Una iluminación holística para Granada

El actual equipo municipal de Granada ha tenido el acierto de proponer la mejora de la iluminación de 14 templos y otros puntos de interés y confieso que me he quedado como si tachase una tarea de una larga lista, puesto que hace años manifesté la necesidad de que los edificios notables, los monumentos, los BIC etc. fuesen destacados con una iluminación artística por ser Granada, además de monumental, una ciudad de miradores, una ciudad de panorámicas, que desaparece cuando se oculta el sol.

La iluminación, que surgió como elemento de seguridad en las urbes, constituye hoy en día una función arquitectónica más que enriquece y prolonga el disfrute de los edificios y zonas emblemáticas, entre otras funciones. En mis deseos de profundización sobre el tema surgieron a colación intervenciones pioneras en España, como Plan Director del Paisaje Nocturno del casco antiguo de A Coruña, donde el arquitecto granadino Juan Carlos de los Reyes, dejó una impronta holística en la iluminación en la ciudad. O sea que aquí hay materia prima para hacerlo.

Aprovechando que al equipo municipal se les ha encendido la bombilla, sugiero añadir la muralla nazarí, cercana a San Miguel Alto, a la lista de los puntos de interés objeto de iluminación porque aportaría profundidad y perspectiva monumental hasta los límites del valle del Darro, así como dotar a Granada de una iluminación de conjunto, como la de Toledo, aspirante como la nuestra a Capital Europea de la Cultura y elegida como “la vista nocturna más bonita del mundo”. No debería ocurrir que el punto más destacado por su iluminación en Granada fuese un conocido centro comercial y creo que sería acertado que no dejásemos escapar la oportunidad de hacer de Granada una de las ciudades mejor, que no más, iluminadas del planeta.