22 de diciembre de 2032
![Ramón Araújo.](https://static.eldiario.es/clip/f51f1ad1-4ab4-4b81-99bb-219dff69de89_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Un asteroide no es alguien que va a comer con frecuencia a casa Asterio, ni esos que se meten en los gimnasios para echar músculos, que eso son los esteroides, un asteroide es un meteorito, un cuerpo celeste que anda por ahí a su bola, veo que ya se han dado cuenta de que no tengo puñetera idea de astronomía y que son un montón dando vueltas por ahí y cada cierto tiempo pueden impactar en la Tierra, así, por la cara. Pues ahí uno de ellos, del tamaño de una campo de fútbol de los grandes, vamos, un asteroide de champions, el 2024 YR4, nombre que me recuerda a los robots de la Guerra de las Galaxias, pues ese, repito, se dirige según parece a la Tierra a toda leche, más rápido que un tren japonés, y puede que impacte o no el 22 de diciembre de 2032 y el pepinazo va a ser el de una bomba atómica de las gordas, provocando tsunamis, incendios, terremotos e incluso la suspensión de la Liga Profesional de Fútbol, lo cual podría provocar grandes disturbios e incluso la caída de algún gobierno. Las posibilidades cuando esto escribo son de un dos por ciento, porcentaje muy superior a la posibilidad de que nos toque el gordo y a alguien le toca siempre. Bueno, los jerarcas lo saben y le están haciendo un seguimiento para que no nos coja de sorpresa y podamos desviar su trayectoria, cosa que no me tranquiliza. Un amigo algo cínico me dice que menos de un dos por ciento de posibilidades tenía él de conocer a su mujer y llevan cuarenta años juntos, sé que este comentario carece de romanticismo y pido perdón, sobre todo considerando que esta es la semana de los San Valentines. En fin, tenemos tiempo estos siete años que faltan para el impacto de ponernos a bien con Dios si somos creyentes o con el diablo si somos devotos del sálvese quien pueda. Leonard Cohen decía que él creía en Dios y en el diablo, que según él era dios borracho, pero mucho me temo que ni uno ni otro van a interferir en el pepinazo y va ser interesante ver quién de los dos gigantes tecnológico, USA o China, se apuntan el tanto de lanzar el misil y dar en el blanco. Puede ser un duelo apasionante, mientras la UE se concentra en hacer tapas de plástico para ponernos difícil abrir botellas.
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