Portugal otra vez

Cae el gobierno portugués un año después de su nombramiento. Y lo hace de una manera poco habitual como consecuencia del fracaso de una moción de confianza promovida por el primer ministro para impedir una comisión de investigación sobre irregularidades en la gestión económica de una empresa familiar. Digo que es una situación curiosa porque cabe preguntarse si el primer ministro teme más a una comisión de investigación en la Asamblea de la República que al veredicto popular en las urnas si es que, como parece probable, el presidente Marcelo decide convocar los comicios. Un contraste claro con España donde las comisiones de investigación se toman a choteo y solo sirven - se vio hace unos días- para que Rajoy mienta otra vez y resucite sus malabarismos verbales y Rufián se mantenga en forma, pero no para que se llegue a conclusión definitiva alguna. 

De todos modos si la intención de Montenegro es desviar la atención del tráfico de influencias de que se le acusa tampoco se entiende muy bien la jugada porque se supone que en una campaña electoral como la que se avecina ese será el tema principal.

Las encuestas dicen que los resultados de unas elecciones generales en estos momentos repetirían con variaciones mínimas las obtenidas hace un año, aunque después de lo ocurrido ahora cualquier acuerdo entre las izquierdas sería prácticamente imposible. Salvo seja.