Vecinos de Candelaria denuncian un tercer atentado contra el patrimonio guanche desde el último verano
El grupo de arqueología social Imastanen censura el tercer atentado a yacimientos guanches en el municipio de Candelaria, en el este de Tenerife, desde el pasado verano, tras recibir una llamada de vecinos de la localidad alarmados por las pintadas y la posible presencia de veneno en una ladera rocosa con cuevas y grabados de gran valor, aunque aún sin catalogar por las autoridades de Patrimonio.
Tras acudir a este enclave, miembros del colectivo de arqueología social comprobaron que las pintadas se extienden “a lo largo de unos 500 metros de afloramiento rocoso, afectan a un panel de grabados aún sin catalogar, dañando estos con unas letras de grandes dimensiones realizadas con pintura blanca en donde se lee la palabra veneno de manera reiterada, lo que indicaría que se ha podido emplear algún tipo de agente tóxico en toda esa zona”. El grupo que encabeza Sixto García desconoce la razón de ese posible uso de venenos, pues no existe actividad agrícola en esos bancales y terrenos, “aunque sí es un espacio con gran variedad faunística y botánica, así como una zona altamente sensible, pues sirve de hábitat para la cría de pardelas, por lo que, aparte de un claro perjuicio contra el legado patrimonial guanche, podríamos estar ante un gravísimo atentado medioambiental”.
El grupo tampoco conoce “quién pueda ser el autor y qué intenciones le hayan llevado a realizar semejante acto, del todo delictivo”. Asimismo, alerta de que el conjunto de cuevas circundantes, “pese a haber tenido un uso intensivo hasta tiempos recientes, podría contener aún restos arqueológicos de época guanche, tal y como ha reconocido el área de Patrimonio del Cabildo insular, al menos en un caso”. Por eso, cree conveniente que se estudie para conocer mejor los usos y costumbre en esa cueva, planteamiento asumido por el área insular. Según el grupo, “destacan algunos grabados barquiformes, aunque, debido a la afección sufrida, será imposible recuperar”.
“Tristemente –indica el colectivo-, los antecedentes recientes en este y otros municipios han quedado sin esclarecer y nunca se llegó a identificar a los responsables de estas y otras alteraciones sobre los yacimientos afectados, sin que obviamente se haya producido sanción ni reparación alguna. Mientras, seguimos esperando a que los catálogos e inventarios arqueológicos municipales se lleven a efecto, tal y como estipula la actual Ley 11/2019 del Patrimonio Cultural de Canarias en donde se determina la obligatoriedad de haberlos ya concluido en todos los municipios de la Isla, con la colaboración y asesoramiento del propio Cabildo insular, al tiempo que sabemos que existen partidas presupuestarias que sólo requieren de los trámites pertinentes para su solicitud, concesión y ejecución práctica, lo que parece faltar es voluntad real e interés en la materia”.
Para el grupo, “gran parte de estos daños contra el legado guanche se podrían evitar de existir un interés real por parte de las administraciones y sus cargos electos, que llevase en primer lugar a que la ley se cumpla de manera efectiva y, por supuesto, a que se pongan los medios que permitan desarrollar y aplicar los mecanismos y acciones apropiadas para generar canales de educación patrimonial dirigidos a la población. Históricamente, no ha existido una divulgación responsable que ponga en valor y eduque en el respeto y la conservación de las huellas de nuestros antepasados, por lo que tan sólo acercando los valores arqueológicos a la gente con intervenciones similares a las de otras islas, como son la creación de parques arqueológicos o centros de interpretación entre otras muchas acciones plausibles, ya se estaría dando un gran paso adelante en materia de protección y sensibilización”.
En este sentido, y como con otras denuncias previas, insisten en que “el embrutecimiento y desapego en lo que al legado indígena se refiere, parte de una tendencia histórica a negar cualquier vínculo con los pueblos amazighes que habitaron durante al menos 2000 años estas Islas y que configuran, le pese a quien le pese, la base étnica y cultural de la actual sociedad canaria. Una huella que, de desaparecer del todo de manera permanente, dejaría a nuestro pueblo sumido en una aniquilación identitaria que todo parece apuntar, forma parte de un plan en marcha que busca desvincular al canario de su tierra, de sus raíces y de su identidad originaria. De esta forma acabaremos por desaparecer como pueblo y, con ello, cualquier apego por la naturaleza e historia que nos hace únicos e irrepetibles de entre todos los pueblos de la tierra”.
Como contraste, alertan de que “se sigan otorgando ayudas multimillonarias para el cuidado y mantenimiento de templos católicos o casas con apellidos ilustres, mientras el legado guanche es menospreciado y abandonado hasta desaparecer de la forma más calamitosa posible”.
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