natural de Puntallana, quien luchó toda su vida por recuperar los restos de su padre, Segundo Rodríguez, asesinado durante la represión franquista.
La vicepresidenta del Centro para la Investigación y la Divulgación de la Memoria Histórica y Democrática de Canarias, Sara Guerra, resaltó que el “emotivo acto” era “un merecido homenaje a una mujer valiente, comprometida y firme en la defensa de la justicia y la dignidad; una mujer coraje, incansable en su empeño de dar voz y memoria a quienes fueron silenciados, siempre con la mirada puesta en un objetivo: recuperar los cuerpos y la memoria de quienes fueron asesinados en La Palma durante la guerra civil”.

En representación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma intervino Marisa Warcevitzky, quien excusó la ausencia de Félix González, que no pudo estar presente en el acto. Expresó su agradecimiento “a todas las personas que han estado de nuestro lado en la búsqueda y reparación de aquellos años de barbarie, a todos ustedes por acompañarnos en un acto de justicia y recuerdo. Hablar de Aralda es hablar de valentía, de un amor inquebrantable y de una búsqueda incansable de la verdad. Su vida estuvo marcada por una ausencia que nunca le dejó de doler, la de su padre, Don Segundo Rodríguez, que fue asesinado cuando ella era apenas un bebé”, expuso Warcevitzk, y resaltó que “su voz se convirtió en la de muchos que como ella se negaron a olvidar. Desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma, que ella fundó y presidió hasta su fallecimiento, Lala nunca se detuvo en su empeño por dar nombre y dignidad a aquellos que fueron arrebatos de la vida y arrojados al olvido, su lucha deja un legado imborrable, un testimonio de perseverancia que nos sigue impulsando a continuar su camino, seguir buscando a nuestros seres queridos y recordando para nunca más volver a aquellos años trágicos”. “Lala nunca permitió que la ceniza del olvido cubriera la memoria de los suyos, de los nuestros, porque, como ella decía, los derechos humanos no prescriben. Aralda vive en nuestra memoria, que hoy honramos, con el compromiso de seguir adelante”, aseguró.

El delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, recordó que “no pudimos acompañar a la familia en el momento en que falleció, era la pandemia, no se le pudo homenajear como se merecía, le debemos una lucha incansable por las víctimas del franquismo, personas que fueron asesinadas en los montes de nuestra isla, su padre fue uno de ella. Este homenaje era un deber moral de la sociedad palmera, porque ayudó a rescatar del olvido a personas que perdieron la vida por el simple hecho de haber militado en un movimiento sindical, por haber participado en política, afiliados o no, solo por haber sido unos demócratas, porque en La Palma no hubo frente de guerra civil, aquí fue mucho más doloroso por la venganza y el ensañamiento inhumano con el que se emplearon”.
Nieves Lady Barreto, consejera de Presidencia, Administraciones, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, puso de relieve que “es un homenaje para Aralda y para todos los que lucharon por dignificar a los que lo pasaron mal en su momento y arrojar luz sobre una época que desgraciadamente nunca tuvo que suceder, pero que sucedió, y lo que tenemos que hacer es ecordar para que no vuelva a pasar. Es un homenaje justo y se lo debemos a ella y a todas las personas que lo pasaron mal, a quienes sufrieron por las personas que desgraciadamente fueron asesinadas y que hoy siguen sin poder ser enterradas dignamente, y la dignidad tiene que poner a cada uno en su sitio, y que nunca vuelva a pasar recordando lo que sucedió”.
El presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez, destacó que “doña Aralda fue precursora del movimiento de Memoria Democrática, de recuperar la dignidad y dar voz a aquellas personas que se la quitaron y creo que hay que reconocerles que dieron un paso adelante en otra época”.
Rosa Rodríguez, hija de Aralda, en representación de la familia, expresó su esperanza en que “las diferentes administraciones se hagan cargo de una labor que estaban asumiendo los familiares cuando era el Estado el que tenía que hacerse cargo de ese trabajo; finalmente parece que va a ser así, y espero que no se cese en recuperar y dignificar a las personas y familiares que la guerra se llevó por delante”.

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