¿Qué barbaridad tendría que hacer Israel para perder el apoyo de Occidente?

A ver, ejercicio de imaginación: ¿cuál podría ser para los países occidentales una línea roja de Israel? ¿Qué barbaridad tendría que hacer Israel para que los países europeos o Estados Unidos dijesen: “esto ya es demasiado, no podemos consentirlo, hay que actuar con Israel como con otros países que violan la legalidad internacional o comenten crímenes contra la humanidad”?
Intenta imaginar cuál sería la salvajada de Israel que por fin llevase a nuestros gobiernos a tomar medidas, cesar relaciones, suspender acuerdos y comercio, denunciar ante organismos internacionales, llevar a sus responsables ante la justicia, y proteger a los palestinos. Te ayudo, venga: en el siguiente párrafo hay una lista de actuaciones, ¿cuál de ellas crees que sería inaceptable? Como en un concurso de la tele, aprieta el pulsador cuando la encuentres:
Responder desproporcionadamente a los atentados de Hamas. Atacar Gaza durante año y medio por tierra, mar y aire con armamento altamente destructivo. Forzar desplazamientos masivos. Masacrar población civil. Bombardear hospitales y escuelas. Atacar centros de refugiados. Arrasar ciudades e infraestructuras para hacer inviable cualquier forma de vida. Impedir la llegada de ayuda humanitaria. Asesinar periodistas, médicos, cooperantes y personal de la ONU, incluidas ejecuciones con manos atadas y fosas comunes. Asesinar a miles de niños. Provocar intencionadamente hambruna y enfermedad. Vaciar zonas de Gaza para anexionárselas.
¿Todavía no has apretado el pulsador? Normal, todas las anteriores ya las hemos superado sin que pasase nada. Venga, sigamos imaginando situaciones que podrían suponer un antes y un después:
Expulsar a todos los palestinos de Gaza. Asesinar a los que se resistan a marcharse. Encerrar a los últimos supervivientes en campos de concentración sin recursos. Anexionarse Gaza. Lanzar una ofensiva militar sobre Cisjordania, tras meses protegiendo y permitiendo la violencia y usurpación de los colonos. Asesinar a miles de palestinos en Cisjordania. Expulsar a los palestinos de Cisjordania. Anexionarse Cisjordania y borrar toda Palestina del mapa. Continuar la campaña de ataques, asesinatos, expulsiones y anexiones en Líbano y Siria. Usar armas nucleares contra países de la región.
¿Todavía no? ¿De verdad no imaginamos ningún límite? ¿Seguiría Estados Unidos apoyando y armando a Israel; seguiría Europa condenando con la boca pequeña; seguiría la justicia internacional sin poder actuar por falta de colaboración de quienes permiten a Netanyahu pasearse por sus territorios: esta semana pasada en plena Unión Europea (Hungría), este lunes en Washington recibido por Trump?
Vale, te lo pongo más fácil: intenta imaginar, no que rompan relaciones o sancionen a Israel, ni siquiera que dejen de vender armas o impidan que el armamento pase por nuestros países (España incluida). Imagínate, qué sé yo… que excluyesen a los equipos y selecciones israelíes de las competiciones deportivas internacionales. ¡O que no le permitieran participar en Eurovisión! Venga, eso seguro que es más fácil. Vuelve a la lista anterior, e imagina en qué momento las televisiones europeas decidirían dejar fuera de Eurovisión a la participante israelí.
¿Tampoco? Pues no.
(Entre tanta desolación, una noticia a celebrar: el Ministerio de Sanidad ha conseguido traer a España a 13 menores palestinos enfermos de cáncer, con sus familias, para que reciban atención en hospitales de nuestro país. Puede parecer poco, ante la magnitud del genocidio, pero es muy importante. Gracias a quienes lo han hecho posible.)
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