El Gobierno vasco mantiene contactos con “varios inversores interesados” en hacerse con Guardian Llodio
La histórica Guardian de Llodio ha iniciado este miércoles el principio de su fin. La multinacional, tal y como había anunciado, ha arrancado el apagado del horno para iniciar el camino de su salida definitiva de la empresa, una decisión para que la que ya ha ratificado que no existe marcha atrás. El apagado ha arrancado con retraso, eso sí, y con bastante tensión y confusión entre los trabajadores que han pasado varias horas concentrados a las puertas de la fábrica. Según los sindicatos, la dirección pretendía iniciar el apagado con personal externo a la plantilla y sin que los técnicos de Osalan y de Industria estuvieran presentes en el proceso. Finalmente, y después de reuniones entre empresa, Gobierno vasco y comité, se ha procedido a iniciar el apagado que, según ha pactado la empresa con el Gobierno vasco, se hará de forma “controlada” y paulatina. El proceso ha arrancado bajo la supervisión de técnicos del Ejecutivo alrededor de las 12 de horas de la mañana y, cuando se culmine, será el final de Guardian, al menos como se la conoce hasta ahora.
Con el proceso de apagado del horno se inicia una especie de cuenta atrás para los 171 trabajadores cuya única esperanza es que aparezca un nuevo inversor que quiera quedarse con la empresa. De ahí la importancia de que el horno no sufra daños irreversibles en el proceso de apagado. El Gobierno vasco ha afirmado que mantiene contactos con “varios inversores interesados en la planta”. En la reunión que mantuvo el Ejecutivo con la dirección el pasado miércoles, se acordó que la interlocución con los posibles inversores la lleve a cabo el Ejecutivo. La alcaldesa de Llodio, Ainize Gastaka, de EH Bildu, confirmaba que uno de los posibles interesados es un inversor extranjero y no es competencia directa de Guardian, una condición que ha fijado la multinacional para la venta.
A partir de este momento, una vez que la multinacional ha ratificado que quiere marcharse de Llodio de “manera urgente”, la cuestión es si el apagado del horno de “forma controlada” es suficiente para preservar las instalaciones de manera que puedan ser rentables para otro inversor, pese a las reparaciones que serán imprescindibles. Ahí los trabajadores tienen claro que permitir el apagado del horno, pese a que ahora se va a hacer de forma controlada, es “una irresponsabilidad”.
La plantilla ha decidido desconvocar la huelga que arrancaba este jueves, ya que el objetivo del paro era que los trabajadores no participaran en el proceso de apagado, y ya no tiene sentido una vez puesto en marcha el proceso, que durará varios días. El sindicato ELA ha considerado que en la planta de Llodio se ha asistido a una “farsa”, ya que la empresa, “con el acompañamiento del Gobierno vasco, está apagando el horno sin aportar ningún informe que lo valide -con personal externo a la planta- y sin haber informado al comité estas últimas semanas sobre las distintas averías que alegan”. Además, recuerdan que el apagado de horno es “un paso previo a un proceso de ERE anunciado que queda viciado con la decisión de hoy”. El sindicato ha criticado, además, que los técnicos de Gobierno vasco no hayan impedido que se lleve a cabo el apagado con vidrio dentro, ya que provoca la “inutilidad del horno y aboca al cierre irreversible de la empresa”.
Desde Bruselas, donde se encuentra de viaje oficial, el lehendakari Imanol Pradales ha mostrado su preocupación por el cierre de la planta de Guardian en Llodio, pero ha señalado que la prioridad del Gobierno va a ser encontrar un socio industrial para poder mantener la actividad en estas instalaciones y defender el empleo. Ha recordado que la “presión política” ha conseguido que al menos la paralización del horno se haga “poco a poco y en buenas condiciones”. Ello posibilita “poder volver a ponerlo en marcha en el futuro”, aunque requiere encontrar un nuevo socio industrial. “Esa debe ser y va a ser nuestra prioridad. Nuestra prioridad debe ser cómo encontrar de nuevo un socio industrial, otro empresario industrial, recuperar el tejido industrial en la comarca de Aiaraldea y dar una nueva vida a Guardian Llodio”, ha señalado. Pradales ha señalado que también será una prioridad “defender a los trabajadores” porque Euskadi “no puede perder el empleo industrial”. “Debemos defender la creación de empleo industrial, mantener el que existe y, si es posible, aumentarlo. Esas van a ser las prioridades del Gobierno vasco”, ha remarcado.
Desde ELA, han afeado las palabras del lehendakari, porque dice que “apoya a la plantilla de Guardian”, pero su Gobierno “ha realizado justo lo contrario: ha dado total credibilidad a una multinacional como Guardian, que anteriormente, de forma fraudulenta, ya se encargó de cerrar Glavista mediante una empresa fantasma. ELA considera grave la actuación del Gobierno vasco que, mientras dice buscar terceros inversores y apoyar a la plantilla, ha apoyado y supervisado el apagado del horno”.
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