Las cremas de Mazón

El director de ABC, Julián Quirós, conoce bien València y su área metropolitana. Fue director durante once años de Las Provincias , el principal diario conservador de la provincia. Como cuenta en sus artículos, también conoce bien al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y hasta le tiene afecto personal. Mazón llegó a la presidencia del PP valenciano en 2019 con el beneplácito de Las Provincias. Un político de derechas de Alicante siempre necesita al medio fundado por Teodoro Llorente si quiere controlar el PP autonómico. Lo hizo también Zaplana cuando, con el apoyo incondicional de María Consuelo Reyna allá por el año 1993, saltó de Benidorm a la política valenciana. En el PP, como en todos los partidos valencianos, existe una tensión permanente entre Alicante y València que determinados medios de comunicación pueden ayudar a modular.

Pero Quirós se ha cansado de las mentiras de Mazón en su gestión de la DANA y, en un mismo día, ha pedido la dimisión del presidente de la Generalitat a través de su artículo de opinión “Sala de Máquinas”, con un editorial y con una portada demoledora. Se ha sumado al bombardeo Federico Jiménez Losantos que, con su particular estilo, también afirma que la situación de Carlos Mazón es “indefendible”. La Razón publicaba este lunes una encuesta en que concluía que el principal problema de Alberto Núñez Feijóo en su vía crucis hasta la Moncloa es el político alicantino. Semanas antes, Vicente Vallés, Ana Rosa Quintana y hasta Pablo Motos han dejado caer en sus programas que el jefe del Consell debe apartarse. La última vez que hubo tanta unanimidad en la prensa conservadora, se despeñó a Pablo Casado por el balcón de Génova 13 y en los despachos se pactó que era el tiempo de Feijóo.

Como entonces, la derecha española ha sacado la guillotina a pasear. Y el Luis XVI de 2025 es Carlos Mazón. El silencio en las filas conservadoras es ensordecedor cuando se buscan supuestos apoyos. A Mazón solo le queda Miguel Tellado. Y ya se sabe lo que le pasa a un político cuando se queda solo. Que le pregunten a Casado, que era el presidente nacional, el primero elegido en primarias, o antes a Cristina Cifuentes, que no dimitió por el escándalo destapado por elDiario.es del máster que le regaló la Universidad Rey Juan Carlos y se fue a su casa por un vídeo en el que aparecía robando cremas de belleza en un supermercado.

Militantes del PP se preguntan ahora ¿cuáles serán las cremas de Mazón? Como las meigas, haberlas haylas. Este periódico ha podido constatar que circulan por València audios del presidente de la Generalitat en reuniones cerradas con su comité de dirección. En ellas, aseguran fuentes conocedoras del contenido, el presidente explica la estrategia de confrontación con el Gobierno de España para sacar la cabeza en la crisis de la DANA. El típico 'o Sánchez o yo. Es la guerra'. Pero también detalla errores cometidos, no confesados en público, y su “noqueo” (el verbo es de Alberto Núñez Feijóo) en los días posteriores a la catástrofe en la que, siendo él el presidente de los valencianos y valencianas, se le murieron 228 personas a ocho kilómetros de su despacho. Mazón —y no otro— era el jefe del Consell.

Lo llamativo de estos audios, que no tienen relevancia penal, no es tanto el contenido, como que su círculo más cercano está grabando al presidente y moviendo los audios por València. ¿Habrán llegado ya a Madrid? La máquina de oxígeno que mantiene a Mazón en el Palau ya no está en el PPCV. Ni en Alicante. Está en la calle Génova y en casa de Santiago Abascal, que salvó con sus votos la votación más complicada en Corts Valencianes.

Entre las posibles “cremas” que circulan cada vez con más intensidad por los mentideros de Madrid y València está la versión de sus escoltas. Mazón, como presidente de la Generalitat, casi siempre va acompañado de un equipo de seguridad de la Policía de la Generalitat, una unidad autonómica adscrita a la Policía Nacional. Y, como las paredes, los escoltas escuchan. Y hablan. Esa información (o desinformación, según a quien se le pregunte) ya está en manos de personas que, a poco que se interrogue, cuentan las más inverosímiles y pintorescas historias sobre dónde estuvo el presidente de la Generalitat tras comer en el Ventorro. Entre las 18.00, cuando salió de su copioso y bien regado ágape con la periodista, y la supuesta llegada al Cecopi, a las 20.28, según la última de sus versiones. La jueza, de momento, se ha negado a citar a los escoltas. Pero eso no quiere decir que no vaya a hacerlo, llegado el momento.

Hay otras “cremas” también en el pasado político de Carlos Mazón en Alicante. En su etapa en la Diputación de Alicante antes y después del 'caso Brugal' que le hizo salir pitando de la institución en 2009, pero también en su paso por la Cámara de Comercio de la ciudad. Antifraude investiga a una empresa de la Cámara y de su amigo Carlos Baño por gestionar de manera dudosa el plan estrella de Mazón para el comercio de Alicante. Como desveló elDiario.es, Anticorrupción también indaga en los contratos a medios de comunicación que dio la entidad provincial alicantina cuando Mazón era presidente de la institución provincial. Y una tercera que traerá muchos titulares. La nueva sede de la Cámara de Comercio de Alicante en el edificio Panoramis. Mazón le dará a la institución en la que trabajaba 1,5 millones de euros para construirse un palacio junto al puerto, como también hemos contado.

¿Cuándo saltará el escándalo, el audio o la confesión a la prensa conservadora que lo quiere dimitido y allana el camino para que Feijóo baje definitivamente el pulgar? Es cuestión de tiempo pero también de encuestas (las que pronostican una sangría del PP en uno de sus feudos claves). Mientras tanto, en elDiario.es continuaremos informando de la nefasta gestión de la Generalitat durante la DANA que azotó Valencia en octubre de 2024. Y seguiremos investigando dónde estaba y qué hizo Mazón en cada momento en el fatídico 29 de octubre. Porque el presidente no lo ha explicado. Porque ha cambiado de versión y ha mentido a los valencianos y las valencianas. Sin necesidad de cremas, porque es nuestra obligación.