El nuevo gobierno sirio celebra el levantamiento de sanciones de la UE mientras Israel se mantiene en el sur del país
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El nuevo Gobierno sirio encara el proceso de diálogo nacional para encarrilar el futuro del país tras la caída de Bachar al Asad con la noticia de que la UE levantará buena parte de las sanciones que pesaban sobre el régimen anterior. “Es un paso positivo para aliviar el sufrimiento”, ha señalado el ministerio de Exteriores en un comunicado difundido en las últimas horas.
La UE anunció ayer el levantamiento de las sanciones al transporte y la energía a fin de “apoyar una transición política integradora” en el país y una “rápida recuperación económica, reconstrucción y estabilización”. También ha sacado a cinco entidades (Banco Industrial, Banco Popular de Crédito, Caja de Ahorros, Banco Cooperativo Agrícola y Aerolíneas Árabes Sirias) de la lista de las sujetas a la congelación de fondos y recursos económicos.
Se trata de un espaldarazo al nuevo Gobierno que ha pasado por alto las suspicacias que pueda generar la trayectora del su líder, Ahmed al Sharaa (también conocido por su nombre de guerra, Abu Mohamed al Jolani) que venía de ser dirigente de Hayat Tahrir al Sham (HTS), la ahora disuelta coalición rebelde islamista heredera de la filial siria de Al Qaeda, que derrocó a al Asad.
En un discurso hoy martes antes más de 600 invitados a participar en el “diálogo nacional”, Al Sharaa destacó que Siria “atraviesa un momento muy crítico de su historia”, por lo que “necesita [para su recuperación] un plan de emergencia, otro a medio plazo y uno estratégico”. El diálogo ha suscitado críticas ya desde el origen; el partido kurdosirio Consejo Nacional Kurdo (CNK) denunció el lunes que ha sido “marginado” de las conversaciones y que para seleccionar a los integrantes no se han seguido criterios claros “que garanticen una representación equilibrada de las distintas fuerzas políticas y componentes sirio, incluido el movimiento político kurdo”.
El nuevo Gobierno tiene que lidiar también con la presencia continuada del ejército israelí en su territorio. Tras la caída del régimen de Bachar al Asad el pasado 8 de diciembre, Israel tomó el control de la parte siria del Monte Hermón, dentro de la zona desmilitarizada, un movimiento que fue criticado por parte de la comunidad internacional que lo consideró una violación del acuerdo territorial entre Israel y Siria firmado en 1974. Además, el líder hebreo, Benjamín Netanyahu, exigió la “completa desmilitarización” de las provincias sureñas de Quneitra, Daraa y Sueida, y confirmó que no tiene intención de retirar sus fuerzas del país árabe, lo que ha provocado protestas en las zonas afectadas.
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