El monumento a Franco de Tenerife cuenta con dos informes en contra de declararlo BIC y dos que obvian que ensalza la dictadura

El plazo para presentar alegaciones al proceso abierto para declarar Bien de Interés Cultural el monumento a Franco de Santa Cruz de Tenerife expira el próximo diez de abril. Desde el pasado 13 de marzo la ciudadanía puede consultar toda la documentación al respecto y presentar las suyas en este procedimiento que el Cabildo (CC-PP) ha abierto en cumplimiento de una sentencia. De momento, la estatua de Juan de Ávalos cuenta con dos informes desfavorables a declararlo BIC y otros dos que ensalzan su valor artístico, sin tener en cuenta que es una exaltación de la dictadura franquista.
Los informes desfavorables son los de la Universidad de La Laguna, que insiste en que “no hay valores artísticos excepcionales” en esta obra y alude a su contexto histórico. Además, destaca “el relieve que el autor adquirió en una dimensión político-social debido a su vinculación con una parte importante de la producción simbólica de la dictadura franquista, en su sentido monumental, de la iglesia católica y de la élite político-económica del régimen. Conviene recordar aquí que la obra escultórica de Ávalos más reconocible estará vinculada a encargos monumentales cuya función era, antes de nada, celebrar y propagar una visión ideológica del sistema político vigente durante la dictadura”.
Este informe de la ULL también recuerda los elementos simbólicos de la escultura tales como “la representación idealizada de la figura de Francisco Franco como un varón joven y atlético”, y “de los valores que se quieren asociar a su figura como la fe, la bandera y la victoria- o la espada, la tela al viento y el ángel alado”.
Otro informe que se pronuncia desfavorablemente es el de Museos de Tenerife, que alude a diferentes publicaciones en prensa, como una del año 1966 de La Vanguardia de 17 donde se afirma que “todo el contenido histórico está admirablemente reflejado por el hábil y artístico cincel del escultor en este monumento: Franco, el capitán intrépido, símbolo de dirección y jefatura; su espada en forma de cruz, porque Cruzada en defensa de los altos valores de la patria era lo que iba a emprender; el avión que les sacó de Canarias simbolizado por un arcángel, porque sus alas mecánicas fueron aquel día providenciales; finalmente esa catarata de agua, recordatorio de los héroes que en marcha incontenida se pusieron a las órdenes del capitán valeroso”.
También hace referencia este informe al periódico “Arriba” que en su número del 17 de marzo recoge la “Inauguración de un monumento al caudillo en Santa cruz de Tenerife”; o el periódico ABC de misma fecha, que expone la noticia de la “Solemne inauguración de un monumento al caudillo en Santa Cruz de Tenerife”, siendo citado como Monumento a Franco por diversos autores.
Este documento de Museo de Tenerife aclara que “más allá de sus valores artísticos que actualmente se debaten, creemos que la carga simbólica se encuentra en contradicción con la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática que establece con respecto a los actos o ítems conmemorativos del Régimen Franquista que nadie puede sentirse legitimado, como sucedió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y dignidad de todos los ciudadanos, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad democrática”.
Asimismo, recuerda que serán considerados “elementos contrarios a la memoria democrática las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”. Entre la bibliografía que cita se encuentra 'Ángel Caído', el cortometraje del cineasta Miguel G. Morales.
Informes favorables que eluden la dictadura
Los informes favorables a proteger la estatua son los de la Real Academia de Extremadura de las letras y las artes, que hace alusión a que la obra “forma parte de la destacada producción monumental que el escultor llevó a cabo tanto para España como para diferentes países iberoamericanos” y añade que “la obra dispone de elementos que procuraron una notable fama al escultor de este tipo de obras” y menciona “la búsqueda de la espectacularidad y el colosalismo”.
Sobre el contexto histórico, obvia que conmemora la partida de Franco y expone que “el mensaje del grupo escultórico se encuadra dentro de la campaña política alusiva al periodo de paz del que hizo bandera el régimen franquista desde todas las posibles acciones de proyección hacia la sociedad, siendo el arte una de ellas y el monumento tinerfeño un ejemplo más”. La academia extremeña concluye que “por la calidad de la obra, por el lugar que ocupa en el contexto de la obra del escultor y por ser un elocuente testimonio de un período histórico-artístico”, informan favorablemente a declararlo BIC.
Por otro lado, la Real Academia de Bellas Artes San Miguel de Arcángel, que solamente se centra en que “fue uno de los escultores más relevantes, entre los que trabajaron la figuración en aquellos años” y expone su currículum y su producción. Además, advierte de que “la escultura puede considerarse un buen ejemplo para explicar aspectos formales propios de la composición tridimensional”.
Este periódico ha intentado conocer si la Academia tiene alguna valoración más extensa sobre el contexto histórico de la escultura, pero no se ha pronunciado. La pasada semana, el artista grancanario Acaymo S.Cuesta renunció a un premio precisamente por la defensa de esta academia al monumento a Franco. El artista recordó que su trabajo está ligado a la defensa de la justicia social y la dignidad humana, así como de la memoria democrática.
Por su parte, el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife señala que “convencidos del papel mediador que debe motivar las actuaciones de un colegio profesional como es nuestro caso, reivindicamos como alternativa la puesta en marcha de un proceso participativo en los términos que hemos expresado anteriormente que, dentro de los márgenes que establece la legislación vigente, trate de lograr el máximo consenso posible para reparar a las víctimas, reforzando los valores de nuestro sistema democrático y en última instancia mejorándonos a todos como ciudadanos.”
Cabe recordar que el Catálogo de Vestigios de Canarias (anulado por el Ejecutivo de Fernando Clavijo) concluía que es necesaria la “retirada del grupo escultórico”, que está configurado por una base que es una alegoría de la isla de Tenerife, “que actúa como anclaje de las piezas superiores y como símbolo de la contribución de la isla de Tenerife a la sublevación militar”. También se compone de “la figura del arcángel”, que simboliza el vuelo realizado por Franco en el avión conocido como Dragon Rapide, y el “símbolo propio de la guerra de religión que recibe el auxilio divino a través de la figura angelical”.
Los expertos y expertas subrayaron entonces que es una vulneración de la ley esa figura alegórica del general Franco sobre el arcángel “representado como un joven atlético vestido con una túnica que alude a la bandera nacional y presenta al frente una espada que se identifica como una cruz”. El complejo también contiene los escudos alegóricos a los nueve partidos judiciales de la provincia de Santa Cruz de Tenerife en 1960, que representan la pretensión de significar el reconocimiento de la sublevación militar y de la Guerra Civil como causa justa y legal.
Asimismo, para financiar el monumemto a Franco el método utilizado, la “suscripción popular”, que se practicaba a través del control ejercido por los órganos de gobierno militar y civil, que eran poseedores de la información sobre la ciudadanía. El Catálogo de Vestigios reflejaba esas extorsiones, presiones y un alto grado de control.
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