AWA Sunglasses se convierten en las primeras gafas de sol flotantes del mercado

¿Cuántos de ustedes suelen ir a la playa con gafas de sol? ¿Y cuántos vuelven a casa sin ellas? Esto mismo le pasaba siempre a Esther, una rutinaria situación que pasó de anécdota a problema un cuando le diagnosticaron una enfermedad ocular.
Lo que no imaginaba Esther es que esas innovadoras gafas de sol se convertirían en su negocio del futuro, aunque para conseguir este producto tuviera que recorrerse medio mundo. Porque Esther Fernández , la fundadora de AWA SUNGLASSES, tuvo que viajar hasta Hong Kong “la fábrica del mundo” para conseguir un polímero de poca densidad, material primordial para su negocio de gafas de sol flotantes. Una vez conseguido el material, y gracias a un empresario de Taiwán “que comprendió en seguida lo que yo buscaba ”, en 2018 nació la primera colección de AWA Sunglasses.
Una travesía que no ha realizado sola, porque Esther descubrió que el fondo del mar está lleno de gafas de sol. Al empezar a contactar con posibles clientes Esther descubrió que su problema de gafas extraviadas era una tontería si lo comparamos con otros casos. “Un señor me dijo que llevaba 3500 euros gastados y tirados en el fondo del mar”.
Por eso la solución a este problema de esta emprendedora insumergible se ha ido haciendo grande, y ahora ya se ha convertido en una comunidad. Porque como nos cuenta Esther, “lo importante no es hundirse, sino salir a flote”.
Se trata de unas gafas únicas en el mercado, porque además de flotantes, las AWA Sunglasses tienen un tratamiento hidrófugo en las lentes para que el salitre no se adhiera a las lentes, y además son polarizadas.
Unas características novedosas y un modele de negocio que no ha pasado desapercibido para Lanzadera. Por eso el impulso de la incubadora de empresas y startups más grande ha sido fundamental para que este proyecto salga a flote.
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