Radiografía de una Canarias que no deja de crecer en población: municipios con más extranjeros que isleños y subidas de más del 100%

Gráfico del aumento poblacional en Canarias desde el año 2000 hasta 2024.

Canarias Ahora

23 de marzo de 2025 20:40 h

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Para algunos era solo una impresión, pero los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac) de enero de 2024 y publicados este domingo lo confirman: la población en Canarias no deja de crecer y el porcentaje de residentes nacidos fuera de España es cada vez mayor, hasta el punto de que en cuatro de los 88 municipios del Archipiélago hay ya más extranjeros residentes que personas nacidas en las Islas. Y el número aumenta, hasta alcanzar al 22,6% del total de habitantes del archipiélago, lo que supone un 5,8% más que un año antes (2023). Es decir, casi una de cada cinco personas que viven en Canarias ha nacido fuera del país.

La radiografía aportada por Istac deja varios datos relevantes. El principal, que aunque la llegada de inmigrantes en cayucos o pateras cope el debate político, la mayoría de las personas extranjeras que residen en Canarias no proviene del continente africano, sino del americano. Y destacan tres nacionalidades, la venezolana por encima de todas, seguida de la cubana y la colombiana. Solo en 2024 el número de habitantes de Canarias nacidos en Venezuela aumentó en 5.596 personas, hasta un total de 82.890 residentes totales provenientes del país bolivariano. El segundo continente del que más habitantes extranjeros proceden es Europa, donde destacan los italianos, que son ya 43.390 en las Islas.

El siguiente titular que dejan los datos de Istac es que Gran Canaria es la isla con menor porcentaje de extranjeros entre sus habitantes (no llega al 16%). En el lado contrario se encuentra Fuerteventura, donde casi un 40% de sus residentes son nacidos fuera de España, es decir, cuatro de cada 10 personas que viven en la isla no son españoles. Le sigue Lanzarote, con un pocentaje que supera el 33%. A continuación, El Hierro (30,5%), La Gomera (25,4%), Tenerife (24,7%) y La Palma (22,6%).

El caso de Fuerteventura

En la isla majorera no solo se ha visto el mayor crecimiento poblacional, junto a Lanzarote, de toda Canarias en los últimos 25 años, sino que es la isla del archipiélago donde menos porcentaje de población canaria reside actualmente. Los nacidos en las islas suponen solo el 33,4% del total. El resto proceden de fuera de España (casi el 40%) o de otras comunidades autónomas del país (15,6%). Es, de hecho, la isla donde estos dos porcentajes son más altos de toda Canarias.

Destacan los datos del municipio de La Oliva, en el norte de la isla y con el famoso núcleo turístico de Corralejo. En dicho municipio hay más habitantes extranjeros que españoles. Suponen el 50,74% del total.

Y no es el único. En otros tres municipios en Canarias hay más nativos de otros países que nacionales. Son Adeje, donde representan el 56,52%, Arona (51,8%) y Santiago del Teide (51,5%). Además, de los tres municipios que más crecieron en población en todo el país en 2024, dos son canarios: Arrecife, con un 5,1%, y Granadilla de Abona, con un 3,9%.

Con datos de Istac publicados el pasado enero, al cierre de 2024 la población en Fuerteventura aumentó en casi 3.000 personas (un 2,4% más) para llegar a los 127.043 habitantes. Solo Betancuria experimentó un retroceso, apenas del 0,49% (4 personas menos). Si en el año 2000 apenas tenía 60.000 habitantes, el crecimiento poblacional en solo 25 años es de más del 100%, es decir, se ha multiplicado por dos, hasta 126.000 habitantes.

En términos absolutos (número de personas), la isla que más aumentó su población respecto al año anterior (2023) fue Tenerife, con 10.374 nuevos habitantes, seguida de Gran Canaria (7.091 habitantes), Lanzarote (4.432), Fuerteventura (2.524), La Palma (1.044), La Gomera (146) y El Hierro (127).

En términos relativos (porcentaje sobre el total), son Lanzarote y Fuerteventura las islas que más han crecido: un 2,8% y un 2%, respectivamente. Les siguieron La Palma (1,2%), El Hierro y Tenerife, ambas con un incremento del 1,1%, Gran Canaria (0,8%) y, por último, La Gomera (0,7%).

Qué hace el Gobierno

El aumento poblacional en Canarias se viene produciendo desde hace décadas a un ritmo muy elevado, lo que ha provocado el colapso de los servicios públicos, las carreteras, la gestión de los residuos, las aguas, la energía y una crisis sin precedentes en la vivienda. Son problemáticas que empeoran a mayor número de habitantes. Y todo ello, en unas islas con elevados índices de pobreza y exclusión social y con un territorio frágil y fragmentado.

Aunque desde hace ya años el debate sobre el llamado reto demográfico en Canarias ocupa parte de la agenda política, hasta la fecha no se ha adoptado ninguna medida concreta al respecto.

Tanto en la pasada legislatura como en la actual se han creado sendas comisiones en el Parlamento regional sobre reto demográfico. En ambas se celebraron numerosas sesiones y se invitó a expertos en diferentes materias para abordar el asunto: desde sociólogos hasta economistas, pasando por expertos en planificación urbanística, entre otros.

Cuando concluyeron las comparecencias de la última comisión en junio de 2024, su presidente, Casimiro Curbelo, afirmó que los comparecientes habían “insistido hasta la saciedad en la necesidad de la planificación, territorial, urbanística y de los recursos, de tener objetivo claros”, para atender a las necesidades de los canarios “con visión a largo alcance, a 40, 50 años”.

Nueve meses más tarde, en febrero de este año, la comisión aprobó su dictamen (conclusiones) con los votos a favor de los grupos que sostienen al Gobierno canario (CC, PP, ASG y AHI), la abstención de PSOE y NC-BC, y el rechazo de Vox. Ese dictamen recoge, como líneas maestras, impulsar la planificación diferenciada por islas, reducir la burocracia para fomentar la inversión y la construcción de vivienda o estudiar medidas que puedan limitar o contener la población en las islas capitalinas. Pero de nuevo no se concreta ninguna medida.

El documento recoge que “no se trata solo de cuántas personas caben en Canarias, sino de cuántas queremos que sean y en qué condiciones” y reconoce el crecimiento “descontrolado” del archipiélago, con unas 575.000 personas más desde el año 2000, hasta superar en 2024 los 2,25 millones de personas.

En ese periodo (desde 2000), Fuerteventura ha aumentando su población un 186% y Lanzarote un 111%.

Tras años de sesiones de la comisión los grupos parlamentarios propusieron también que se regule el alquiler vacacional por la “distorsión” que genera en el mercado inmobiliario, se desarrolle un Plan de Infraestructuras Verdes que proteja los ecosistemas y se reduzca el impacto ambiental del turismo, así como que se mejore la gestión del agua y la energía con enfoque en la eficiencia y sostenibilidad.

Además, abrió la puerta a “justificar” ante la UE la posible limitación de compra de vivienda para no residentes en el archipiélago. Propuestas que, por ahora, y tras años de reuniones, no se han materializado de ninguna manera.

Repartir la población, sin limitarla

Por si dos comisiones sobre el reto demográfico fueran poco para estudiar el asunto, el Gobierno canario anunció este mes de febrero que crearía un nuevo grupo de estudio sobre el tema. En esta ocasión, está formado por representantes del Gobierno regional, cabildos, ayuntamientos, universidades públicas, comités de expertos, empresarios y sindicatos.

Pese a reconocer que el aumento poblacional es un problema, no se ha escuchado todavía por parte del Gobierno regional ninguna propuesta para tratar de controlarlo o limitarlo. Al contrario, los partidos del Ejecutivo regional rechazan valorar un posible ley de residencia. Cabe recordar que el candidato de Coalición Canaria a las últimas elecciones europeas, Carlos Alonso, llevaba entre sus propuestas de campaña precisamente una ley de residencia, pero apenas 24 horas después de celebrarse los comicios el propio Fernando Clavijo dio carpetazo a esa idea.

Cuando el portavoz del Gobierno canario, Alfonso Cabello, anunció la creación de este nuevo grupo en febrero, explicó que “hay muchas oportunidades en torno a los municipios de menos de 10.000 habitantes para vivir con calidad, con expectativa y con sostenibilidad en cada una de las islas y, por lo tanto, esa es una de las líneas de trabajo que también estamos poniendo encima de la mesa”. Es decir, trabajar para hacer más atractivos esos municipios en un intento de lograr que la población se reparta mejor por el territorio en lugar de concentrarse en determinados puntos. “La población se va fijando en entornos donde se generan oportunidades y tenemos que hacer que se generen oportunidades en determinadas islas donde hasta ahora lo que se ha producido es un descenso poblacional y tenemos que hacer por apostar por ellas”, dijo. En resumen, repartir habitantes sin limitar o controlar que sigan aumentando.

Cabello puso el énfasis en que “hay islas y municipios que pierden población”. Los datos de Istac desmienten lo primero (es decir, ninguna isla pierde población) y sobre lo segundo, solo 14 municipios han decrecido, y lo han hecho de forma muy leve, insuficiente para contrarrestar las enormes subidas registradas en otros.

Y mientras el Gobierno canario pone el énfasis en actuar en esos entornos rurales de menos de 10.000 habitantes, el profesor de Análisis Geográfico regional de la Universidad de La Laguna, Luis Jerez Darias, considera en una reciente entrevista concedida a Europa Press que el foco debe estar en las capitales y ciudades turísticas. En Canarias, puntualizó, a diferencia del resto de comunidades autónomas españolas, sobre todo las del interior penínsular, hay que añadir el fenómeno de la población flotante. Así, el “hecho insular” ha generado “atracción” a la migración de todas partes del mundo y turistas, algo corroborado por los recientes datos publicados por Istac.

Por ello, el experto apela a ir más allá de las medidas concretas en el entorno rural, porque son las periferias de las ciudades turísticas y capitales las que también están afectadas por el fenómeno demográfico. “Canarias ya no sufre despoblamiento. Canarias sufrió despoblamiento en los años 50, finales de los 60, y a partir de ahí la población de Canarias empezó a crecer. Se paró la inmigración a América, a Venezuela, y después Canarias se convirtió en un espacio de atracción, que no ha hecho sino crecer en población”, señala el experto.

Para este experto, el reto demográfico en las islas requerirá de un “análisis mucho más serio, más amplio” a través de medidas “transversales” que vayan más allá de las vinculadas al entorno rural, como propone ahora el Gobierno canario. En definitiva, un marco de actuaciones que pase por revisar el actual modelo económico de las islas, basado en el turismo.

En opinión del presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, es necesario continuar potenciando el desarrollo de las islas verdes con proyectos que mejoren su competitividad, pero también poner “límites” al crecimiento poblacional en las islas más colapsadas. 

La eterna promesa: limitar la compra de viviendas

Una de las medidas más demandadas durante las protestas contra el modelo de desarrollo de las Islas, basado en el turismo de masas, fue la limitación de la compra de viviendas a extranjeros no residentes. Era abril de 2024. Poco después, el presidente regional recogió esa demanda y la incorporó a su discurso durante un pleno en el Parlamento de Canarias celebrado en mayo de ese año. “Es el momento” de negociar con la Unión Europea la posibilidad de limitar la compra de vivienda por parte de los extranjeros en Canarias, afirmó.

La pregunta sobre el tema la hizo su propio partido y, en su respuesta, Clavijo anunció que su Gobierno ya había encargado los estudios jurídicos pertinentes para poder explicar su propuesta a la nueva Comisión Europea que surgiera de inminentes comicios (que se celebraron poco después).

Sin embargo, ese anuncio se hizo dos semanas después de que todos los partidos que forman o apoyan al Gobierno de Clavijo (Coalición Canaria, PP, ASG y AHI) votasen en contra de una moción presentada por NC-BC que recogía precisamente la adopción de medidas para limitar la compra de viviendas a extranjeros.

Casi un año más tarde, en el debate sobre el estado de la nacionalidad canaria celebrado este mes de marzo Clavijo repitió el anuncio, como si fuera algo nuevo. Hay que poner “sobre la mesa la necesidad de que se establezcan límites en la adquisición de viviendas por parte de no residentes, al igual que ya se hace en algunas islas europeas”, señaló.

Pero quien quiera medidas, que mire a Bruselas, vino a decir: “Somos perfectamente conscientes de que el reto demográfico va más allá de nuestra capacidad legislativa puesto que el marco de convivencia europeo actual limita tanto una Ley de Residencia como la limitación a la compra de viviendas a extranjeros”, apuntó. “Pero que sea difícil no quiere decir que sea imposible. No es el primer ni será el último caso de asuntos que eran imposibles y que Canarias, con trabajo, rigor y diálogo, logró cambiar. Porque si algo tenemos claro es que a Canarias hay que defenderla todos los días”.

Sobre el estudio jurídico encargado hace un año no hay noticias.

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