Vecinos de Arganzuela se oponen a la noria del Tierno Galván y denuncian irregularidades en su financiación

“Ni noria ni privatización”, este es el lema que defienden los vecinos del barrio de Delicias ante la posible macroinstalación en el parque de Enrique Tierno Galván. Hace varias semanas, un estudio municipal confirmó que construir una noria de 260 metros en el corazón de Arganzuela es viable, por lo que la posibilidad de que la capital tenga una atracción de estas características está cada vez más cerca y, aunque todavía no se ha confirmado su construcción, el vecindario ya se han posicionado al respecto.
La Asociación Vecinal Delicias para Todos trasladó este miércoles en un comunicado su “firme oposición” a la posible instalación de una noria gigante en el parque madrileño y reclama “el fin de la privatización de esta zona verde para negocios privados”. Ante la posibilidad de que el proyecto salga adelante, la entidad ciudadana ha advertido sobre el impacto medioambiental que supondría, con “la tala de casi 300 árboles, lo que representa aproximadamente el 6% de la vegetación del parque”.
Los vecinos también hacen referencia a las implicaciones que tendría el proyecto a nivel normativo y apuntan a la necesidad de modificar la calificación del terreno de verde singular a terciario, requiriendo un Plan Especial y privatizando de forma permanente un trozo significativo del parque “para entregarlo a la voracidad de inversores privados”. Actualmente el Tierno Galván se encuentra clasificado con un uso dotacional de zona verde singular en el Plan General de Ordenación Urbana, por lo que sería necesario modificar la norma para poder proceder a la ejecución del proyecto.
A su vez, según apunta el colectivo vecinal, la construcción afectaría a la contaminación visual de la ciudad. Con una altura de 260 metros, la noria de Arganzuela sería la más grande del mundo, superando por diez metros al Ain Dubai (el ojo de Dubai) y se convertiría en la construcción más alta de la capital, por encima de la actual, la Torre de Cristal. Por tanto, la noria sería visible desde todo el parque e, incluso, desde diferentes puntos de la ciudad, afectando a la experiencia estética y paisajística.
Tal y como apuntan los vecinos, las dimensiones de la noria supondrían “una vulneración por parte del Ayuntamiento de Madrid del Convenio del Paisaje del Consejo de Europa adoptado en el año 2000” –del que España es signataria–, que se basa en el principio de que el paisaje es un elemento clave del bienestar individual y social, un componente esencial del entorno vital de los seres humanos y un elemento importante de su calidad de vida. Su protección se extiende a todos los paisajes, extraordinarios y ordinarios, en zonas urbanas y rurales, tanto en las zonas degradadas como en las de gran calidad, tanto en los espacios notables como en los cotidianos.
Irregularidades, peligros y una privatización progresiva
Además, denuncian “irregularidades en el proceso”, ya que el estudio geotécnico encargado por el Ayuntamiento se ha financiado con una partida económica que los vecinos señalan como “impropia” ya que estaba destinada a estudios relacionados con la gestión del agua. El informe, al que tuvo acceso Somos Madrid, ha sido elaborado por el Grupo Delfos y fue encargado por el área de Urbanismo a finales del pasado verano, cuando adjudicó un contrato de 58.628,95 euros para llevar a cabo un estudio geotécnico “previo para la determinación de la idoneidad de la implantación de noria en el Parque Enrique Tierno Galván”.
La asociación considera que se trata de un proyecto megalómano “con altas posibilidades de correr la misma suerte que las norias fallidas de Nueva York (cancelada en 2018) y Dubai (clausurada desde 2022 por obras)”. Además, la construcción supone “seguir alimentando la privatización progresiva del parque”. Los planes para la instalación de la noria suponen un paso más en la privatización de esta zona verde potenciada en los últimos años por el Gobierno municipal mediante la reiterada autorización de espectáculos privados como Naturaleza Encendida o Alma Festival que han llegado a privatizar el parque durante más de un mes, un uso que los vecinos aseguran que contradice lo establecido por el artículo 206 de la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano (OPMAU).
Para los residentes del barrio de Delicias, la posible construcción de la noria forma parte de un “modelo urbano depredador” por el que el Ayuntamiento de Madrid ha apostado estos últimos años, “olvidando y pisoteando los derechos de la ciudadanía madrileña, poniendo por encima el beneficio económico de unos pocos”. Los vecinos califican esta maniobra del Consistorio como una “dejación de funciones” por trabajar contra los intereses de sus representados y contra su propia finalidad como administración de lo público.
Por último, el comunicado alerta del grave peligro al que se someterá el parque si se lleva a cabo la instalación de la noria. “Esta nueva medida se enmarca en la misma estrategia privatizadora y eventificadora planteada por el decreto aprobado en mayo de 2024 por la concejala presidenta del distrito de Arganzuela que pretende desgajar el llamado auditorio o anfiteatro del resto del del Parque Tierno Galván y dar apariencia de legalidad a la reiterada privatización de su uso”, explican. Actualmente, los vecinos de Delicias se encuentran focalizados en ganar la batalla judicial al Ayuntamiento por la modificación de la normativa que prohíbe la privatización del Tierno Galván.
Este no es el único proceso judicial en el que están volcados, ya que en los alrededores del parque se encuentra otro de los grandes focos de conflicto de Arganzuela: el Espacio Delicias. El pasado mes de enero, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 9 de Madrid anuló la licencia concedida por el Ayuntamiento al macrocomplejo de ocio Espacio Ibercaja Delicias después de estimar el recurso interpuesto por Ecologistas en Acción, al considerar un uso ilegítimo de suelo dotacional y un claro abuso de la figura de la actividad temporal. Sin embargo, tanto el Consistorio como Let's Go, la empresa que gestiona el espacio, han presentado recurso de apelación contra esta sentencia. Por ello, hace unas semanas lanzaron un crowdfunding para conseguir la financiación necesaria para afrontar los gastos judiciales y, por el momento, ya han conseguido llegar el objetivo fijado.
Ante esta situación, los vecinos exigen la paralización inmediata del proyecto de la noria y que se deseche definitivamente cualquier propuesta que conlleve la merma de la superficie del parque público, en la ubicación prevista o en cualquier otra. También piden el fin de los usos privativos del Tierno Galván y “que se respete de una vez por todas el artículo 206 de la OPMAU”.
La petición también hace un llamamiento al desarrollo integral del barrio para que el Ayuntamiento acometa las inversiones necesarias para cubrir las carencias existentes en Arganzuela –denunciadas por los vecinos y reconocidas por el Consistorio– mediante la construcción del equipamiento de bienestar social y la provisión de servicios públicos en los suelos ocupados por el Espacio Ibercaja Delicias y en los otros 17 solares de propiedad municipal calificados como “equipamientos básicos”.
Además, los vecinos pusieron en marcha el pasado mes de septiembre una recogida de firmas para paralizar la construcción de la noria en el parque de Arganzuela. La petición ya ha superado las 14.200 firmas, sumando en los últimos días cientos de ellas. Su objetivo es alcanzar las 15.000.
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