Dónde está el Cristo más alto de España y que es muy parecido al de Río de Janeiro

Cristo del Otero

Alberto Gómez

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“Han copiado al de Río de Janeiro”, piensan muchos visitantes cuando llegan a Palencia y admiran la figura del Cristo del Otero, que protege la ciudad desde lo alto de un cerro. Pero se equivocan. Porque esta monumental escultura creada por el artista Victorio Macho,  se inauguró cuatro meses antes que el famoso Cristo de Corcovado. De ahí que Río de Janeiro y Palencia sean ciudades hermanadas en reconocimiento a sus icónicas estatuas.

El Cristo del Otero es el más alto de España, con una altura de 21,02 metros. A nivel mundial, ocupa el puesto número 17 en la lista de los cristos más altos, aunque llegó a estar entre los primeros. Y es que, además, es el Cristo monumental más antiguo del mundo, ya que fue inaugurado en 1931 tras un periodo de construcción de tan solo ocho meses. El de Guanajuato, en México, se había alzado una década antes, pero fue dinamitado y reconstruido en los años cincuenta. Representa una imagen del Sagrado Corazón de Jesús de estilo postcubista, con formas simples y geométricas. La cabeza y las manos, alzadas con las palmas orientadas hacia la ciudad a la que bendicen, muestran una rigidez inspirada en la antigua Grecia y en su pecho destaca un medallón del Sagrado Corazón de Jesús que se ha convertido en todo un icono para la ciudad, presente en su merchandising turístico y en numerosos elementos decorativos. 

Victorio Macho lo edificó en hormigón armado, revestido en piedra artificial, sobre una base octogonal plegada y hueca, que constituye el tronco del Cristo, y donde destaca la ejecución de sus pies. Algunos elementos, como el cabello o el medallón, tienen una sencilla ornamentación con teselas de cerámica porcelánica. 

Su autor, Victorio Macho (1887-1966), está enterrado en la cripta de la ermita Santa María del Otero, excavada a los pies de la talla. Fue uno de los escultores más importantes de su época, con un gran legado artístico en Palencia, pero también en Madrid, Toledo o varias ciudades de Latinoamérica. A los pies del Cristo, de hecho, podemos visitar el Centro de Interpretación en torno a su vida y obra.

Un cerro de leyenda

El Cristo del Otero es, además, del más alto de España y un monumento icónico para la ciudad de Palencia, todo un símbolo de la historia y la leyenda. Está ubicado en un entorno considerado sagrado desde tiempos inmemoriales, los cerros del Otero y San Juanillo, un importante yacimiento arqueológico protegido en la actualidad. Además, reposa sobre dos ermitas: la de Santa María del Otero y la de Santo Toribio, advocada, curiosamente, a dos santos que terminaron confundiéndose y convirtiéndose en uno: el obispo Toribio de Astorga, de mediados del siglo V, y el monje palentino Toribio, anacoreta del siglo VI, de quien dice la leyenda que fue apedreado por los palentinos cuando predicó intentando erradicar la doctrina priscilianista.

Precisamente en esa “pedrea” surge la tradición más bonita en torno al Cristo: el monje tuvo que refugiarse en las cuevas del cerro y, en ese momento, el río Carrión se desbordó e inundó la ciudad. La lluvia solo cesó cuando los palentinos regresaron para pedir perdón, por lo que prometieron celebrar un Voto de Villa cada año. Así surge la Romería de Santo Toribio y la popular Pedrea del Pan y Quesillo, en el mes de abril, hoy declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. En lugar de lanzar piedras, hoy se lanzan bolsas con pan y queso de la tierra, una celebración popular que merece la pena visitar y festejar.

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