El peligro de las redes sociales y de los “buscadores” de yacimientos guanches para el patrimonio canario
El colectivo Imastanem califica de “terrorífico” el año 2024 para la arqueología en Canarias, al menos en lo concerniente a la conservación de restos aborígenes por, entre otras cuestiones, prácticas que se han ido asentando en los últimos años, como compartir en grupos y redes sociales de “aficionados” las ubicaciones de los yacimientos, lo que ha propiciado así más “expolios, numerosos casos de destrucción y desaparición de valiosos resto guanches en Tenerife”. Unos graves hechos y moda que se suma a los atentados “más notorios, consecuencia de pelotazos urbanísticos promocionados por el aparato político-empresarial que gobierna la Isla, como los de Adeje, Granadilla, El Rosario, Arico y otros tantos ya denunciados en prensa y ante las autoridades competentes el año anterior”.
El grupo que capitanea Sixto García denuncia las “malas prácticas, agresiones y expolios de particulares sin conciencia alguna sobre los frágiles valores que visitan”. Si bien aclaran que “siempre han existido actos de vandalismo y expolio sobre el patrimonio guanche, lo cierto es que el ritmo al que se están produciendo actualmente corresponde, sin duda, a una tendencia en auge, consistente en exponer públicamente estos lugares como si de algo trivial se tratase, atrayendo inevitablemente a personas con malas intenciones o con un nulo entendimiento de cuál debería ser la praxis en torno a un patrimonio tan frágil y sensible. Y es que no falla: en cuanto un lugar, antes conocido y frecuentado por un número reducido de personas que velaban por su preservación -sabedores del valor cultural y científico de las manifestaciones rupestres y otros restos indígenas presentes en una zona-, se populariza y se da a conocer de manera indiscriminada, comienza a ser víctima de todo tipo de alteraciones, cuando no directamente de destrozos y saqueos”.
Según detallan, se extiende cada vez más la “fiebre” entre los aficionados de “intercambiar ubicaciones para acceder a estos enclaves y, así, coleccionar fotos o directamente materiales de factura indígena, lo que está poniendo en peligro los últimos vestigios que nos quedan de nuestros guanches y, con ellos, la posibilidad de dejarlos en herencia para aprendizaje y riqueza cultural de las generaciones venideras”.
Avisos al área insular de Patrimonio en este enero
Por supuesto, el problema ya se ha dado en este 2025 y, según explican a Canarias Ahora, en estos primeros días de enero ya han tenido que avisar al área de Patrimonio del Cabildo para que actúe sobre “diversas cuevas funerarias con restos humanos de época precolonial que, tras compartirse sus ubicaciones en grupos de aficionados a la arqueología, han comenzado a recibir visitas frecuentes. Unas cuevas que, según testifican quienes las conocían antes, contenían esqueletos, collares de cuentas y otros ajuares funerarios y, muy probablemente hasta tiempos relativamente recientes, aquellas partes del cuerpo más apreciadas por los coleccionistas, como son los cráneos y manos de los difuntos.
Estas cuevas se encuentran en una zona próxima al área metropolitana y el colectivo considera esencial que las autoridades “emprendan acciones de estudio y reconocimiento por parte de especialistas que pudieran aportar un mayor conocimiento sobre estas prácticas funerarias en esa zona del litoral. Un área que, por otro lado, también está amenazada por proyectos que pretenden seguir construyendo urbanizaciones, vías de circunvalación y todo tipo de infraestructuras sobre estos terrenos”.
El grupo subraya que, “sobre todo, queremos que se protejan y preserven, tratándose de espacios sepulcrales. De hecho, en la misma zona se han podido hallar grabados no catalogados que pudieran contener signos alfabéticos del Líbico-Canario, tarhas lineales y estrellas de cinco puntas, tan comunes en las inmediaciones de aquellos espacios elegidos por los guanches para depositar a los difuntos. Tras dar aviso al área de Patrimonio, esperamos que estos grabados rupestres pasen a formar parte del catálogo municipal de esa zona y que, de este modo, pueda prevenirse su desaparición como consecuencia de la planificación urbanística, que amenaza con sepultar ese área para siempre bajo carreteras, edificios y rotondas”.
La amenaza de nuevos proyectos urbanísticos
En este sentido, alertan de que los proyectos empresariales con luz verde “contemplan la creación de nuevas urbanizaciones y áreas comerciales en diferentes puntos de la Isla, pero no tienen en cuenta el valor paisajístico y biológico de las zonas elegidas e ignoran completamente la presencia de restos materiales guanches dentro de estas áreas, al no existir aún catálogos arqueológicos municipales definitivos que tengan en cuenta gran parte de los yacimientos existentes. De hecho, en muchos municipios, y pese a haberse dado el pertinente aviso para que sean incluídos y registrados en los respectivos catálogos insulares y municipales, lo cierto es que rara vez se producen movimientos cuando se trata de los ayuntamientos y, a veces, cuando se dan es ya demasiado tarde, al haber podido quedar afectados irremediablemente”.
El grupo recuerda que, según la vigente Ley 11/19 del Patrimonio Cultural de Canarias, los consistorios “son los principales responsables de tener elaborados sus catálogos y obtener los medios necesarios en colaboración con Cabildo y el Gobierno de Canarias para su salvaguarda y puesta en valor. Sin embargo –lamentan, el principal problema es de carácter educativo, dada la omisión en los planes de estudio de las aulas canarias sobre patrimonio indígena isleño y muy pocas, por no decir inexistentes, iniciativas públicas de divulgación pedagógica acerca de los valores arqueológicos conocidos y registrados”.
3