Feijóo arremete contra quienes quieren ser funcionarios, “viven de ayudas públicas” y el “insoportable absentismo laboral”

14:53 h, 21 de octubre de 2024

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha arremetido este lunes desde un acto de la patronal de empresas familiares contra las personas que prefieren vivir de “ayudas públicas” que trabajar, los jóvenes que “optan por convertirse en funcionarios”, contra el “insoportable absentismo laboral” y contra los inmigrantes “que delinquen”. Así lo ha expuesto en un discurso durante el XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar que clausurará Felipe VI.

Feijóo ha planteado como su primer “principio” político el de “construir un país en el que el esfuerzo tenga un justo premio” y “en el que los impuestos no sean tan elevados respecto a los salarios para a veces hacer atractivo vivir de ayudas públicas y no de vivir del trabajo”. “Un país”, ha proseguido, “ahora que tenemos un buen número de personas que vienen de otros países, donde si trabajas sales adelante y si delinques no eres bienvenido”. El líder del PP ha señalado que su segundo principio era “priorizar las personas y las empresas que mejoren” el país. “¿Cuántos jóvenes, cuántos chicos o chicas, optan en España por convertirse en funcionarios sin vocación pública, solo por el miedo a fracasar fuera de la administración? Nuestro país necesita emprendedores”, ha dicho. En su juventud, Feijóo fue empleado público y fundó u sindicato cuya misión fue garantizar plaza de funcionario a personal público con menos requisitos que los demás. Luego, desapareció.

El líder del PP ha vuelto a defender una política de conciliación de la vida personal y familiar al servicio de las necesidades de las empresas. Feijóo ha dicho que si gobierna intentará “incrementar la productividad de la economía española y, en consecuencia, de las empresas” y “disminuir el insoportable absentismo laboral que tiene las empresas y la economía española”. Como tercer punto, ha planteado, habría que “buscar una fórmula de conciliación negociada”.

Por Aitor Riveiro