Renault Scenic E-Tech: metamorfosis eléctrica
![El nuevo Scenic es un SUV de 4,47 metros de largo y 2,78 m de distancia entre ejes.](https://static.eldiario.es/clip/364d4059-d76d-4cca-bcb5-a90d412373aa_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
El Scenic en uno de los modelos emblemáticos de Renault y fue un auténtico superventas sobre todo mientras tuvo carrocería monovolumen, primero con el nombre de Mégane Scenic y posteriormente ya solo con la segunda parte de la denominación. Desde entonces ha corrido mucha agua bajo el río y el coche ha reaparecido recientemente en el mercado español, pero ahora como SUV y en variantes únicamente eléctricas, como piden los tiempos.
Se puede escoger entre dos versiones principales: la primera lleva un motor de 170 caballos y una batería de 60 kWh con la que puede recorrer oficialmente 430 kilómetros; la segunda, que hemos podido conducir durante los últimos días, dispone de 220 CV y una batería de 87 kWh cuya autonomía (siempre teórica) se dispara hasta los 623 km en las unidades cargadas con menos equipamiento. Se ofrecen dos acabados para el modelo, digamos, básico y tres para el más capaz.
La batería de 87 kWh puede cargarse a un máximo de 150 kW en corriente continua y de 22 kW en alterna. En el primer caso, necesita 37 minutos para recuperar del 0 al 80% de la energía total que es capaz de almacenar.
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Con 220 CV, el Scenic E-Tech más potente se muestra rápido y ágil en cualquier circunstancia de conducción, comenzando por las maniobras clásicas del 0 a 100 km/h, en la que invierte menos de 8 segundos, y del 80-120 km/h, que le lleva 4,7. A la vista de su respuesta, resulta difícil imaginar que se acerca a los 2.000 kilos, pero el peso es una variable que no es posible obviar nunca, y aquí tiene también sus efectos.
Otro hecho que no puede ignorarse es la resistencia aerodinámica de un coche, no tan buena en este como habría sido deseable (Cx de 0,30) dado que los técnicos de Renault no querían recurrir a un parabrisas muy tendido para no perjudicar la habitabilidad en el interior.
En la combinación de las dos toneladas y este Cx discreto, así como las bajas temperaturas de esta época del año, tal vez encontremos la explicación de por qué el Scenic consume seguramente un poco más de lo esperado y, por tanto, su alcance real no es tan extenso como afirman las cifras de homologación (unos 610 km en las dos versiones más lujosas del modelo).
Para acercarse a los 17 kWh/100 km de consumo medio obtenidos en el preceptivo ciclo WLTP, es obligado realizar una conducción sumamente atenta a la eficiencia y prácticamente circular solo por entornos urbanos y periféricos, y a un ritmo pausado. En carretera el consumo supera con facilidad los 21 kWh/100 km, con lo que la media tiende a situarse en 19 kWh/100 km y más bien en 20 si el usuario es de lo que se mueve con alegría. En consecuencia, la autonomía efectiva del coche mengua hasta el entorno de los 400 o 420 kilómetros.
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Preparado para viajar
Además de contar siempre con buena reserva de potencia, el Scenic presenta un tacto de conducción muy grato. La suspensión resulta confortable, pero al mismo tiempo contiene bien a la carrocería, y la dirección es rápida y suave; si sumamos a todo ello un elevado confort acústico, el resultado es una experiencia a bordo de mucho sosiego, y un vehículo que se antoja ideal para viajar en familia, teniendo en cuenta además su razonable autonomía entre recargas.
El planteamiento familiar se ve refrendado por un habitáculo amplio para cuatro o cinco personas, si bien la plaza central trasera es bastante incómoda, y un maletero muy capaz, de 440 litros. Acerca de este último, hay que anotar como inconveniente que el borde de carga se halla muy alto, a 80 centímetros del suelo, y sobre todo muy alejado (a más de un palmo de adulto) de la superficie donde se deposita el equipaje.
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En cuanto a la habitabilidad antes mencionada, vemos en el Scenic que la postura de conductor y acompañante no es la habitual en un SUV. Se viaja aquí con las piernas más bien estiradas, como en los turismos de toda la vida, porque el coche es más bien bajo para ser un SUV y la única manera de evitar que falte altura en el interior es colocar los asientos cerca del piso.
El inconveniente de que los ocupantes vayan tendidos en lugar de erguidos es que ocupan mucho más espacio en sentido longitudinal, pero para eso el modelo francés cuenta con la baza de una distancia entre ejes bastante mayor que la de sus rivales, de 2,78 metros.
El salpicadero es idéntico al del Megane E-Tech y Renault también utiliza el sistema operativo Android Automotive, en este caso con algunas funciones nuevas y otras mejoradas, como es el caso de la planificación de viajes o el sistema de reconocimiento de voz, que admite más órdenes. En opción se ofrece un techo panorámico de cristal que se puede regular en opacidad.
Esta versión de gran autonomía parte de 45.493 euros (acabado Techno) y llega a los 49.373 si se elige la exclusiva versión Iconic. El modelo de 170 CV y batería de 60 kWh está disponible desde 38.703 euros, en terminación Evolution. Como vehículo 100% eléctrico, el Scenic E-Tech se beneficia de los incentivos del Plan Moves III, de un máximo de 7.000 euros, así como del distintivo 0 emisiones de la DGT.